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Comunicados de prensa

Situacion laboral en argentina

Los trabajadores desde Puerto San Martin a SIDERAR

Prensa PTS

5 de enero 2005

DESDE PUERTO SAN MARTIN A SAN NICOLAS
TRABAJADORES 2005
Por: Carlos del Frade (especial para ARGENPRESS.info) (Fecha publicación:4/1/2005)
Información Adicional
Tema: Situación laboral en Argentina
País/es: Argentina





Las grandes empresas cerealeras asentadas en el sur santafesino facturan miles de pesos por minuto a cambio de ningunear trabajadores, eludir controles estatales y pagar costos mínimos de producción. Los maestros que lograron reivindicaciones históricas a través de la pelea protagonizada durante 2004 advierten sobre el no comienzo del ciclo lectivo. Los empleados de comercio rosarinos denuncian abusos patronales de consideración en los nuevos shoppings de la ex ciudad obrera y en Siderar, en San Nicolás, se persigue a trabajadores por reclamar que se cumplan mejores condiciones laborales. En Puerto General San Martí, en tanto, uno de los gremios más representativo del avance de la conciencia de clase en los años sesenta y setenta acaba de avalar turnos de trabajo de doce horas. Por otra parte, desde la UOM Villa Constitución se asegura que se nota algún grado de reactivación en las industrias que quedaron. En este panorama que muestra más sombras que luces, sin embargo, hay una postal para la historia social de la esperanza: el surgimiento del primer sindicato de trabajadores de las estaciones de peaje. Una geografía que vuelve a presentar la continuidad de los años noventa a mediados de la primera década del tercer milenio.

La soja es ajena

Las aceiteras del sur de Santa Fe que durante 2004 exportaron por casi 7 mil millones de dólares según las cifras difundidas por el mismo gobierno provincial y facturan alrededor de 15 mil pesos cada sesenta segundos, pagan salarios de 700 pesos a sus peones, según reveló el secretario general del Sindicato de Aceiteros de Rosario, Daniel Adamo.

El diario "El Ciudadano" publicó en su edición del 21 de diciembre que los salarios representan el 0,143 por ciento de los costos de producción para la empresa Dreyfus.

Una cifra que marca la exacta altura política de la clase trabajadora en la provincia.

Pero todo el proceso productivo de las grandes cerealeras es mucho más barato en estos arrabales del mundo que en cualquier otro punto del planeta.

De acuerdo a la investigación del periodista David Narciso en la nota ya citada "los bajos costos de producción que afronta el complejo cerealero exportador en Argentina es una de las variables más favorables, como lo demuestra un estudio del USDA (organismo oficial estadounidense). Comparados los lugares con costos más favorables de cada país, resulta que el valor por tonelada en Iowa, Estados Unidos, es de 113,8 dólares, contra 79,2 en el estado brasilero de Paraná, y 57 en el Gran Rosario. Si la comparación se hace sobre las zonas geográficas menos competitivas en materia de costos, otra vez Argentina es la más barata con 86,7 dólares la tonelada en las provincias del noreste; sigue el sur del Estado norteamericano de Minnesotta con 116,5 dólares, y la más cara es la región de Matto Grosso, en Brasil, con 126 dólares", se afirma en el diario.

Una vez más queda claro que la demolición del derecho laboral en la Argentina ha servido para garantizar las ganancias en el tercer milenio.

El boom sojero es apenas una máscara que sirve para celebrar la fiesta de unos pocos.

Pero hay algo más sobre la forma barata de hacer millones de dólares que tienen las grandes cerealeras.

Las empresas exportadoras de cereales "poseen una red de empresas controladas que forman parte del negocio", sostiene el diario "El Ciudadano".

En el caso de Dreyfus, "su controlada uruguaya se denomina Urugrain SA (ciento por ciento del control accionario) y en el caso de Molinos Río de la Plata SA se denomina PCA International SA (ciento por ciento del control accionario). En ambos casos, la sede argentina manifiesta exportarle a su subsidiaria uruguaya porcentajes altísimos del total de la producción destinada al exterior. A su vez, las sociedades uruguayas que lejos de ser plantas exportadoras se reducen, en el mejor de los casos, a oficinas administrativas manifiestan no vender en el mercado interno las compras provenientes de la Argentina, sino que sus operaciones son casi en forma exclusiva de comercio exterior. En otros términos: la empresa argentina le vende a su subsidiaria uruguaya para que ésta venda al mercado asiático, europeo u otros destinos".

