Por Gastón Ramírez.

Esta vez, el reclamo obrero se anticipó a las paritarias. El primer grito y corte de ruta fue de los mineros de El Aguilar en el mes de enero (VER LVO 358). Hace una semana, los trabajadores del ingenio La Esperanza cortaron dos días la ruta. Promesas incumplidas, insalubridad e incertidumbre laboral, alimentaron la bronca. ¿Cuáles son los motivos de fondo de estos reclamos?

Tiempos Viejos

Ante la crisis las patronales aplicaron suspensiones y despidos que llegan a más de 300.000 en el país. Minera El Aguilar despidió a 52 trabajadores. En 2009, luego de perder en la votación de dos asambleas, acordó con la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) un turno de 10 horas y media, 14 días y 7 de franco, y así prometió frenar los despidos.

Este año se esperan muy buenos negocios. “Te acordás, hermano, que tiempos aquellos”, dice el tango. Los trabajadores, parece que lo escucharon y le recordaron a la patronal su compromiso de modificar los turnos actuales que vencían en diciembre y volver la jornada de 8 horas (1 franco semanal). También exigen que se cumpla con las mejoras en la ventilación que nunca llegaron. Siguen aspirando la humedad, los gases, y el polvillo de una actividad altamente insalubre.

En El Aguilar, la patronal dio marcha atrás con los nuevos despidos que lanzó, luego del paro y corte de ruta en enero, y estaría dispuesta a reducir 15 minutos la jornada, aunque mantiene la amenaza de cierre de líneas de producción si no aceptan su propuesta. Cuanto cinismo. Es como dice el refrán, “borran con el codo lo que escriben con la mano”. El robo y el engaño al trabajador es su única ley. El conflicto sigue.

¿Azúcar en auxilio?

La Esperanza quebró en 1999 por el vaciamiento patronal. Los trabajadores resistieron, sostuvieron la producción y los 2200 puestos de trabajo hasta hoy. Lo que demuestra que el ingenio es rentable. Sin embargo, en las últimas interzafras deben solicitar ayuda financiera. ¿Por qué? La sindicatura de la quiebra, no puede explicar ni la falta de miles de pesos por préstamos recibidos, ni el incremento millonario de su patrimonio. La anterior directiva de Farfán se hizo empresaria y el dinero de las ventas del azúcar no se sabe a donde va. Al vaciamiento, se suma, la crisis fiscal y la posibilidad que no llegue el dinero para la interzafra; aunque también el precio del azúcar es el más alto en 28 años. Los obreros eligieron una nueva directiva el año pasado y ahora se adelantaron.

Parches que no curan…

El Estado Nacional y Provincial tienen el 86% de las deudas del ingenio. La solución es la estatización, bajo administración obrera. Esta medida aseguraría las fuentes de trabajo actuales y una mejora inmediata de las condiciones de trabajo. Pero también, es necesario que el Estado realice las inversiones que generen trabajo genuino para miles. Un primer paso hacia esta salida, es exigir la apertura de los libros de contabilidad y así demostrar la corrupción y expulsar a los síndicos, como ya algunos piden. En esta pelea, nada bueno podemos esperar de los políticos y empresarios, ellos son responsables del vaciamiento y van por más.

El gobernador Barrionuevo está por mantener el financiamiento público o privado y a los síndicos corruptos, para luego venderlo. Ahora se habla de la llegada de un grupo inversor de Tucumán, que aplicaría la misma metodología que los otros: cobrar con producción el préstamo entregado, y aplicar intereses más que usurarios El mismo proyecto que sostienen los radicales de Gerardo Morales, aunque lo adornen con obras hídricas y de ordenamiento territorial. El vicegobernador Segura, pide la venta directa, jugando a favor de Ledesma. ¿Por qué?

Desde la quiebra, el Estado obtuvo importantes ingresos y entregó a los obreros como subcontratistas de otros ingenios. Es el caso de El Tabacal que financió varias interzafras y cobró intereses del 50%. Ellos utilizan la desesperación y llevan a los obreros a superexplotarse moliendo con trapiches a vapor y compitiendo con pulpos altamente tecnificados como la empresa Ledesma.

Ahora se suma la revalorización de las tierras por el biocombustible, que permitiría embolsar más de 90 millones de dólares por las 72 mil hectáreas del ingenio. Este es el botín en disputa. Los obreros no pierden la esperanza y pelean.

Es el capitalismo… hermano

El PJ y la UCR dicen que hace falta más desarrollo y trabajo. De eso no hay dudas. Sin embargo, fueron los reclamos obreros los que sacaron a la luz los problemas estructurales: la superexplotación, los bajos salarios, el trabajo en negro, el desempleo, la pobreza, etc. También, muestran a sus responsables: los empresarios y los políticos. Tal es así, que un matutino oficialista, plateó poner fin a los parches en La Esperanza y en Mina El Aguilar. ¿Cuál es la solución?

Una primera medida a favor de los trabajadores es la exigencia a la CGT y a los gremios del FGE, a la CTA-Tupac Amaru que rompan con la pasividad que implica esperar el resultado de las paritarias nacionales y su política de presión y negociación con el gobierno. Es necesario que convoquen a la movilización y al paro en solidaridad con Mina El Aguilar y La Esperanza. Este tiene que ser un puntapié para coordinar la lucha de ocupados y desocupados en un pliego único de reclamos.

La lucha unitaria y medidas como el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, sin rebaja salarial, ante los despidos o el cierre de líneas de producción; la administración obrera y la estatización de las empresas, entre otras, preparan a los trabajadores para vencer a los capitalistas y conquistar un gobierno obrero y popular. Esta es la solución.