El martes 16 empezó el Congreso de la FUBA. Las primeras actividades convocadas mostraron crudamente la situación en la que se encuentra la federación: una marcha de las más chicas de los últimos años y mesas debate que en algunos casos ni siquiera llegaron a conformarse. Desde la Juventud del PTS nos proponemos desarrollar un fuerte debate en las comisiones que se realizarán en el día que sale este periódico, así como en el plenario de cierre, para dar una pelea por transformar de raíz a la FUBA.

Como fue reconocido hasta por sectores de su propia conducción (La Mella-Marea Popular, PO, Libres del Sur), la FUBA es hoy una cáscara vacía de participación estudiantil. Muchos compañeros/as ni siquiera saben qué es y para qué sirve la federación.

FUBA S.A. o FUBA de organización y lucha estudiantil

La FUBA debería ser la herramienta de organización de todo el movimiento estudiantil. Mientras cientos de estudiantes comenzamos a cuestionarnos qué tienen que ver nuestras carreras con los grandes hechos de la realidad, a luchar por la educación pública, cuando salimos por cientos a pedir justicia por Mariano Ferreyra, a organizarnos por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito, cuando nos organizamos solidariamente frente al crimen social de las inundaciones de La Plata, más queda en evidencia que la FUBA es sólo un sello vacío. Podría ser una gran palanca de organización para pelear por todas estas demandas.

Para la conducción es hoy algo muy distinto: una red de fotocopiadoras con decenas de militantes rentados de sus agrupaciones. En ningún lado se vota democráticamente qué hacer con el excedente, más allá de los discursos de “nuevas prácticas” y “horizontalidad” por parte de La Mella, o “de lucha” por parte del PO, los estudiantes somos para ellos esencialmente consumidores de FUBA S. A. Por eso vemos en cada elección a cientos de militantes movilizados por estas corrientes, que durante el año no están al servicio de la organización del movimiento estudiantil.

Por eso es que casi no existen instancias de discusión y resolución abiertas al movimiento estudiantil. En los últimos 10 años la mayor parte de sus Congresos se han realizado en época de vacaciones. Y cuando se convocan instancias abiertas, como es este Congreso, hacen lo imposible por desalentar la participación, no sea que el movimiento estudiantil participe y cuestione los mecanismos burocráticos, cargos, y fotocopiadoras. Bajo ningún punto de vista se discute la necesidad de que la Federación se ponga a la cabeza de organizar los cursos en las facultades, ser la impulsora de grandes debates sobre el rol de la universidad, ser una referencia frente a los hechos nacionales o estar a la cabeza de apoyar las luchas de los trabajadores y el pueblo.
 
De política mejor no hablar…

Las corrientes que dirigen la FUBA llevan once años diciendo que hacen frentes con el objetivo de evitar que la Franja Morada gane. Bajo ese argumento conviven corrientes como el PO con la cual somos parte del FIT (pero que sus métodos burocráticos y alianzas oportunistas lo han llevado a perder peso en la FUBA), con corrientes semikirchneristas como La Mella y agrupaciones como la CEPA. Por si esto fuera poco, parece que ahora la Franja se metió por la ventana a la conducción, de la mano de la Vicepresidencia de la FUBA, Libres del Sur, que acaba de cerrar un acuerdo con la UCR. Es así que frente al vaciamiento y parálisis al que el PO y La Mella han llevado a la Federación, la influencia de la Franja y el kirchnerismo ha avanzado lo suficiente como para que puedan boicotear a la FUBA, que en sus últimos congresos ni siquiera tuvo quórum. A su vez, dentro del frente de conducción no han avanzado las posiciones de independencia política, sino que es creciente la hegemonía de La Mella, que cada vez tiene posiciones más afines al kirchnerismo. El silencio de Marea Popular estos días frente a los escándalos de corrupción del gobierno K es un gran salto. La política de esta agrupación es funcional al avance K en la universidad, y se ubica como un obstáculo para la construcción de una opción política de izquierda, independiente de los capitalistas y junto a los trabajadores, para dar una salida a la situación nacional favorable a los explotados y oprimidos.
 
Es hora de cambiar el rumbo

Desde la Juventud del PTS apostamos a la más amplia participación estudiantil, y proponemos las medidas elementales para democratizar la FUBA y barrer todos los mecanismos burocráticos. Porque para nosotros los estudiantes no son gente pasiva para votar y consumir en bares y fotocopiadoras, sino un sujeto que, organizado, puede conmover a la universidad desde sus raíces y ser un actor independiente de los capitalistas en la escena nacional.
 
Algunas de nuestras propuestas
 
– Que en las fotocopiadoras de la FUBA y de todos los centros no haya ningún militante rentado.

– Que el 100% de los puestos se sortee entre todos los estudiantes que necesiten trabajar.
– Convocar a un proceso estatuyente para votar un estatuto democrático para la FUBA, tirando por la borda el de la Franja Morada!

 -Congresos abiertos, periódicos y participativos, asambleas interfacultades y organización con mandatos de base desde los centros

– Que el Congreso de la FUBA vote un programa de independencia política frente al gobierno nacional y todas las variantes de la oposición patronal, y por poner la universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.

– ¡Mariano Ferreyra, presente! Seguimos la lucha por el castigo a todos los responsables. El gobierno también fue partícipe del crimen. Fuera Tomada y Noemí Rial de la UBA!

– Que el Congreso vote el llamado a realizar un gran pre-encuentro de mujeres en mayo en Capital que lance una gran campaña por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito, y sea la punta de lanza para la organización de miles de mujeres, convocando a participar a centros de estudiantes, sindicatos, comisiones internas y organismos de derechos humanos. Que el congreso de FUBA se pronuncie a favor de dar la pelea por el carácter resolutivo del Encuentro Nacional de Mujeres.

– Que el Congreso vote el inicio de una gran campaña por la democratización del co-gobierno universitario con mayoría estudiantil, claustro único docente y voz y voto para los no docentes, para que en diciembre al rector no lo elija una pequeña oligarquía profesoral que pone la universidad al servicio de las empresas.

Juventud del PTS UBA