Según una alta fuente de la AFIP "este mecanismo fue desbaratado con el Plan Antievasión I votado por el Congreso nacional en octubre de 2003 porque de este modo la empresa argentina le vendía a su subsidiaria de un paraíso fiscal o Uruguay un cargamento a 5 y su subsidiaria después lo revendía al destino final por 10, que es el precio real del mercado".

Durante el debate legislativo en el Senado, el chaqueño Jorge Capitanich defendió la idea ante la resistencia de algunos de sus compañeros de bloque, entre ellos Oscar Lamberto. Argumentó que "la AFIP detectó un gran volumen de operaciones de empresas pantallas para fijar precios distintos a los de venta original con lo cual permitían establecer mecanismos elusorios".

Los dueños de la soja no son ni los productores, ni los trabajadores de las grandes cerealeras.

Son los mismos que ganan millones gracias a la explotación de sus empleados y también a través de sus mecanismos de elusión.

Así se hace dinero en la Argentina del tercer milenio.

La advertencia de los maestros

Los maestros santafesinos pelearon y ganaron.

Una enseñanza simple y clara: ganan los que pelean.

Sin embargo, el fin de 2004 los vuelve a encontrar en pie de lucha.

A la hora de hacer un balance, la comisión directiva de la Asociación del Magisterio de Santa Fe sostuvo que hubo una "mejora en el aspecto salarial, con la obtención de una suma escalonada, de marzo a diciembre, de 60 a 100 pesos (decreto 427/04) y el aumento al básico, que pasa de 145 a 210 pesos (conseguido después de catorce años para activos y pasivos)".

También destacó que el presentismo, "después de doce años de permanentes reclamos" fue derogado. "Hecho que sin lugar a dudas va a mejorar la calidad educativa ya que el conjunto de la docencia, por esta extorsión, estaba obligado a trabajar enfermo".

Pero AMSAFE señala como temas pendientes el "incremento salarial antes del inicio de clases. Eliminación de los rubros que mantienen la emergencia previsional ya derogada en el salario de los docentes -sobre esto Amsafe realizó una reclamo judicial de inconstitucionalidad-. Recomposición de la escala salarial según antigüedad, zona desfavorable", entre otros asuntos salariales.

Se pide asimismo la suspensión de la aplicación de la Ley Federal de Educación "en la provincia hasta su derogación a nivel nacional" y "la finalización de todos los procesos concursales pendientes (Ascenso e Ingreso)".

Remarca el gremio docente que "un gobernador que accede a la primera magistratura con el compromiso público de producir una "revolución educativa" debe saber que esta sólo será posible modificando las causas estructurales del deterioro del sistema educativo reconociendo los reclamos del sector".

Por lo tanto no hay seguridad alguno sobre el inicio de clases en marzo de 2005.

Abusos en los shoppings rosarinos

Los shoppings fueron la postal de los años noventa.

Pasó en Buenos Aires y en todo el país.

Allí donde antes había una fábrica o un taller ferroviario o portuario apareció uno de estos templos del capitalismo, altares al dios consumismo y de las necesidades impulsadas desde lo artificial y no surgidas de lo existencial.

A fines de 2004, dos grandes shoppings fueron inaugurados en Rosario.

Uno de ellos en las ruinas de la más grande fábrica textil de América latina en los años setenta, Estexa, a la vera del arroyo Ludueña, tributario del Paraná.

Y el otro en los desguasados talleres ferroviarios que alguna vez dieron trabajo a más de quince mil personas en el ahora parque Scalabrini Ortiz, extraño homenaje a quien defendiera la necesidad de contar con trenes estatales.

La dirigencia política de la ciudad y la provincia estuvieron en ambas presentaciones.

