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Según Marx...

Lucha sindical y lucha política. Nota III: la lucha por el salario y sus límites

22 de junio 2006

En esta columna vimos que, ante la voracidad de los capitalistas, los trabajadores están obligados a salir a la lucha para limitar la explotación. Cotidianamente, deben luchar para que su salario no caiga por la inflación o la presión de los patrones. También vimos que otro terreno de disputa es la duración de la jornada. Durante el siglo XIX se desarrollaron grandes luchas por limitarla –que se extendieron durante el siglo XX. Para triunfar fue necesario avanzar en la unidad de las filas obreras, contra las divisiones que crean los capitalistas. Si aún en la más pequeña lucha, los patrones se aprovechan de las divisiones para oponer un sector a otro (por ejemplo, efectivos y contratados, o usando a los desocupados como amenaza), más importante aún es la unidad en las grandes luchas. 
Marx agrega que la limitación de la jornada “nunca se ha reglamentado sino por ingerencia de la ley. Sin la constante presión de los obreros desde fuera, la ley jamás habría intervenido…este resultado no podía alcanzarse mediante convenios privados entre los obreros y los capitalistas. Esta necesidad de una acción política general es precisamente la que demuestra que, en el terreno puramente económico de lucha, el capital es la parte más fuerte.”1 No sólo la unidad, sino la acción política independiente, son las vías para responder a la mayor fortaleza de los capitalistas como dueños de los medios de producción.
Pero las conquistas obtenidas por los trabajadores no están para nada aseguradas. Tanto las crisis económicas como los ataques de los capitalistas, pueden quitar lo que fue ganado en la lucha. En los últimos años en Argentina y otros países perdió vigencia la jornada de 8 horas. Los salarios están hoy más bajos que hace 20 años, y los empresarios y sus representantes políticos constantemente buscan poner fin a las conquistas obreras. Incluso cuando los obreros logran mantener sus condiciones de vida, los capitalistas siguen mejorando su situación (a pesar de las crisis), por lo que los trabajadores se empobrecen en relación a los patrones, cayendo su salario relativo.
Por eso, los trabajadores no pueden confiar en mejorar paulatinamente su situación sin resistencias y ataques de los capitalistas, que lucharán por defender y aumentar sus ganancias. Entender que este es un límite insuperable bajo el capitalismo, para mejorar la situación de los obreros, llevó a un trabajador del subte que hizo el curso Para entender la explotación capitalista2 , a plantear que “la pelea tiene que ser contra el capitalismo”. Como dice Marx “la clase obrera no debe exagerar a sus propios ojos el resultado final de estas luchas diarias. No debe olvidar que lucha contra los efectos, pero no contra las causas de estos efectos; que lo que hace es contener el movimiento descendente, pero no cambiar su dirección…en vez del lema conservador de ‘¡Un salario justo por una jornada de trabajo justa!´, deberá inscribir en su bandera esta consigna revolucionaria: ‘¡Abolición del sistema del trabajo asalariado!´”3  
Otro trabajador presente en el curso, reivindicó que tanto en el libro como en la práctica cotidiana del PTS, no aparecen separadas, como “dos niveles”, la pelea política y la sindical. Es que no sólo peleamos audazmente en cada conflicto por su triunfo, sino que nos proponemos acercar a los compañeros más destacados a la teoría marxista, y entender porqué es necesario terminar con la explotación capitalista.
Marx, desde el Manifiesto Comunista, planteó que hay que acercar a los trabajadores las herramientas para comprender –en pos de su transformación revolucionaria- los fundamentos ocultos de la sociedad capitalista. Contra la subordinación de los trabajadores a los políticos burgueses o pequeño burgueses, los revolucionarios aspiramos al desarrollo de dirigentes obreros marxistas que en cada enfrentamiento con los capitalistas, se propongan que un nuevo sector de la clase vea la necesidad de poner en pie un partido revolucionario, para luchar por poner fin al capitalismo. Las iniciativas que desarrollamos para popularizar las ideas marxistas, aspiramos a que sean un aporte en ese sentido.
 
1 Marx, Karl, “Salario, Precio y Ganancia” en Para entender la explotación capitalista, Ediciones IPS, Buenos Aires, 2006.
 2 Dictados en el Instituto el Pensamiento Socialista K. Marx y otras casas socialistas.
 3 Idem.

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