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Mundo Obrero

DESPIDOS Y REBAJA SALARIAL

Moreno no la puede dibujar en Massuh

Hoy la situación es gravísima y la planta está paralizada. La crisis desencadenada a partir de la reciente quiebra judicial muestra las verdaderas intenciones de Guillermo Moreno y el gobierno: sacarse el problema de encima haciéndoles pagar la crisis a sus obreros.

PTS

20 de mayo 2010

“Si los problemas que tuvo la fábrica hubieran ocurrido en 2001 hubiera sido imposible su recuperación”. ¿Quién lo dijo? Néstor Kirchner a los trabajadores de Massuh en mayo de 2009.

Hoy la situación es gravísima y la planta está paralizada. La crisis desencadenada a partir de la reciente quiebra judicial muestra las verdaderas intenciones de Guillermo Moreno y el gobierno: sacarse el problema de encima haciéndoles pagar la crisis a sus obreros.

La propuesta de Moreno no deja lugar a dudas: el fideicomiso se disuelve (disolviendo el contrato que aseguraba estabilidad laboral hasta noviembre de 2011) y la salida que el gobierno “popular” ofrece es un fuerte ajuste echando a más de 100 trabajadores, reducción salarial y la conformación de una especie de cooperativa trucha a la espera de un inversor privado. Luego de salvar al estafador Massuh por medio del fideicomiso y sin haber tomado una sola medida en serio para reactivar la producción, el Estado busca que sean los obreros quienes capitalicen la fábrica autoajustándose y por esa vía hacerla “rentable” para que la agarre otro empresario.

El año pasado, ante las ilusiones que despertaban en los compañeros los versos de Moreno y Kirchner, desde el PTS advertíamos: “Se trata de una maniobra encubierta del matrimonio gobernante, que en plena campaña electoral recurre a promesas demagógicas. Lejos de estatizar la planta y ponerla a funcionar bajo gestión de sus trabajadores, le está tirando un salvavidas al empresario”.

Los trabajadores vienen rechazando el corte de energía, pero al cierre de esta edición EDESUR logró cortar la luz. Recién el martes 18, luego de movilizarse al fideicomiso y al Ministerio de Trabajo, lograron que se les pague la quincena adeudada. Son momentos decisivos y la confusión es grande.

Unidad para enfrentar el ajuste

A la banda de Moreno se le sumó la intervención del ministro Tomada para evitar que estalle el conflicto. Las reuniones se suceden pero la solución no aparece. La burocracia del sindicato papelero que permitió el vaciamiento de Massuh ahora “rechaza” el ajuste, pero trabaja por la vuelta de un privado. En el colmo de la caradurez se negaron a llamar a la más mínima medida de fuerza en apoyo de los compañeros.

También terció el municipio de Quilmes, que fue cómplice avalando y participando de la truchada del fideicomiso. El Barba Gutiérrez, preocupado por el costo político, difundió su intención de “salvar” a la papelera mediante la conformación de una UTE.

Las representaciones de los trabajadores (jornalizados y mensualizados) van detrás de uno u otro actor sin centrarse en la cuestión principal: organizar la fábrica comenzando por reactivar las asambleas resolutivas, donde se fije un pliego de reivindicaciones y un plan de lucha. Hay que partir de la defensa de las conquistas elementales como el empleo y el salario, ningún despido abierto o encubierto, no a la rebaja de sueldos y exigir al gobierno que, partiendo de respetar el acuerdo de hacer funcionar la fábrica hasta el 2011, se haga cargo poniendo el dinero necesario para reactivar la planta, expropiándola y poniéndola a funcionar bajo gestión de los trabajadores.

Hay que votar una comisión con compañeros de todos los sectores para superar las divisiones existentes. La unidad es la única garantía para enfrentar con éxito el ajuste.

En Quilmes se recuerda la determinación de los obreros de Massuh cuando el año pasado se plantaron en defensa de sus puestos de trabajo. Llamamos a todas las organizaciones solidarias a lograr un amplio apoyo activo para que los trabajadores triunfen.

Corresponsal


OPINION: “Tenemos que volver a pelear como antes”

La situacion es grave. Hoy nos encontramos con que el fideicomiso se quiere disolver. Nosotros tenemos un contrato que tienen que cumplir y supuestamente ahora quieren negociarlo las dos internas. Es una burla, hace un año prometieron una cosa y hoy se lavan las manos. La única solución es volver a pelear como antes, recuperar la unidad con todos los compañeros. No tenemos que permitir que las internas sigan dividiendo, creando expectativas en una resolución absurda porque negociar el contrato implica aceptar quedar en la calle como un desocupado más.

El único que se puede hacer cargo es el Estado porque tiene los fondos y puede hacer rentable la fábrica, no sólo a nivel comercial sino para la comunidad. Para mantener todos los puestos de trabajo hay que nacionalizarla. Si viene un privado ya sabemos que a más de la mitad la dejan afuera y a la otra le suprimen el sueldo. No lo podemos permitir.


Trabajador jornalizado de Massuh

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