Avalaron las inversiones y remarcaron un supuesto boom de la ex ciudad obrera.

Sin embargo los shoppings del tercer milenio son los fuegos artificiales tardíos de los años noventa.

Las condiciones laborales que se viven en ambos emprendimientos son hijas directas de la precarización, la eliminación de los convenios colectivos, la rotación permanente de trabajadores contratados y jornadas laborales que van mucho más allá de las ocho horas diarias.

La Asociación Empleados de Comercio informó que se vivieron "fiestas negreras" en estos paraísos consumistas.

Por eso hubo "escraches" en contra de los shoppings "por abusos y atropellos contra sus empleados".

El día 23 de diciembre "en las puertas de los shoppings, algunos supermercados y en esquinas céntricas, un grupo de activistas, delegados gremiales y dirigentes de la organización se movilizó para escarchar ante la opinión pública los abusos y atropellos cometidos por los empresarios del sector en oportunidad de las fiestas de fin de año; ocasión en la que se abrieron las puertas hasta las dos de la mañana, obligando al personal a permanecer en sus puestos de trabajo hasta esa hora".

El gremio remarcó que "las condiciones laborales denunciadas" son: "jornadas laborales extenuantes muy por encima de los que permite la ley, incorporación de personal en negro o como pasante configurando fraude laboral, recorte de francos y descansos, lo cual se suma a los salarios miserables que se abonan a los empleados mercantiles y al no respeto del derecho al descanso dominical".

Los delegados de la Secretaría de Trabajo de la provincia labraron actas de infracción a todos estos derechos vulnerados.

Habrá que ver cuáles serán las consecuencias de esas actas.

Más allá de los cantos de sirena, las inauguraciones de los shoppings rosarinos demuestran la continuidad de los años noventa en esta primera década del tercer milenio.

Persecución en la ex SOMISA

Siderar factura miles de pesos por minutos.

Ese es el nombre que ahora recibe la ex estatal SOMISA luego del remate producido en 1992.

Desde entonces hubo miles de despidos, retiros involuntarios y angustia entre los nicoleños.

Vinieron los remises, los kioskos y las canchas de padle. Pero duraron poco.

Algunos depositaron la indemnización en el ex Banco Integrado Departamental y en abril de 1995 vieron desaparecer esos dineros en la quiebra de la institución que se tragó mil millones de dólares.

Quedó la Vigen, el santuario y el turismo espiritual.

Y Siderar.

Y sus formas de ganar dinero a costa de perseguir obreros, como sucede con Hugo Sívori.

Esta es su historia.

Un relato que parece ser del siglo XIX y no del veintiuno.

Pero no hay dudas, el tercer milenio muestras estas maneras que repiten explotaciones de hace décadas.

"Siderar, la fábrica más grande del país, del grupo Techint, está persiguiendo a los trabajadores que nos oponemos a su política de superexplotación. Siderar ha ganado fortunas en los últimos años producto de la devaluación que licuó los salarios y les permitió una exportación récord, sin embargo se niega a reajustar los salarios y aún mantiene a cientos de compañeros en condiciones precarias. En el sector que soy delegado realizamos quites de horas extras a mediados de año para que los jóvenes contratados pasaran a planta permanente y obtuvimos un primer triunfo. Después en asamblea del sector reclamamos un aumento de salarios y como el aumento otorgado es muy inferior a lo deseado junto con otras secciones de la planta lo rechazamos. Son cientos de compañeros que ya han firmado los petitorios exigiendo una mejora real. Es esta la verdadera causa por la que sancionan, persiguen y pretenden despedir al compañero Hugo Sívori de nuestro sector. Con argumentos falaces, ya que Hugo tiene una conducta y una foja intachable en sus casi 20 años de fábrica, lo acaban de suspender por 29 días, lo quieren desplazar de su sector y amenazaron con despedirlo. Hugo es uno de los tantos compañeros que se oponen a la prepotencia del "monstruo" Techint. Con el ataque a Hugo quieren atemorizar a todos los compañeros de la planta para que aceptemos lo que nos dan. Producto de la situación de angustia e incertidumbre la mujer de Hugo, dio a luz a su primogénito en una cesárea de urgencia, y como si esto fuera poco el mismo 24, víspera de Navidad recibió el telegrama por la suspensión extensiva hasta el 12 de enero. La solidaridad de los compañeros del sector, tanto efectivos y contratados es total y le juntamos dinero y una canasta navideña. Vamos a redoblar la lucha por la defensa del compañero y por eso le solicitamos su apoyo y que firme el petitorio que acompañamos para publicarlo", escribió Oscar "Chiche" Hernández , delegado sector Mantenimiento Acería LD, de la ahora llamada Siderar en la ciudad de San Nicolás, noroeste de la provincia de Buenos Aires.

