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INTERNACIONAL

“DEMOCRACIA” BAJO BOTA MILITAR Y CRISIS DE LEGITIMIDAD DEL RÉGIMEN.

México: las elecciones tras la desaparición de los normalistas

Las elecciones del domingo 7/6 en México, convocadas para renovar la totalidad de la Cámara de Diputados, nueve gobernaciones y otros cargos locales, buscaban legitimar al régimen político que está profundamente cuestionado.

Rosalío Negrete

11 de junio 2015

México: las elecciones tras la desaparición de los normalistas

Las elecciones del domingo 7/6 en México, convocadas para renovar la totalidad de la Cámara de Diputados, nueve gobernaciones y otros cargos locales, buscaban legitimar al régimen político que está profundamente cuestionado.
Tras el movimiento por la aparición con vida de 43 Normalistas, que denunciaba al Estado como responsable y reclamaba la caída del gobierno de Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el régimen político mexicano venía necesitado de una relegitimación a través del voto. Este cometido debía cumplirse a cualquier costo y por eso hubo un amplio despliegue represivo que tuvo sus expresiones más duras en Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas.
En estos estados, varias secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la Coordinadora de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), los padres de los 43 y diversas organizaciones, realizaron acciones de boicot electoral, denunciando las elecciones, reclamando por la aparición con vida de los 43 y por la cancelación de las reformas estructurales, incluida la educativa.

La jornada electoral fue garantizada con el peso de la bota militar y policiaca. El saldo: el asesinato de Antonio Vivar, joven de Tlapa, Guerrero, a manos de la Policía Federal, y más de un centenar de detenidos.

Panorama contradictorio para el régimen
A primera vista, el resultado de la jornada electoral favorecería a Peña Nieto y al PRI, que contuvo las acciones de boicot y triunfó en 5 gobernaciones. Con el 29% de los votos y en conjunto con su aliado, el Partido Verde (7%), tendría la mayoría simple en la Cámara de Diputados. Sin embargo, el PRI perdió la gobernación de Nuevo León y la alcaldía de Guadalajara, dos de las entidades más importantes por su concentración industrial y ser históricos bastiones priistas. Por su parte, el PAN, el otro partido de la derecha tradicional, sólo obtuvo dos gobernaciones (Querétaro y Baja California Sur), con 20,89% de los votos emitidos para diputados federales.
Además, no hay que perder de vista que ambos partidos cayeron en el porcentaje obtenido respecto a las elecciones anteriores y las últimas intermedias, perdiendo posiciones en la Cámara de diputados.
En tanto que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sufrió una debacle, con el 10% de votos. El PRD venía duramente cuestionado por su papel en la desaparición de los 43 normalistas. Desde su fundación actuó como sostén “por izquierda” del régimen político y en los últimos 3 años se alió con el PRI y el PAN en el Pacto por México para impulsar las reformas estructurales.
Esta crisis sacude al conjunto del régimen político, que desde el 2000 tenía su fundamento en la “alternancia” entre estos 3 partidos y ve mermada la capacidad de contención del PRD ante procesos de la lucha de clases.

Pérdida de legitimidad y crecimiento del MORENA
Por otro lado, distintos fenómenos políticos dieron cuenta del desprestigio y crisis de representación de los partidos patronales, como la alta abstención o los intentos de boicot ya mencionados.
También, aunque de forma distorsionada, el voto por candidatos independientes o partidos políticos emergentes, fue una de las maneras en que se expresó la crisis de representación, más allá que varios de estos candidatos son personajes estrechamente ligados a grupos empresariales.

Otro resultado importante en estas elecciones fue el fortalecimiento del partido Morena liderado por Andrés Manuel López Obrador, que capitalizó la caída del PRD y se posiciona como 4ª fuerza política a nivel nacional, logrando mayoría en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y en 5 delegaciones de la misma, con el 8% de votos nacionales, solo 2 puntos detrás del PRD.
Morena apostará a ganar el respaldo de aquellos que no se sienten representados por los partidos tradicionales, posando como la oposición al gobierno. Está por ver si Morena logra ocupar el lugar de “izquierda” del régimen dejado por el PRD.

Escenario inestable, las luchas posibles
Desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas, hicimos una activa campaña por la anulación del voto con consignas como #Faltan43. Esto lo impulsamos desde La Izquierda Diario y con actividades en centros de trabajo y plazas públicas, abriendo esta discusión con miles de trabajadores y jóvenes y debatiendo con los principales intelectuales de Morena. La anulación fue otra de las formas en que se expresó la desconfianza con las instituciones y rondó un importante 5% de la votación.

Las expresiones de repudio, aunadas a la imagen represiva que dejó el despliegue de las fuerzas militares y policiales para blindar las elecciones, sin duda golpea la imagen “democrática” del régimen. La crisis de legitimidad política no ha sido resuelta y la militarización y la “guerra al narcotráfico” continuarán generando descontento. El magisterio anunció que continuará las movilizaciones contra la reforma educativa. Esto, junto a las luchas recientes de otros sectores podría impulsar la salida de sectores aún más amplios.
Al calor de estos escenarios es que estará planteado dar pasos audaces en la construcción de una fuerte organización socialista y revolucionaria, por lo que lucha el MTS.

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