Con el corte total de la Av. Díaz Vélez, frente a la emblemática fábrica de chocolates FelFort, el martes 15 comenzó la campaña por la reincorporación de los obreros y obreras despedidos y por la efectivización de todos los contratados. Junto a los despedidos estuvieron organismos de DD.HH., la Comisión Interna de Pepsico y de Kraft – Terrabusi, los estudiantes combativos del CEFyL y otras comisiones internas y delegados.

Todos los medios cubrieron la protesta. Esta vez fue la lucha contra los despidos en Felfort la que ocupó la pantalla y no las excentricidades de Ricky.

En la fábrica del “chocolatinero”, donde 500 obreras y obreros producen en jornadas agotadoras y pésimas condiciones laborales para que la patronal facture millones, crece la bronca y la indignación. Mientras afuera aumenta la solidaridad con los trabajadores y trabajadoras.

Es que la prepotencia patronal no tiene límites. Después del acuerdo en el ministerio, la patronal no solo no efectivizó a los contratados sino que además, en una verdadera provocación, echó a más de una decena de obreras y obreros, mientras sigue tomando nuevos por agencia.

Los despedidos no piensan quedarse de brazos cruzados, aunque el sindicato dirigido por Daer los está dejando solos. La Comisión Interna está evaluando qué medidas tomar dentro de la fabrica

Con el cinismo que la caracteriza, Marta Fort salió a responder: “Mis obreros no reclaman por la exposición de mi hijo. Los que reclaman no le perdonan el éxito. La gente que está cortando no es parte de la empresa. Es gente de izquierda. Los obreros de mi empresa son un amor y quieren trabajar. ”
Sin embargo, la exposición de su hijo, echó leña al fuego. Habría que preguntarle a la señora Marta cómo interpreta el abucheo generalizado que recibió en una fiesta de fin de año, cuando ella salió a alabarlo.

Ricardo Fort acaba de adquirir una nueva propiedad por 6 millones de dólares, monto equivalente a lo que un obrero de Felfort llegaría a cobrar trabajando…800 años. ¿Qué puede pensar un trabajador que cobra $2.000 mensuales de su patrón que trata mejor a sus botas que a él? Los trabajadores sí quieren trabajar, pero en mejores condiciones, sin persecuciones y con estabilidad. Y justamente cuando pelean por sus derechos, la familia Fort los echa como material descartable.

Los trabajadores despedidos ya empezaron a recibir cientos de firmas en solidaridad con ellos, de referentes de organismos de DD.HH., sindicales y estudiantiles.

La causa de los trabajadores y trabajadoras de Felfort debe ser una causa nacional contra las leyes vigentes de flexibilización laboral heredadas del menemismo, sostenidas y avaladas por los Kirchner.

Cualquier persona que repudie la ostentación de Ricky Fort, cualquiera que entienda que la base de su fortuna se funda en la súper explotación de “sus” trabajadores, debe apoyar activamente a los obreros despedidos en su lucha por la reincorporación y contra el fraude laboral de familia Fort.

DESDE ADENTRO

Más de 200 son las firmas que juntaron, a pesar de las persecuciones, los aprietes y el miedo a futuros despidos, los trabajadores de Felfort en apoyo a sus compañeros de despedidos.

Desde dentro de la planta, decenas de mensajes de textos fueron llegando en apoyo al corte. Otros trabajadores, escapándose de los supervisores, subieron a lo azotea para saludar a los que estaban en la calle. No cabe dudas, en Felfort y después de 70 años, las cosas empiezan a cambiar…