EL MARTES 16, Pino Solanas y Claudio Lozano, candidatos a presidente y primer diputado nacional respectivamente por el Proyecto Sur, montaron una caravana electoral que pasó por el INDEC. Un sector de trabajadores, se acercaron porque simpatizan con sus candidaturas. También estaban delegados y dirigentes de ATE que –distinto del sector de la CTA abiertamente kirchnerista encabezado por De Petris- se referencia con Claudio Lozano. ¿Es esta una nueva expresión del “Movimiento Político y Social” que Lozano viene promocionando hace tanto tiempo junto a Víctor De Gennaro?
Esto de mezclar los intereses de los trabajadores con políticos que provienen de la centroizquierda (recordemos una vez más: Solanas creó el Frente Grande junto a Chacho Alvarez) tiene sus consecuencias. Recordemos.

Un poco de historia nacional

El candidato a vicepresidente que acompaña a Pino es Angel Cadelli, dirigente histórico de la lista verde de ATE en el Astillero Río Santiago, la única fábrica del país cuyos trabajadores impidieron la privatización menemista. ¿Qué hacía Cadelli cuando había que defender las “banderas nacionales” contra la entrega de las privatizaciones, de las que hoy hablan en la campaña? En 1995 estaba en la misma agrupación de Víctor De Gennaro que pactó con Duhalde la liquidación del cuerpo de delegados de secciones del Astillero, la organización que había sido fundamental para resistir las privatizaciones menemistas.
Pero hay más, en 2004 Cadelli y el gobernador Solá volvieron a la carga intentando modificar la figura jurídica del Astillero para transformarlo en Sociedad del Estado, dejando así una puerta abierta para la privatización o la asociación con empresarios privados. Y en la gestión del kirchnerista Urien, Cadelli fue vicepresidente, cuando intentó despedir a 26 trabajadores en enero de 2006, objeto impedido por la movilización inmediata de los obreros. ¿Con qué moral hablan hoy de la recuperación del petróleo, el gas, la minería para terminar con la “entrega nacional”?
Cuando Solanas fue electo diputado nacional porel Frente Grande en 1993 le prestó un gran favor a Menem. Apenas asumido se vio ante la solicitud del Ministro Corach de intervenir la provincia de Santiago del Estero –donde los trabajadores estatales protagonizaron la primera sublevación bajo el menemismo- con el actual gobernador trucho de Córdoba Schiaretti acompañado por la gendarmería. Junto a Chacho Alvarez y Graciela Fernández Meijide Pino votó a favor. En 1994 dieron quórum para la votación de la reforma constitucional que sancionó la reelección del riojano y la provincialización del petróleo y el gas, profundizando la política privatizadora.

Ahora Solanas, habiendo sido kirchnerista de la primera hora, denuncia que “Kirchner transó” (¿Cuándo? ¿Se olvidó que Kirchner fue uno de los gobernadores de las privatizaciones del petróleo en Santa Cruz bajo el reinado menemista?)
Solanas tiene una larga historia de desencuentros con los llamados “proyectos de desarrollo nacional”. Durante el gobierno de Frondizi y Frigerio (1958-1962), Solanas prestaba sus servicios como secretario privado de Julio Canesa, director de Gas del Estado, a pesar de los contratos leoninos adquiridos con las grandes multinacionales mediante los cuales se les otorgaba la explotación de áreas petroleras ya previamente descubiertas por iniciativa estatal, con pozos en producción y planes en desarrollo en marcha para la extracción. ¡Una monumental estafa al erario público! Después de haber sido parte de la entrega de los hidrocarburos,

Solanas concluye que “hace falta volver a la gran política de Estado que todos los gobiernos compartieron entre 1907 y 1989” (www.larazon.com). Sin la administración de los trabajadores de la industria nacionalizada de los hidrocarburos la “novedosa” propuesta del nacionalismo de Solanas es reeditar el camino de los gobiernos conservadores y dictatoriales que hicieron de YPF –durante esos años- una “patria contratista” en beneficio de los grandes empresarios, la política que generó las condiciones para la privatización.

Abramos el debate

Los compañeros que dentro de ATE y la CTA se referencian en Claudio Lozano (y ahora en Solanas) se verán en la disyuntiva, apenas asumido el gobierno de Cristina, del intento de la dirección oficialista de Yasky y De Petris de disciplinar a sus gremios detrás del Pacto Social junto a la CGT y los empresarios de la UIA. ¿Cómo enfrentar esta ofensiva para imponer y para mantener los topes salariales, el empleo precario y las mentiras de la intervención del INDEC?
Con muchos trabajadores de ATE coincidimos en que hay que prepararse para enfrentar este escenario. Cuando más rápido se independicen los trabajadores de falsas opciones como la de Solanas y busquemos la unidad de las comisiones internas, agrupaciones opositoras y organizaciones de lucha en una política independiente de los trabajadores, mejor estaremos para enfrentar el pacto social del gobierno y los gordos de la CGT.