por Javier Musso (Tesis XI-PTS)

Después de 49 días de toma de pabellones, cortes y movilizaciones se cerró el conflicto en Filo. Esta fue una importante lucha donde se conquistaron demandas para el conjunto de los estudiantes, como el doble horario de cursado, la quintuplicación en el porcentaje otorgado para becas de estudio, el compromiso por parte del Decanato de avanzar en las ayudantías de alumnos pagas como así también en el aumento en cargos docentes. Pero fundamentalmente, logramos todo esto gracias a nuestra mayor conquista: la autoorganización democrática, con asambleas masivas de facultad que confluyeron en la Asamblea Interestudiantil junto con secundarios y terciarios en la lucha contra la reforma de educación provincial de la Iglesia y las empresas, pelea que dimos desde TESIS XI-PTS.

Esto se suma al pronunciamiento en contra del repudiado, por clerical y empresarial, Anteproyecto de Educación provincial, que ya habíamos logrado arrancarle al Concejo Superior de la Universidad de Scotto, en contradicción de lo que la misma UNC había avalado siendo parte del Concejo de Políticas Educativas junto al sojero Schiaretti, las cámaras empresariales, universidades privadas y la Iglesia.

Los que “lucharon” contra la lucha

A lo largo de nuestra pelea tuvimos que enfrentar las ofensivas de un Rectorado que, mientras se dice progresista, apenas se ve cuestionado muestra su verdadera política: Scotto, junto a intelectuales de Carta Abierta como un “desencajado” Diego Tatián, no hicieron más que atacar a los estudiantes que luchamos por otra educación. Lo hicieron acusándonos de “dictadores” y “fascistas”, sumándose al coro de Schiaretti, y hasta mandando a la policía para reprimirnos cuando quisimos participar de una sesión del Consejo Superior.

A la misma altura estuvo La Bisagra, que se dedicó a movilizar su “grupo de choque” a cada asamblea para forzarnos levantar las medidas de lucha. Ésta contó con el apoyo de la conducción del Centro de filo, El Andén, que bajo una careta “de lucha” que les calza muy grande, no hizo más que negociar por arriba con la gestión intentando frenar el desarrollo político del activismo. Al no poder lograrlo, directamente se pasó del otro bando, operando con el Decanato para levantar la toma. Para todos quedó demostrado por qué El Andén no llamó a asambleas en sus 4 años de conducción. Es que fue esta experiencia de autoorganización la que cuestionó lo que ellos defienden: una Universidad que bajo el kirchnerismo ha mantenido lo esencial de la LES menemista, evidenciando la verdadera política del gobierno nacional para el cual militan.

Por una nueva juventud, militante, pro-obrera y revolucionaria

Queda planteado, partiendo de lo conquistado, el desarrollo de un nuevo movimiento estudiantil que recupere sus mejores tradiciones, la gran experiencia que hicimos junto a los jóvenes secundarios, es la base para ir por más. Desde Tesis XI-PTS luchamos por una juventud revolucionaria de estudiantes secundarios y universitarios que se unan a los miles de jóvenes trabajadores precarizados de nuestra provincia, una perspectiva opuesta a la miseria de lo posible, única bandera que tienen el kirchnerismo y sus esbirros estudiantiles y docentes de la gestión scottista, para ofrecerle a la juventud.