Desde hace un año y medio las luchas sociales vienen en ascenso en Italia. Los 50.000 metalúrgicos que habían hecho una huelga con manifestación en Torino en junio del 2001, por el contrato gritando “Todos a Genova” y la posterior marcha de protesta a esa ciudad contra la cumbre del G8, marcaron el inicio de una nueva etapa de luchas en Italia. A partir de allí se inició un ascenso del movimiento obrero y popular sin precedentes desde los años 80. Miles de huelgas en todas las categorías de trabajadores (desde los metalúrgicos hasta los precarios de los Call center), centenares de ocupaciones de universidades y secundarias, e inmensas marchas de solidaridad internacionalista (Palestina, Afganistán, etc) a las que concurrieron centenares de miles. Los puntos culminantes fueron la manifestación de Roma contra la derogación del “Artículo 18” de 3 millones de personas y la huelga general en la que se manifestaron varios millones de personas en toda Italia.
La burocracia sindical de la CGIL (ligada a la coalición centroizquierdista Olivo, que gobernó hasta principios del 2001) tuvo que sacar medidas de lucha debido a la presión de la base y al crecimiento de los sindicatos autónomos (Cobas, Cub, R de B, etc), que ya amenazan su hegemonía en importantes sectores del movimiento obrero (ferroviarios, algunas fábricas metalúrgicas, docentes, empleados públicos, y más en general entre los precarios). La falta de ofertas de negociación de parte del gobierno, más la recesión, que los patrones utilizan para despedir, y el repudio masivo a la guerra en Irak obligaron a la CGIL a llamar a un paro general (del que participarán millones) el 18 de octubre “Contra la precariedad y contra la guerra”, hecho inédito en Europa desde los años 60.
Las huelgas de la FIAT
Hoy los trabajadores de la FIAT han comenzado un proceso huelguístico debido al anuncio de la empresa de su intención de suspender por un año (y seguramente un posterior despido) a 8.100 trabajadores, que podrían extenderse a 20.000 y afectar severamente a decenas de miles de empleos que dependen indirectamente de la FIAT. Algunos “ajustes” ya fueron llevados adelante en las sedes de Argentina y Brasil, por ejemplo. Esta multinacional tiene 200.000 trabajadores en todo el mundo, es una de las principales productoras de autos del planeta y la primera empresa de Italia. Es el símbolo por excelencia del capitalismo italiano y sus trabajadores el símbolo de la resistencia obrera. La multinacional norteamericana General Motors compró ya el 20% y tiene la posibilidad en el 2004 de comprarse el resto, y se niega a poner capital en la FIAT, ya que quiere comprarla al menor precio posible. Ante la crisis de la empresa el estado italiano abrió una serie de negociaciones, en las que Berlusconi directamente se sienta a hablar con los dirigentes de la empresa y se buscan diferentes salvatajes (aporte económico del estado, compra anticipada de parte de la General Motors, etc). El problema principal es que con un gran préstamo del gobierno se contradice el plan de “austeridad” del gobierno (que recorta para educación, jubilaciones, etc), y aún así pueden llegar a despedir. La compra de la FIAT de parte de la General Motors seguramente incluirá despidos y la crisis social continuaría abierta.
Hay una planta, la de Termini Imerese (Sicilia), que la empresa tiene intención de cerrar definitivamente, y corre también serio riesgo la de Arese (Lombardía) que produce los autos Alfa Romeo, y allí se están llevando adelante huelgas totales por tiempo indeterminado. El eventual cierre de estas plantas provocaría un colapso en las economías de esas regiones, y por eso, la mayoría de la población de esos lugares participa activamente en la solidaridad de las luchas de estos trabajadores. En Arese la dirección sindical más importante son los Cobas, y sus trabajadores tienen una gran tradición de lucha. En el resto de las plantas FIAT el viernes 11 se hizo una huelga de 4 horas seguida masivamente, en muchos casos con movilizaciones y cortes de rutas, y se anuncia una de 8 horas para esta semana como preludio a la huelga general del 18. Como la empresa ha declarado el “estado de crisis” y ha pedido el auxilio del estado (y quizás acelere la venta a General Motors), sectores de izquierda como Refundación Comunista y los Cobas han pedido la nacionalización sin pago del grupo FIAT. Desde la FT-EI, consideramos muy progresiva la propuesta, pero debe ser llevada hasta el final como expropiación bajo control obrero, para no repetir la experiencia 45-47 en la que la FIAT estuvo gerenciada por el estado italiano para sacarla de la crisis y después se la devolvieron a la nefasta familia Agnelli. Refundación y los Cobas tiene un importante peso entre los trabajadores y una gran responsabilidad, deben exigirle a la CGIL que incorpore la expropiación de la FIAT como parte del programa para la huelga general.
Asimismo se le debe exigir a la CGIL que la huelga no quede en un solo día, sino que se inicie un plan de lucha hasta la caída del gobierno Berlusconi y se bloquee toda colaboración desde Italia a una guerra contra Irak o una eventual participación en ella.
Cada vez que los trabajadores de la FIAT se mueven Italia tiembla. Esto anuncia una etapa de enormes luchas obreras de una de las clases obreras más importantes del mundo.