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Los estudiantes y el bonapartismo

En un reciente artículo publicado en Perfil, el director de la Universidad Di Tella y reconocido consultor Manuel Mora y Araujo despotrica contra el movimiento estudiantil porque no “saben por qué protestan” y guiarse “en nombre de ideales de izquierda, muy de izquierda, más específicamente revestidos de retórica trotskista”.

Facundo Aguirre

7 de octubre 2010

En un reciente artículo publicado en el diario Perfil (5/10/2010) el director de la Universidad Torcuato Di Tella y reconocido consultor Manuel Mora y Araujo despotrica contra el movimiento estudiantil porque no “saben por qué protestan” y guiarse “en nombre de ideales de izquierda, muy de izquierda, más específicamente revestidos de retórica trotskista”. Mora y Araujo invita al lector a diferenciar (una idea que ha unido a Esteban Bullrich o Rodríguez Larreta del PRO con los decanos K) entre “los motivos puntuales de la protesta y los móviles políticos por detrás de esos temas puntuales”.

La preocupación del encuestador Mora y Araujo se asemeja a la de las agrupaciones y los funcionarios universitarios kirchneristas quienes ven que las tomas de las facultades se han pronunciado claramente contra el gobierno nacional, denunciando su doble discurso, su política educativa y el sostenimiento de una estructura antidemocrática y anacrónica en el gobierno universitario con la cual el kirchnerismo transa. Por eso el columnista de Perfil reconoce que el kirchnerismo “intentó en un principio capitalizar políticamente la movilización estudiantil, hasta que los estudiantes proclamaron a gritos que también están en contra de él”.

Luego de ello, Mora y Araujo se suma a la maniobra de los medios K (y eso que escribe en Perfil del periodista simpatizante de la dictadura Jorge Fontevecchia) que intenta asimilar la posición de un nuevo movimiento estudiantil que se abre una perspectiva independiente de ambos bandos capitalistas (ni Macri, ni Kirchner) a la idea de que los estudiantes sostienen que son lo mismo: “He oído decir que los estudiantes acusan al gobierno de Macri de ‘bonapartista’. Y al de Cristina también. O sea, los equiparan (…). Ahora, haciendo honor al pensamiento de Trotsky o al de Marx, esta aplicación de la noción de ‘bonapartismo’ a esos dos gobiernos es, por decir lo menos, insólita”. Esto es una completa chicana. Decir ni Macri, ni Kirchner no es poner en pie de igualdad a ambas figuras, sino señalar que una y otra son posiciones a enfrentar, son falsas opciones. Y para sostenerla, Mora y Araujo, solo puede recurrir a un que “oyó decir”, sin poder recurrir a ninguna cita, ni de los estudiantes, ni de la izquierda partidaria. Ciertamente la mayoría de los estudiantes movilizados seguramente no están familiarizados con la categoría política de bonapartismo. A decir verdad, si nos atenemos a que un gobierno “bonapartista” es aquel se trata de ubicar como árbitro de los conflictos de clase y tensiones entre las mismas fracciones burguesas y de estas con sectores populares, el bonapartismo K aparece cada vez mas agotado, desde que una fracción de la propia clase dominante desafió su poder de árbitro con el lock out agrario del 2008. El bonapartismo K se basa en intentar mediar entre los intereses del capital extranjero, a los que rinde pleitesía como se ve en su visita a Alemania o sus reuniones con Obama, y la regimentación del movimiento de masas mediante el copamiento desde el Estado -con prebendas para comprar a los dirigentes o recurriendo al patoterismo, como la “jotapé” en las universidades, si es necesario- de los movimientos sociales como la Tupac Amaru, y el fortalecimiento de los dirigentes burocráticos de la CGT y los punteros políticos del peronismo. En cuanto a Macri, su bonapartismo de derecha está naufragando antes de navegar debido a sus crisis en la Capital. Sin embargo, el movimiento estudiantil al señalar una delimitación contra ambas políticas capitalistas denuncia el programa reaccionario de la derecha y combaten los elementos de bonapartismo realmente existente del kirchnerismo en el poder.

Cuando Mora y Araujo critica la “retórica trotskista” de los estudiantes, no hace más que repetir los lamentos del kirchnerismo sobre la politización por izquierda del movimiento estudiantil. Lo que no pueden digerir los políticos K (y Mora y Araujo, que después de todo vive de los estudios de imagen y encuestas de opinión para estos mismos políticos a través de la consultora Ipsos) es que el naciente movimiento estudiantil demostró que a la izquierda del progresismo Nac&Pop existe una corriente de oposición social y política que se expresa en los estudiantes y las tomas, en el sindicalismo de base y en la persistencia de los movimientos de DD.HH. que mantienen viva la lucha vigente la lucha contra la impunidad y por el castigo a los secuestradores de Julio López.

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