Este miércoles 20 de junio, las 4 de la tarde, 20 trabajadores de la contratista Cadel trabajaban en uno de los silos de Aluar. En esos tambores gigantes se almacena la alúmina, materia prima del aluminio. La loza del techo no pudo soportar los 4.500 kilos de la viga que tenían que colocar los obreros. Se vino abajo. Después de caer 50 metros, 10 trabajadores quedaron sepultados bajo la estructura. La mayoría de los compañeros eran bolivianos.

La noticia recorrió el camino que separa el gigante del aluminio de la ciudad de Puerto Madryn para conmover a todo el pueblo. “Acá hay mucha conmoción, en toda la comunidad, - nos cuenta desde la zona de los hechos el periodista Hugo Pafumi-; la semana pasada hubo un paro histórico en Aluar, después la empresa salió a decir que ‘todo va para adelante’ y pasa esto. Tenemos diez muertos, se dudaba de un desaparecido y hay tres heridos en el hospital. Sólo uno de los trabajadores era de Madryn”.

Como cuenta Pafumi, los trabajadores del monopolio Aluar están luchando. Reclaman un 45 % de aumento de sueldos, ante la miseria del salario obrero y las superganancias patronales. Por eso hace dos semanas realizaron un paro con piquetes y asambleas de 900 trabajadores.

Es una lucha dura. “La subsecretaría de trabajo no viene porque el Ministerio de Trabajo es Aluar”, denuncian los metalúrgicos. Hoy están en conciliación obligatoria.

Los mismos negocios, las mismas muertes

Nacida en 1971 con la ayuda de la dictadura de Agustín Lanusse, Aluar tuvo relaciones carnales con todos los gobiernos. Hoy también. “Ahora tiene beneficios impositivos y de crédito. Muy buenos beneficios. Son 700 millones de pesos que le dio este gobierno. Aluar siempre vivió a costa del Estado”, cuenta Pafumi.

Con ese dinero que le subsidia Kirchner, la empresa está pagando una parte de los trabajos que hoy se cobraron 10 vidas. Con la ampliación quieren pasar de las 270 mil toneladas anuales a 450 mil.

Aluar aumentó sus ganancias con el nuevo modelo del 3 a 1 de Kirchner, porque exporta el 70 % de su producción. Por eso Javier Madanes Quintanilla es un agradecido de la devaluación. Kirchner le devuelve la gentileza: “queremos agradecer la decisión de inversión de Aluar, que es reiterar el compromiso que la empresa tiene con el país y no desde hoy sino hace muchísimo tiempo”. (Página 12, 11/12/2005)
Gracias a esta alianza, el gigante del aluminio facturó el último año 630 millones de dólares.

Los negocios para sus amigos, la muerte para nuestros compañeros
El próximo 20 de julio, Madanes Quintanilla va a inauguar con la presencia del presidente Kirchner la ampliación de su planta en Puerto Madryn. Se van a sacar una foto, ya lo adelantaron. Quieren inmortalizar en la historia el nuevo negociado.

Pero hoy la imagen que conmueve al pueblo de Madryn es otra. Es la imagen del dolor, de la bronca, del abrazo que no alcanza. Obreros bolivianos y argentinos, hermanos de clase, conmocionados por la tragedia.

Diez compañeros muertos, otros tantos heridos. A tres años de la masacre de Río Turbio, otro golpe a la mandíbula para la clase obrera.

Hay que terminar con esto

La burocracia de Gerardo Martínez tuvo la caradurez de convocar sólo a una ‘jornada de duelo’. No esperen ninguna medida de fuerza. Todas las semanas se mueren obreros de la construcción en la Argentina y la UOCRA es responsable. A cambio de coimas y favores, ni controla ni garantiza las mínimas medidas de seguridad. La UOM tampoco hizo nada. Son tan responsables como la dictadura patronal, que el gobierno garantiza con las mismas leyes laborales de los ‘90 y la precarización.
Para acabar con los accidentes de trabajo y las muertes obreras, hay que organizarse. En cada obra, en cada fábrica, en cada empresa. Para imponer comités de seguridad e higiene controlados por los trabajadores. Para terminar con el tercerismo, la superexplotación y el trabajo en negro. Para tirar abajo la ley de accidentes de trabajo hecha a medida de los empresarios.

El sistema de explotación capitalista se cobró una nueva cuota de sangre y muerte. Compañeros Ariel Antonio Areco, Lucio Buendía Flores, Braulio Marquina, Julio Alberto Deslinder, Obdulio Escobar, Agapo Mejía Vidal, Tito Luciano Mamani, Fidel Torrico Ferrufico, Osvaldo Zurita Montaño, Wilder Orellana Borda,¡presentes!