NEUQUEN (AN).- Por momentos el aire cambió su tonalidad, sobre todo cuando los oradores de turno reivindicaron sus luchas y fustigaron a los gobiernos de turno -sobre todo al de Jorge Sobisch-. La mecha terminó de encenderse con León Gieco y Ciro Pertussi sobre el escenario, haciendo delirar a cerca de 10 mil personas, apuntalando una concepción ideológica que se para en la vereda de enfrente, desafiante y alerta. 
El playón de la cerámica Zanon fue un hervidero ayer por la tarde-noche. Fueron tiempos de folclore y rock and roll, de ayuda y solidaridad. Momentos emotivos se cruzaron con gritos de furia; cuerpos vibrantes chocaron sudorosos, alegres, se transformaron en resortes, sintiéndose alados. 
No se ven policías. La excelente organización del espectáculo decidió que también la seguridad estaría "bajo control obrero" y la apuesta le salió redonda. No se produjeron incidentes pese a la marea de gente d elas más variadas edades que presenciaba el espectáculo y recorría los variados puestos de panchos y choripanes, entre otros, que poblaban el recinto de la fábrica. 
Una pantalla gigante permite seguir todo el espectáculo, pero también visualizar imágenes del trabajo en la fábrica y la historia de la toma. "Zanon está de pie", ruge un alarido sin un destino cierto, hacia todos y hacia nadie. Entonces, cerca de las 21.30 escala el escenario Rubén Patagonia y la primera ovación baja como lava ardiente. Entonces ya nadie tiene dudas. Este festival solidario dará que hablar.
Y así es, porque Raly Barrionuevo ve a sus campesinos en las figuras de los hombres con chaquetas color "caqui" -hace falta decir que hablamos de los ceramistas- y les dedica cada una de sus canciones, de casi todos los discos y sobre todo del último, "Ey, paisano".
La música, la política y la realidad son hermanas de diferentes padres, y eso se nota. Se nota en este evento, en cada bandera, en las palabras de la mayoría de sus asistentes, en los ojos de los organizadores, en las canciones que dejan escapar Patagonia, Barrionuevo y... León Gieco y Ciro Pertussi. Sí, los dos juntos, cantando por los obreros de Zanon. 
Pero también por el nenito Emanuel Cuello, cantando por la vida, porque al fin y al cabo es lo más importante. El relato de sus abuelos refuerza el mensaje solidario. Para sumar, los obreros produjeron un cerámico con el almanaque 2005, que se vende a beneficio del pequeño. 
Que León está, Ciro también, Raly apoya, Patagonia se suma, César Cabezas y la compañía de danzas de Neuquén adhieren. La música es la vía, pero la gente, las miles y miles de personas que convulsionan la fábrica les agradecen eso. Qué estén, que no se olviden, que canten con la misma fuerza "Setentistas" que "Sólo le pido a Dios".