Turnos de doce horas

El Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos tiene una historia gloriosa en la zona del ex cordón industrial del Gran Rosario.

Fue el gremio generado por la empresa PASA, radicada en 1964 en Puerto General San Martín como resultado de la decisión de cinco empresas norteamericanas que vinieron a explotar el negocio petroquímico.

A fines de los años sesenta el gremio, el SOEPU, comenzó a discutir convenios colectivos de trabajo a partir del método de las asambleas permanentes y conducciones sindicales con alto nivel de conciencia política.

Alrededor del SOEPU surgieron la Coordinadora de Gremios Combativos de la región, en primera instancia, y luego la Intersindical del otrora cordón industrial.

Figuras como René Salamanca, Agustín Tosco y Alberto Piccinini se sumaron a las jornadas de asambleas obrero - populares que hicieron que el dictador Alejandro Lanusse calificara a la zona como "el cordón rojo del Paraná".

En julio de 1974 protagonizaron una antológica toma de fábrica en donde se logró el control obrero de la producción y comercialización durante casi un mes, un hecho emblemático que debió ser borrado de la memoria de la clase trabajadora de la provincia.

Por eso la obra social del SOEPU estuvo intervenida por oficiales del Segundo Cuerpo de Ejército hasta bien entrada la década del ochenta.

Todo un símbolo del rol histórico y político del SOEPU.

Sin embargo algo pasó a fines de 2004 a contramano de esta memoria de orgullo y dignidad.

En la revista gremial llamada "El Petroquímico", número 41, "tercera época", se puede leer una nota titulada "aumento, turnos de doce horas y convenio".

"A partir del consenso logrado como consecuencia de una votación realizada en planta, hemos aceptado la mejora salarial ofrecida por Petrobras. El aumento salarial será de un 6 por ciento sobre básicos y sumas fijas retroactivo al primero de octubre y se percibirá con la liquidación del mes de noviembre de 2004. De igual modo recibiremos una gratificación por única vez de un 80 por ciento del sueldo percibida a mediados del mes de noviembre. Todo esto significa un aumento equivalente al 12,6 por ciento. Sabemos que es insuficiente. Pero debemos considerar la realidad que nos circunda y los demás logros alcanzados en los últimos años que superan con creces las expectativas de muchísimos trabajadores argentinos. Por supuesto esta Comisión Directiva continuará negociando por más y mejores salarios", dice la introducción del artículo.

Para después seguir con el anuncio: "De igual manera hemos hecho conocer al gremio los diagramas de turnos y horarios de doce horas, junto a la simplificación del recibo de sueldo. Se aprobó el turno de doce horas de prueba por seis meses".

En la página 8 de la revista se habla de la "modificación del régimen de horario (turno de 12 horas)" en donde se lee que "se resolvió a través de la asamblea y luego con el voto de todos los compañeros modificar el horario de trabajo a modo de prueba y por el término de seis meses. El horario elegido será de 7 a 19 y en estos días comienza a ponerse en vigencia".

Luego sigue un extraño cuadro que detalla once "ventajas del diagrama de turno de doce horas".

Y por último hay un recuadro de menores dimensiones en el que se habla de las diferencias y se presentan algunas observaciones.

Se mencionan "83 días menos trabajados al año; igual horas trabajadas al año; 167 horas menos de viajes al año; 6.660 kilómetros menos recorridos al año; 17 fines de semana libres más al año y 33 por ciento menos de exposición a accidentes".

