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EL 24 DE JUNIO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Ni Macri ni Filmus: Vote en blanco, nulo o no vaya a votar

El conjunto de las fuerzas de izquierda hemos llamado, desde la Conferencia de Prensa del 15 de junio en el Hotel Bauen, a votar en blanco, a anular el voto o a no ir a votar en el ballotage de la Ciudad de Buenos Aires, el 24 de junio.

Comité de Redacción

21 de junio 2007

El conjunto de las fuerzas de izquierda hemos llamado, desde la Conferencia de Prensa del 15 de junio en el Hotel Bauen, a votar en blanco, a anular el voto o a no ir a votar en el ballotage de la Ciudad de Buenos Aires, el 24 de junio.

El llamado unitario fue respondido por distintos voceros de la centroizquierda que, con matices, salen a decir, enojados, “que así se le hace el juego a la derecha”. Detrás del “banquero comunista” Heller que llamó a los porteños a “asumir con responsabilidad el voto positivo” se encolumnó la llamada “intelectualidad progresista”, haciendo causa común para votar a Filmus, el hombre del Presidente.

El primer argumento planteado es que los votos en blanco o la abstención favorecen a Macri, porque aumentan el porcentaje del candidato más votado. En primer lugar, esto es un reconocimiento de los kirchneristas de que el más votado sería Macri. No creen de verdad lo que dicen sus afiches sobre que “nada es imposible” ya que si el más votado fuera Filmus, los votos en blanco, entonces, pasarían a favorecerlo. Pero el señor Filmus ex funcionario de Grosso y de la menemista Susana Decibe, mantiene hoy su campaña en la Ciudad de Buenos Aires no porque piense que vaya a salir ganador sino porque Kirchner necesita fortalecerse con votos –de cara a las elecciones de octubre– para ayudar a conformar su propia fuerza política en la Capital Federal. Esta “nueva” fuerza política vendría acompañada de personajes como los jóvenes K de Tuta Muhamad, los mismos que patotearon a los trabajadores del Hospital Francés, y de Aníbal Ibarra, el responsable político de la masacre de Cromañón. No se trata, evidentemente, de un problema técnico: el llamado a un voto de rechazo a los dos candidatos, sea cual fuere la modalidad, esta pidiendo un pronunciamiento político independiente.

Por su parte, el sesudo editorialista Pasquini Durán de Página 12 se pregunta: “¿Cuál hubiera sido el destino de Chile si cuando Pinochet convocó al plebiscito la oposición civil, puesto que era una consulta promovida por una dictadura militar, elegía la abstención o el voto en blanco?”. Sencillamente hubiera significado una derrota política de la dictadura y no la legitimación de la constitución pinochetista vigente aún hoy en la democracia tutelada por los militares, que permitió que las FF.AA. puedan homenajear al fallecido genocida con todos los honores, que desde 1990 hasta 2005 el Presidente no pudiera remover a los Comandantes en Jefe (elegidos por las mismas fuerzas armadas), o que aún hasta el día de hoy las Fuerzas Armadas sean “la mayor empresa de Chile”.

La vieja cantinela de que la izquierda le termina haciendo el juego a la derecha también es tomada por Hebe de Bonafini que llamó a “tomar partido” para que no gane “un tipo de la dictadura”. ¿Pero no son justamente estos “progresistas” los que le abrieron camino a la derecha votando leyes juntos, como hicieron ibarristas y macristas con el reaccionario “código de convivencia” de la Ciudad?
Especialmente, no hay que olvidar que –para no molestar o no chocar con el gobierno– los organismos de Derechos Humanos oficialistas, como el de Hebe de Bonafini, se negaron a convocar a una gran marcha por la aparición con vida de Jorge Julio López a manos de los grupos de ultraderecha, lo que hubiera sido realmente un importante posicionamiento político –en las calles-, que hubiera quedado señalado ante la sociedad. Seguramente “un tipo de la dictadura” como Mauricio Macri hubiera quedado mucho peor parado.

Queda para el final de este striptease del progresismo argentino, la actitud asumida por el dirigente Claudio Lozano del Movimiento por Buenos Aires y referente intelectual de la Central de Trabajadores Argentinos. Mientras se abstuvo de opinar sobre la posición de más de un centenar de dirigentes y representantes de la CTA que, encabezados por el docente Hugo Yasky, llamaron a votar a Filmus en segunda vuelta, se ha mantenido en silencio sobre el tema del ballotage luego de pedir a Filmus un “compromiso programático” para apoyarlo. Acaba de decir, para separarse de la izquierda , que “nunca llamamos a votar en blanco y con Macri ni a la esquina”. Su reagrupamiento realizará un plenario para resolver qué posición tomar recién el jueves 21 de junio. Cuando finalice el plenario no habrá ninguna campaña pública por hacer porque habrá empezado la veda electoral. Es decir que Lozano dejó correr el voto a Filmus.

La campaña K que pretende presentarse como lo contrario al “modelo neoliberal de los 90” es doble discurso. En los hechos, gran parte de los actuales kirchneristas –incluido Filmus- y empezando por el propio Kirchner han tenido puestos bajo el menemismo. Y hoy aplican hoy una política que favorece a los mismos grupos empresarios que se enriquecieron en aquellos años, entre ellos –como ya hemos denunciado- al grupo Macri, a quienes dio la concesión del Ferrocarril Belgrano Cargas. Por si fuera poco, “la nueva política” K sigue su curso y se ha vuelto a ver en estos días con la votación de la ley “antiterrorista”, una norma dictada por Bush, que hasta la misma Bonafini tuvo que salir a criticar.

La cuestión planteada ante el ballotage es rechazar estas dos falsas opciones y preparar una oposición independiente que va a tener que enfrentar a Macri con la movilización popular y la lucha de clases, lo único que puede parar cualquier ataque a las libertades democráticas, y dar pasos en la organización de un gran partido de la clase trabajadora.

Prensa

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