El dirigente del gremio docente ATEN Alejandro Castellar, cuya casa fue baleada el sábado último por desconocidos, recibió el respaldo de unas tres mil personas pertenecientes a todo el arco gremial y político opositor, que junto a organismos de los derechos humanos le dijeron "basta" a la escalada de amenazas y agresiones que le atribuyen al gobierno provincial.
La manifestación de la Multisectorial se desarrolló en paralelo al paro de un día de duración que por el mismo motivo y una recomposición salarial lanzó la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Cerca de las 11, los manifestantes partieron desde monumento al General San Martín rumbo al TSJ, donde coparon el frente del edificio y con cánticos fustigaron al máximo tribunal de la provincia, al que se refirieron como "tribunal sobischista de Justicia", al mismo tiempo que arreciaban las críticas en contra del jury al fiscal Ricardo Mendaña.En esta parada, deploraron la falta de avances en las investigaciones tras las denuncias por amenazas contra referentes de la oposición. 
La marcha de ayer fue la tercera con asidero en las intimidaciones, que además de Castellar recibieron el equipo de la Defensoría del Menor y el Adolescente, obreros de Zanon y sus familiares, gremialistas de Sejun, y el diputado Jesús Escobar (Patria Libre).
Sobre el caso del docente, el jefe de la policía provincial, comisario Wálter Cofré, dijo ayer que "no hay muchos datos". 
Afirmó que las pesquisas incluyeron "la hipótesis sindical", en referencia a una posible interna del gremio docente "que fue descartada". Pero afirmó que de los autores de los seis impactos de bala "los vecinos no vieron ni escucharon nada".
Castellar señaló que en el maco de la investigación, ayer, un comisario le manifestó a su espos que "mi filiación gremial le despertaba suspicacias, que no le quedaba claro". Ayer las ramas provincial y Capital de ATEN le atribuyeron nuevamente al Estado provincial "la autoría del atentado". Tras la parada en el TSJ, la columna encabezada por las madres de Plaza de Mayo, dirigentes de la APDH, Castellar, los gremios enrolados en la CTA, y seguida de una decena de organizaciones políticas y el Sindicato de Ceramistas, fue a Casa de Gobierno. Allí tuvo lugar el acto central.
"Yo no creo que el atentado fuera sólo contra mí. Es un escalón más en las intimidaciones. Parece que el gobernador no va a parar hasta que haya un caído. Si piensa que esto va a silenciar a quines luchamos, le digo que está muy equivocado", dijo Castellar en medio de su discurso. 
El secretario general de la CTA, Horacio Fernández sostuvo que "tenemos que organizar nuestra propia defensa y cuidado de cada uno de nosotros. Si quieren guerra la van a tener", advirtió. 
Enseguida el dirigente de la Corriente por los Derechos Humanos de Río Negro y Neuquén, Oscar Ragni, le demandó "al gobernador que termine con las intimidaciones, que dé respuestas a los múltiples reclamos, que dé la cara y no se esconda en su cueva de Alí Babá, resguardando a sus 40 ladrones". 
Por último, antes del cierre del acto, Raúl Godoy en representación de los obreros de la cerámica Zanon, dijo que la contestación"a las bandas parapoliciales debe llegar fruto de la unidad de todos los trabajadores y luchadores sociales".