A días de un nuevo aniversario del golpe del 24 de marzo de 1976, tal como hemos venido sosteniendo, en el ingenio del genocida Carlos Pedro Blaquier, continúa la dictadura patronal. Desde el PTS acompañamos las denuncias y consideramos un paso progresivo la conformación de un bloque de direcciones azucareras de Salta y Jujuy, contra el techo salarial que viene imponiendo desde hace años la burocracia de la FOTIA (Tucumán); es fundamental que junto a las demandas económicas, se levante la bandera de la lucha contra la precarización laboral, las persecuciones, y por la reincorporación de los despedidos.

Rafael, ¿cuál es la situación que están atravesando hoy los trabajadores del ingenio que motivó la denuncia presentada en el INADI?

Nosotros desde el año 2011 venimos denunciando con nombre y apellido a supervisores, fuera de convenio, que tienen ellos a disposición, que vienen haciendo prácticas desleales hacia los trabajadores y sin embargo no le dan la menor importancia a nuestras denuncias: les permiten seguir trabajando y mantener la misma jerarquía. Vemos que a la empresa no le interesa nada los reclamos que le hacemos. Lo están haciendo particularmente con los delegados, enviándolos a lugares de difícil acceso, cambiándoles los horarios. Los compañeros delegados y activistas que sufren este tipo de persecuciones nos han acompañado al INADI, donde hemos hecho una presentación de lo que vienen sufriendo los delegados.

La empresa salió por los medios de la provincia a responder a la presentación del sindicato, desmintiendo lo que denuncian los trabajadores.

Sí, ellos aducen que durante los meses que el compañero Ricardo Rivero estaba sin trabajar, se lo ha convocado para incorporarse a alguna sección ha sido después de que los hemos tenido que intimar por carta documento. Él fue elegido delegado por compañeros de un sector. Es más: cuando la empresa reconoce a los 48 delegados electos, luego de una lucha larga, el compañero Ricardo Rivero figura como electo en un sector determinado. Por “errores administrativos” o no, este compañero hace más de un año que está parado y nosotros vamos a hacer todo lo que tengamos que hacer, con el consenso de los delegados, y por lo tanto nosotros tendremos que endurecer también las medidas, empezar a plantarnos en los lugares de entrada, hacer paros y movilizaciones.

Entendemos que el tiempo del diálogo y de sentarnos a encontrar soluciones, se ha terminado. Con los delegados seguramente llegaremos a la conclusión de que tenemos que ir incrementando la lucha, hacernos más duros, para lograr la reincorporación de los compañeros y el cese de la hostilidad y los atropellos en los lugares de trabajo.