El Segundo Encuentro llamado por la Comisión Interna de Kraft junto a las compañeras de Kromberg, muestra las importantes novedades en los sectores obreros avanzados de Zona Norte, luego de las elecciones y la votación al FIT.

El casi millón de votos al FIT es un “fenómeno político”, pero no es más que “la punta de un iceberg” de un proceso más profundo que expresan los compañeros en las fábricas donde la izquierda (particularmente el PTS) tiene fuerte presencia sindical. En ellas, el 4% obtenido por el FIT en Provincia de Buenos Aires, se multiplicó por 4, 5 e incluso por 10. 

Como una muestra están los casos de Lear y Donnelley, con reuniones y asambleas dentro de las fábricas; o el reparto masivo de boletas en el Turno Noche de Kraft y decenas de anécdotas.

Juan Centurión, Congresal de la Bordó de Kraft explicó porque siendo independiente era candidato del FIT y porque los trabajadores tenemos que hacer política. Sandro Salazar planteó que en Donnelley, “la agrupación Bordó hizo una asamblea llamando “a votar los candidatos del FIT porque son los únicos que luchan en contra de la precarización y en contra de la persecución. Son los unicos que estan en la calle enfrentando estos ataques”. Y así muchos trabajadores más hablaron de política. 

Los compañeros que se reunieron en el encuentro son parte de los que estuvieron en la Panamericana cuando las obreras de Kromberg subieron a la ruta para luchar contra los despidos. Allí estuvieron 60 de Donnelley, 30 de Kraft, 15 de Lear. Muchos de ellos estuvieron en la puerta de Lear cuando fue su conflicto y un gran número de obreros y obreras que se vieron en la calle y la ruta son los que compartieron un gran asado de cierre de campaña del FIT de la Zona Norte organizado por el PTS en el que participó Raúl Godoy, un obrero con gran tradición de lucha pero también un dirigente político de su clase, cuyas palabras impactaron a los presentes. No impacta lo que no es ejemplo, lo que no llama a ser imitado.
 
¿Qué es lo que está naciendo en Norte?

Un movimiento de decenas, quizás de centenares, de obreros que creen que es necesario apoyarse mutuamente a la hora de pelear. Que consideran que los contratados son obreros iguales a ellos, pero con menos derechos. Que saben que hay que pelear por los derechos de las mujeres obreras. Que ven a los estudiantes como sus aliados. Que votan al FIT y a los candidatos obreros de sus fábricas, conscientes de que ese voto es parte de la pelea contra las patronales y la burocracia. 

¿Cuántos son esos compañeros? Muchos más de los que hoy se reúnen. Están los 100 obreros de PepsiCo que enfrentaron a la patota verde que quería hacerles fraude. Hay pequeños núcleos en muchas fábricas incluyendo grandes terminales que expresan este nuevo proceso. Ellos se encuentran en las luchas y los encuentros de organizaciones, pero también comparten parte de su vida social como el campeonato de futbol organizado por los compañeros de Donnelley donde fueron más de 200 compañeros de distintas fábricas. Están en las fiestas y festivales solidarios reuniendo a centenares de obreras y obreros, con sus familias o en las colectas que se hicieron en solidaridad con los barrios populares inundados.                                                
Agrupaciones obreras

Las agrupaciones que el PTS impulsó junto con compañeros independientes durante estos años tienen el desafío de organizar a este movimiento de obreros avanzados de forma amplia.

El sindicalismo de base, que tuvimos el mérito de impulsar durante estos años, llevando a las fábricas las asambleas, la lucha consecuente y la pelea contra la burocracia, empieza a quedar atrás. 

Un nuevo sindicalismo combativo y de izquierda está dando sus primero pasos. Desde el PTS en Zona Norte, tenemos un enorme desafío: ayudar a desarrollar y profundizar este proceso, apostando a organizar a centenares de obreros clasistas que hoy acuerdan en que las luchas que llevamos en común en las fábricas no son distintas a las que damos en las elecciones. Que en ambas enfrentamos a enemigos comunes: la burocracia, las patronales y sus políticos.

Organizar agrupaciones más amplias y extendidas, comités obreros y toda forma de organización que permita la militancia sindical y política de nuevos trabajadores.
 
Partido de trabajadores revolucionario

En el desarrollo y organización de cientos de obreros clasistas, y su fusión con los militantes trotskistas que en estos años avanzamos en conquistar posiciones pero también resistimos la ideología peronista K que hoy está en decadencia, está la posibilidad de formar un partido obrero revolucionario de vanguardia, capaz de prepararse para cuando las inevitables crisis y las luchas decisivas lleguen. 
No hay un muro que impida que los compañeros que se van organizando en agrupaciones comprendan la necesidad de construir un partido de obreros revolucionarios, conscientes, que se apasionan por lo que pasa no solo en el país, sino en el mundo. Que se ubiquen como generales de un comando centralizado que planifica cada batalla para ganar, que saca lecciones de los triunfos y derrotas de nuestra clase.

La actividad de los militantes obreros y estudiantiles del PTS Norte que participan de luchas casi a diario, tiene que estar guiado por este gran objetivo estratégico.