Los trabajadores nucleados en los gremios estatales, con la adhesión de otras organizaciones sindicales y de representaciones sociales, culturales y barriales, marcharon por el centro de la ciudad y protagonizaron un acto frente al hospital Castro Rendón, para celebrar el Día Internacional del Trabajo. En medio de una seguidilla de críticos discursos contra el gobierno provincial, el secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Horacio Fernández, convocó a paro provincial de actividades.
La columna, de unas 2.500 personas, partió desde las puertas del hospital Castro Rendón, "hoy la más expresiva bandera de lucha de los estatales neuquinos", según Fernández, para dirigirse hacia la Legislatura a repudiar al gobernador Jorge Sobisch, en momento que daba su mensaje de apertura de sesiones. Previamente, hicieron un abrazo simbólico del nosocomio, como manifestación de respaldo a la huelga que vienen llevando a cabo los trabajadores de la salud.
Con grandes altoparlantes en la caja de un camión y decenas de banderas de todos los colores y tamaños, los manifestantes enfilaron por avenida Argentina y Olascoaga hacia la Legislatura. Una barrera de uniformados -esta vez de tres hileras- cerró paso cincuenta metros antes y evitó que se enfrentaran con los militantes del MPN. El encontronazo no fue más allá de los gestos y los insultos y tras diez minutos de tensión, se diluyó cualquier atisbo de violencia.
Roberto D"Angelo y Baltazar Alvarez por el sector de la Salud, Oscar Ragni por Derechos Humanos, Paula Sánchez por Barrios de Pie, Sergio Remo por los estudiantes universitarios, Mario Cambio por la Corriente Clasista Combativa y otros dirigentes, subieron al palco para rescatar el significado de la jornada y, mayoritariamente, fustigar al gobierno provincial y sus políticas. "Sobisch no tiene ninguna capacidad de movilización, está aislado del pueblo. Se ha creado un mundo donde todo se compra: como actos en todos los puntos del país. Pero la realidad es la de hoy. En su acto frente a la Cámara había poca gente, y pagada, y por otro lado el pueblo movilizado", dijo Julio Fuentes dirigente de ATE, pero a nivel nacional.