Si Kirchner quiere, tiene la presidencia del Partido Justicialista a su disposición." La frase la dijo ayer en la intimidad Eduardo Duhalde ante un grupo de gente que lo visitó en Montevideo, Uruguay, sede de su cargo en el Mercosur. Entre esos visitantes estuvo Hugo Moyano, uno de los titulares de la CGT.
No es nueva la intención del bonaerense de convencer a Kirchner para que asuma como titular formal del PJ nacional. Duhalde y otros referentes del peronismo creen que el Presidente debe hacer esa movida como un gesto concreto hacia el partido que, dicen, viene facilitando una acción de gobierno sin sobresaltos al Ejecutivo.
Según difundieron fuentes sindicales luego de la reunión, Moyano le habría pedido a Duhalde que se postule para presidir el poderoso PJ bonaerense y que el año que viene encabece la lista de candidatos a senadores nacionales por la Provincia.
Fuentes muy ligadas a Duhalde negaron anoche a este diario que se haya hablado de estos temas en el encuentro. De todos modos, el ex presidente es, en los hechos, el conductor del PJ provincial, una estructura aceitada y con probado poder de presión.
Como sea, el dato llega en momentos en que, según fuentes partidarias, se cocina una suerte de acuerdo de convivencia entre Kirchner y los caudillos del PJ a los que el Presidente ha venido hostigando verbalmente desde que asumió. Se busca, abundaron los voceros, un equilibrio posible para afrontar las legislativas de 2005.
Kirchner ya dio señales públicas en este sentido e incluso avanzó en una reivindicación del rol de los partidos tradicionales, lo que incluye, claro, al radicalismo. Es un giro visible en el discurso presidencial.
La presencia de Moyano en Uruguay se debió a que asistió a una reunión de dirigentes de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, una mesa que se reunió con Duhalde en el marco de una ronda de consultas para compatibilizar las leyes laborales y previsionales de los países del bloque.
Aquellas conversaciones dentro del peronismo buscan delinear el siguiente esquema:
Duhalde presidiría el PJ bonaerense secundado por José María Díaz Bancalari, una figura potable para Kirchner. El lunes, el partido fijó un cronograma electoral con el 21 de noviembre como fecha para las internas. Enseguida circuló la versión de la candidatura de Duhalde para la presidencia.
Es una forma de evitar el armado de listas en contra de los sectores que quieren tener injerencia en la conducción partidaria. Empezando, por ejemplo, por Felipe Solá. Lo más probable es que Duhalde, al final, deje el sillón a Díaz Bancalari.
Lo dicho: Kirchner aceptaría presidir el PJ nacional, como en los 90 lo hizo Carlos Menem.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, encabezaría un espacio en el PJ porteño, bendecido por Kirchner y por Duhalde, que buscaría quedarse con el control del partido —hoy intervenido por la Justicia— cuando éste se normalice.