Desde hace seis meses, los trabajadores del INDEC venimos enfrentando la intervención y la manipulación de los índices por parte de este gobierno. Para bajar la inflación en forma trucha y “esconder los pobres en un cajón” como denunciamos en las canciones. Al desplazamiento de la directora del IPC le siguió el desplazamiento de ladirectora del área de la Encuesta Permanente de Hogares, Cynthia Pok, que calcula línea de pobreza.

El gobierna buscaba una transición electoral tranquila pero ante su intromisión constante en el INDEC, se topó con una piedra bastante molesta: la lucha de los trabajadores. Por estos días, los medios periodísticos auguran que los dos principales problemas estructurales a nivel nacional que enfrentará el nuevo ministro Peirano son: la crisis energética y el INDEC.

Tras el escándalo de corrupción y la salida -estilo menemista- de Felisa Miceli, Peirano, que todos los medios lo encuadran como lobbista de la UIA, ratificó en el cargo al director del INDEC Alejandro Barrios y en su primera entrevista como titular del Palacio de Hacienda, sostuvo que los índices de precios elaborados por el Indec “son confiables”. (Clarín)

Toda la verdad al pueblo

Este gobierno, en distintas declaraciones y a través de sus periodistas afines como los de Página12, ha tratado de vincular la lucha de los trabajadores del Indec, con los intereses de la derecha política (Lavagna, Macri, López Murphy) y los bonistas financieros. Como dejó muy en claro la asamblea del INDEC, los trabajadores no estamos asociados a estos sectores sino que se trata de una campaña ideológica del gobierno que encubre sus reales objetivos, garantizar convenios para las patronales, con bajos salarios basados en índices truchos. No se trata del interés de los bonistas sino del de millones de asalariados y de pobres sobre los que pesarán las consecuencias de esa manipulación. Por eso somos los trabajadores los que queremos decirle la verdad al pueblo.

Si Kirchner se dice enfrentado a la derecha y a los bonistas, ¿por qué pagó 10 mil millones hace unos meses al FMI?, ¿por qué va a pagar al Club de París 6500 millones después de las elecciones?

En cinco años de sostenido crecimiento económico de la economía, la única “distribución de la riqueza” que ha habido ha sido para los empresarios (le acaba de dar más de $900 millones a la Repsol y otras petroleras para entregar gasoil a los monopolios al precio del gas), para el bolsillo de los funcionarios corruptos (caso Skanska) o como dijimos, para los organismos internacionales de crédito.

Indices truchos, salarios de hambre

El IPC retoKado fue la base de la farsa llevada adelante por el gobierno la UIA y la CGT en el Consejo del Salario, estableciendo el piso salarial para, de forma escalonada llegar en diciembre a los $980 ¿Quién puede afirmar que una familia pueda vivir con esa miseria?¿Quién puede adivinar cuál será la inflación real para ese entonces?

El aumento atañe a poco más de 422 mil trabajadores, el 3,8% del total de los asalariados (una pequeña parte de los trabajadores que están fuera de convenio), dejando afuera a los trabajadores rurales y el servicio doméstico (que se rigen por convenios propios), los jubilados y los empleados públicos provinciales y municipales que dependen de la legislación de cada provincia. Casualmente, sectores que tienen salarios bajísimos. Este aumento miserable se da en un marco donde sólo el 40% de los trabajadores participa del circuito formal, más de la mitad tiene ingresos inferiores al mínimo y donde el 80% de los hogares no reúne, siquiera, el ingreso correspondiente a la canasta familiar ($2.686 a junio de 2007).

A convalidar este aumento irrisorio se han prestado la CGT de Hugo Moyano. La CTA se abstuvo en la votación argumentando que la base que servía para determinar el salario mínimo estaba alterada por el IPC manipulado. Una determinación consecuente con esta postura sería llevar a cabo un plan de lucha a nivel nacional para enfrentar lo determinado por el gobierno, la UIA y la CGT.

En ese marco, la lucha que venimos dando los trabajadores del INDEC es claramente un conflicto de repercusión nacional, porque incide en el bolsillo de todos los trabajadores (por la inflación y por los salarios). Necesita de una respuesta nacional. Por eso, en las asambleas del INDEC son cada vez más frecuentes la voces de exigencia para que se hagan presentes Yaski y De Gennaro. En seis meses de conflicto todavía no lo hicieron. Desde la Marrón creemos que hace falta, como mínimo y para empezar, un paro de ATE de los estatales y municipales de la Capital preparado en un plenario de delegados de base abierto a todos los trabajadores. Sería una buena oportunidad para unificar al conjunto de los reclamos que desde la asamblea del INDEC también venimos planteando, como el pase a planta permanente de todos los contratados y el aumento salarial.

Sería además un primer paso hacia el paro nacional de la CTA y todos los trabajadores estatales.

Los trabajadores telefónicos continúan luchando para superar el techo salarial exigiendo un 25% de aumento. Sería un gran paso adelante unificar los reclamos detodos los sectores de trabajadores, comisiones internas, cuerpos de delegados, como lo vienen haciendo desde el hospital Garrahan, Frances, Casino y estudiantes.

Por un INDEC independiente de los gobiernos de turno

Este conflicto puso de relieve la discusión de la autonomía del INDEC respecto a los gobiernos de turno. Hoy más que nunca, que estamos exigiendo la renuncia de Barrios y de Edwin, se hace necesario abrir el debate con todos los trabajadores del INDEC.

Desde la MARRON opinamos que el INDEC es un organismo estatal dirigido por funcionarios nombrados a dedo. Por eso es necesario separar al instituto del dominio del poder político, y que esté conducido por un directorio de trabajadores y técnicos elegidos por todos los trabajadores del organismo con representantes de carácter revocable, que no vacile en rechazar la integración de profesionales comprometidos con políticas antipopulares. Y que dirija el INDEC en forma democrática en todo lo atinente al organismo, programas, sueldos, contrataciones, etc. Los aliados de los trabajadores del INDEC son los trabajadores y los sectores más vulnerables de la sociedad que pelean por sus demandas. Así podremos dejar atrás el INDEC de los dibujos y las cometas y avanzar en función de los intereses históricos de las mayorías populares.

Agrupación MARRON – ATE-INDEC

20-07-2007