Mafissa-Manufactura de Fibras Sintéticas- compuesta actualmente por 400 empleados, vivió a lo largo de su historia varios lock out y sufrió en diversas ocasiones cambios de nombres aunque no de dueño. Así, fue la hilandería Olmos, después Petroquímica Sudamericana hasta llegar a la actualidad. Con una patronal encabezada durante los ’70 por Jorge Curi (padre), una empresario vinculado a la dictadura militar argentina, corresponsable de 15 desapariciones forzadas de personas, todos trabajadores de su fábrica.

Hoy está al frente de la fábrica Jorge Emilio Curi (hijo), quien de la mano de la burocracia sindical de la AOT, intentan desarmar la organización obrera generada como respuesta a la explotación y las malas condiciones de trabajo. Jorge Emilio utiliza como justificación una crisis que no existe, pero sí revela una ley de rigor ambicionada por los capitalistas: máxima ganancia, mínima inversión.

Por su parte, los socios de Curi en funciones sindicales de la AOT, ya en el ’94 se distinguían por su fidelidad al patrón. Fue entonces que el sindicato encabezado por Romero, secretario general y Gallos, secretario de la Comisión Interna, armaron una maniobra que empujó a los trabajadores a un abismo, culminando con una derrota que se cobró 70 despidos. Así se transmitió, de luchador a luchador, para no repetir la experiencia y de ese modo lo expresan hoy los más jóvenes.

La lucha, origen y desarrollo

En esta etapa, la lucha se reinició hace tres años, cuando los obreros reflexionaron sobre las malas condiciones en las que se encontraban trabajando. Cobraban 2,11 pesos la hora, sin recibir los aumentos salariales otorgados por el gobierno, conducidos por un sindicato cuyo verdadero titular era el dueño de la fábrica. Frente a esta situación, decidieron organizarse enfrentando así a una patronal, que acostumbraba emplear a trabajadores contratados por ocho y diez años, de los cuales más del 70 por ciento malvivían de contratos basura.

Es así que en un intento de romper con tanta división entre efectivos y contratados, los trabajadores proponen unificarse y comenzar primero con el reclamo en las asambleas (donde debías tener por lo menos ocho años trabajando para poder opinar). Allí exigen al ministerio de Trabajo la presencia de veedores en cada reunión. Esto lleva a los primero despidos del 2005.

La respuesta no se hizo esperar, cada día una empecinada fila de trabajadores en el portón de la fábrica reclamaba por sus compañeros despedidos. De ese modo, logran las reincorporaciones y las primeras efectivizaciones. El triunfo le otorga a la lucha la fuerza necesaria para que un año después, en septiembre, se convoque a elecciones y se materializa la recuperación de la Comisión Interna, a pesar de los sucesivos intentos de fraude de la burocracia.

Ya en el 2006/7, comienza un periodo en el que la Comisión Interna es verdaderamente representativa de los trabajadores, por primera vez conocen el Estatuto de trabajo y cuáles debían ser las condiciones en el que se desarrolle la actividad. En los primeros pasos de la Comisión Interna exigen que se termine con los contratos basura, mejoras en seguridad e higiene y aumento salarial.

Al cumplir seis meses, el 21 de mayo del año pasado, la CI comenzó la lucha por la canasta básica familiar, paros a convenio, trabajo a convenio y paro de dos horas que desembocó en un lock out patronal.

Como réplica los obreros permanecieron durante 42 días dentro de la fábrica. Cuando culminó la negociación, se contaban entre los logros: el 32 por ciento de aumento, rompiendo el techo salarial histórico, y que queden de los 280 contratados solo 11. Este desenlace dejo a la patronal con la sangre en el ojo y no les dio tregua a sus empleados. De ese modo, sumó a su historial 103 despidos más y un plan de restructuración a fondo, para sacarse de encima a la Interna y a los compañeros más participativos.

La represión

El 27 de noviembre, los trabajadores inician una ocupación durante 20 días de la fábrica en reclamo de los despidos, a esto deviene un acampe en frente de la empresa de aproximadamente 80 obreros, y reocupan el establecimiento nuevamente. En respuesta el ministerio de Trabajo emite una conciliación obligatoria, donde retraía todo al principio, cuando comenzaron los despidos.

El 18 de abril comenzó la represión. Raúl operario de la fábrica desde hace varios años contó su vivencia: ’Recibimos la noticia de una cautelar del juez Arias, que planteaba que la concesión obligatoria estaba bien, que los trabajadores tenían que volver a trabajar. Dos horas después recibimos un brutal operativo de más de 700 policías, cortando todo el barrio en 40 cuadras a la redonda, estuvieron baleándonos más de 25 minutos. Logramos organizarnos en el sexto piso de la fábrica y resistimos 9 horas arriba (desde las 5 de la tarde hasta las 3 de la mañana) y debatimos todas las negociaciones que nos hacia el gobierno: salir por la puerta de atrás o mandar los compañeros al frente. Pero nosotros elegimos salir todos abrasados bajar los seis pisos y enfrentar al Grupo Halcón’.

A su turno, Hernán –titular de la CI- indicó que ’a partir de ahí empezó una requisa, nos esposaron y nos fueron llevaron a la DDI que es la policía de investigación de La Plata. Empezó el periplo de la cárcel, nos dividieron en 15 comisarías, estuvimos desde el jueves a la madrugada hasta el domingo a la mañana, cuando salieron los primeros compañeros. Luego de horas de infierno, nos reorganizarnos en la puerta de la fiscalía y es el día de hoy que seguimos saliendo a la calle, cumplimos una semana y un día de acampe frente a la casa de gobierno.

Nosotros exigíamos una respuesta que no sea represión, el gobierno de Scioli y el de Kirchner eligieron eso y también eligieron obviamente quebrar nuestra voluntad. Estamos orgullosos de que no hayan quebrado nuestra organización, que hayamos logrado esa unidad y esa fortaleza para que no nos quiebren la voluntad.’

Por este hecho quedaron 18 trabajadores procesados con sobreseimiento por coacción agravada y daño calificado. La carátula de la causa la dictaminaron dos jueces que compartieron lista con Patti en el 2005, uno como senador y otro como diputado provincial.

’Fijate que estamos peleando en condiciones desiguales: ’la ’justicia’ nos tiró coacción agravada y daño calificado, tenemos 18 procesados y la principal prueba de nuestro delito es una arma de juguete que algunos de nuestros hijos utilizan para jugar’, remarcó Raúl.

’Nuestras mujeres y el apoyo social’

Una de las cosas más grandiosas que vive este reclamo es el protagonismo de la comisión de mujeres y familiares. Fueron ellas, sus esposas, compañeras, hermanas, amigas e hijos quienes ocuparon la calle y se hicieron presentes en cada jornada, se encadenaron en frente a la gobernación y llevaron adelante la lucha poniéndose la mochila de Mafissa confeccionadas especialmente para la lucha.

Otro hecho que hace posible ’que la lucha se sostenga es el apoyo social que reciben. Como sostiene Hernán: ’tenemos que agradecer a las organizaciones sociales, organismos de derechos humanos y partidos de izquierda que colaboran más activamente poniéndole el cuerpo con nosotros en el acampe y con todas las acciones que llevamos adelante. En lo que respecta a la sociedad colabora más en los aportes al fondo de huelga o con alimentos y firmas de petitorios.

Venimos teniendo muy buena respuesta del conjunto de la sociedad por suerte. Por eso son tan importantes los vínculos con todos los luchadores, creemos que la solidaridad va a vencer al despojo y a la mentira’.

Ayelen Stroker

AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH