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Informaciones Obreras

Paritarias: ¿sin techo?

15 de marzo 2007

Hace un mes, Hugo Moyano afirmaba en distintos medios que para las paritarias, la CGT “no pone techo ni piso”. Un mes después, es evidente que ya hay un techo: entre el 15%, que quieren el gobierno y las patronales de ADIMRA, o el 20% como pide tímidamente la UOM. Entre esos porcentajes se mueve el aumento con el que parece que van a cerrar las paritarias del gremio metalúrgico. Y que el gobierno de Kirchner quiere extender al resto de los sectores. 
Basándose en el índice mentiroso del 9,8% de inflación del año 2006, la patronal y el gobierno proclamaron que ya el año pasado los salarios (con el 19% de aumento en la mayoría de los gremios) le ganaron a la inflación. Este año, quieren convencer de que este aumento del 15% es una mejora importante para los trabajadores. 
En notas anteriores mostramos que detrás de los números del gobierno, se esconde una realidad en la que la mayoría de los trabajadores gana menos y trabaja más que hace cinco años (1), y que incluso los que recuperaron su salario lo hacen trabajando mucho más de 12 horas.
Metalúrgicos no es la excepción, sino más bien uno de los ejemplos más ilustrativos. Si -como decíamos en la nota “Más trabajo y menos plata”- los trabajadores de toda la industria, producen un 22% más en su jornada, en esta rama ha aumentado la productividad aún más: producen un 33% más por cada hora trabajada. 
Sólo unas pocas grandes firmas y algunas medianas y pequeñas han realizado inversiones que incrementaron la capacidad productiva. El mayor esfuerzo para aumentar la producción cayó sobre los trabajadores. Las grandes ganancias del sector tienen un solo secreto: los trabajadores metalúrgicos no sólo producen mucho más, sino que además le cuestan a la patronal lo mismo o menos que hace cinco años, porque los salarios han subido menos que los precios a los que venden los empresarios. 
Las grandes empresas del sector tienen mucho margen para aumentar los salarios. En 2006, la empresa SIDERAR ganó unos 1.300 millones de pesos, un 14% más que el año anterior. Esto significa que cada trabajador de la empresa le generó una ganancia de $ 700 por jornada, cuando el salario promedio por día no supera los $100. ¡Si le duplicaran el sueldo, igual cada obrero le seguiría produciendo a la empresa una ganancia de $600 por dia! 
Las otras grandes no se quedan atrás: con aumentos salariales y todo, Aluar casi duplicó sus ganancias en 2006. Acindar subió 21,5%. La distancia que separa las altas ganancias empresarias de la porción que se llevan los trabajadores, creció fuertemente en los últimos cinco años, y los aumentos acordes a la inflación no hacen más que sostener esta situación. 
Sin embargo, en esta paritaria quieren ir por más y seguir avanzando en flexibilizar la jornada laboral, eliminar categorías, avanzar en la mutifuncionalidad y recortar otros ítems, como vacaciones fraccionadas, borrando las conquistas que aun quedan del viejo convenio del 75 logrado en medio de grandes luchas.
A los salarios les pone techo la burocracia, que bajo presión del gobierno y los empresarios impide que los trabajadores unamos fuerzas para imponer aumentos verdaderamente acordes a la suba del costo de vida. A los precios que facturan los empresarios, no los para nadie.
El secretario de comercio, con sus acuerdos de precio, frena algunos aumentos para que el Indec pueda mostrar que la inflación está contenida. Pero este “fulbito para la tribuna” tiene patas cortas. Como mostraron varios diarios en los últimos días, basta con comparar el precio de la lechuga que toma el Indec ($2.88 el kg.) con el que uno paga en la verdulería ($6 o más por kg.) para ver que estos índices no muestran la situación real de los trabajadores (2).
Si con el 9.8% podría parecer que los salarios subieron el año pasado más que la inflación, la realidad de todos los días muestra que el costo de vida subió mucho más, y que la mayoría de los empresarios más que compensaron los aumentos de salarios subiendo sus precios. Y ahora, con el techo del 15%, le quieren poner raya a cualquier pretensión de los trabajadores a mejorar su participación en el ingreso. Porque como reconoce hasta el diario La Nación, el 15% “se corresponde con la inflación `real´ más allá de la manipulación del IPC” (3). El gobierno, bendiciendo este aumento deja en claro que lo suyo es la defensa de las híper ganancias empresarias.
Sólo peleando por una paritaria única, por salario básico de $2.400 manteniendo todas las conquistas, y por incluir a todos los trabajadores que quedan afuera de las negociaciones paritarias (tercerizados, contratados y en negro) se le puede parar el carro a la voracidad de los capitalistas, y superar el techo que quiere imponer el gobierno para sostener la distribución regresiva del ingreso y las superganancias empresarias. 
 
 

1 Un 30% de los trabajadores están debajo de la línea de pobreza, incluso con los dibujos que hace el Indec.
2 Esta diferencia apareció en muchos bienes en la última medición. La diferencia entre la medida oficial del costo de vida y otras estimaciones se profundizó en los últimos meses.
3 Néstor Scibona, ”El consumo cuenta más que la inflación”, La Nación, 11 de Marzo de 2007.

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