Turnos de doce horas avalados por el sindicato que fuera emblema de la lucha obrera de los años sesenta y setenta en la región del entonces cordón industrial del Paraná.

Una postal de cómo han calado las prédicas neoliberales en el cuerpo y alma de muchos trabajadores argentinos.

¿La vuelta del cordón industrial?

-Se está dando una reactivación muy fuerte en sector industrial metalmecánico e incluso entre las petroquímicas que quedaron después de los años noventa. No solamente en Villa Constitución, sino en la zona de Zárate, Campana, Las Parejas, Casilda y Cañada de Gómez. Estamos a las puertas de un nuevo ciclo del cordón industrial del Paraná, claro que con otras características -dijo Victorio Paulón, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución y uno de los dirigentes gremiales con más rica y coherente historia en el panorama nacional.

Miembro de la Mesa Nacional de la Central de Trabajadores Argentinos, Paulón sostuvo que "más allá de la dirección actual de la UOM que parece revivir lo peor del vandorismo, hay una necesidad que viene desde las bases de construir otro modelo sindical que de cuenta de los nuevos fenómenos económicos e industriales".

A la hora de pensar esas diferentes formas que adquirieron las relaciones laborales dentro de las fábricas, el sindicalista apuntó "a los modelos europeos en donde los delegados participan de la discusión sobre topes de productividad y diferentes modalidades en la discusión por la distribución de las ganancias".

Algo parecido a lo que viene sucediendo "en las grandes industrias metalúrgicas del Brasil, aunque en muchas de ellas no existe la figura de las comisiones internas, un hecho que sigue siendo una histórica diferencia a favor de la clase trabajadora que generó la experiencia obrera argentina".

Para Paulón es "fundamental recuperar el rol político del gremialismo vinculado a lo industrial, de allí que es importante las reuniones que se vienen manteniendo entre los sindicatos del sur de la provincia de Santa Fe, con los de norte de Buenos Aires y a los que se van a sumar los cordobeses".

El titular de la UOM de la luchadora Villa Constitución apuntó "a la reivindicación de las coordinadoras e intersindicales de finales de los años sesenta y a la posibilidad de construir un espacio en donde no se sientan las diferencias entre los gremios que pertenecen a la CGT, a la CTA y los independientes".

Los muchachos del peaje

Crecieron escuchando que la política y el gremialismo eran malas palabras.

Entraron a trabajar cuando recién superaban los veinte años.

Fueron los primeros empleados de las estaciones de peaje, símbolos claros de la década del noventa en donde se evidenciaba la muerte de la Constitución Nacional que hasta hoy sigue diciendo que los caminos interiores del país serán de libre recorrido.

Libertad privatizada. Negocios de pocos.

Allí entraron a trabajar casi doscientos muchachos en la provincia de Santa Fe a partir de 1992.

Miles y miles de pesos que iban a parar a las manos de los privilegiados amigos del poder.

Y ellos, los pibes laburantes que crecieron con sus cabezas formateadas en la ideología que profundizó las enseñanzas de la dictadura, creían que el sindicalismo era sinónimo de corrupción.

Sin embargo el tiempo está a favor de la conciencia de clase y política.

Muchas horas a cambio de muy poco.

Sin estabilidad laboral ni obra social ni convenio colectivo, a veces eran tratados como empleados de vialidad o de la construcción.

Los pibes cobraban y ponían la cara ante miles y miles que los identificaban con los saqueadores.

Entonces llegó el hartazgo.

No eran socios de nadie ni mucho menos de los ganadores de los años noventa.

Tomaron conciencia de clase y política.

Y fundaron el primer Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Peaje del país.

Surgió en la ciudad de San Lorenzo, sur de la provincia de Santa Fe, emblema de la exportación de los derivados de la soja y de las privatizaciones que sacudieron el tejido existencial argentino.

Fue en noviembre de 2004 y los integrantes de su comisión directiva no superan los treinta años.

Ahora creen en la política y en el gremialismo y se han constituido, sin proponérselo, en una muestra concreta de la historia social de la esperanza.



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