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Las jornadas de junio julio de 1975

A 32 AÑOS DE LA PRIMERA HUELGA GENERAL A UN GOBIERNO PERONISTA

Las Jornadas de junio y julio de 1975

Hace 32 años, el 7 y 8 de Julio de 1975, se desataba la primera huelga general contra un gobierno peronista, una de las gestas más importantes de toda la década del ’70. Entrevistamos a Ruth Werner y Facundo Aguirre, autores del libro “Insurgencia Obrera en la Argentina 1969-1976. Clasismo, coordinadoras interfabriles y estrategias de la izquierda”, publicado por el Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx (IPS).

5 de julio 2007

¿En qué marco político se dan las Jornadas de junio y julio de 1975?

RW: Bajo el gobierno represivo de Isabel Perón y su ministro López Rega, sostenido por la burocracia de la CGT. No sólo se da la acción de la Triple A sino que se produce la derrota del movimiento estudiantil con la intervención de Otalagano a la Universidad. Pero además, en un marco de crisis económica mundial. Para 1974 la crisis en los países imperialistas combinaba la recesión con inflación, lo que se denominó estanflación. A mediados de 1975 esa crisis era totalmente abierta y golpeaba fuertemente a los países semicoloniales, sobre todo por la caída de los precios de las exportaciones y el aumento de los precios de los bienes de capital que Argentina importaba. Esta crisis obliga a la clase dominante a romper toda política de equilibrio entre las clases e ir a una política de shock contra la clase obrera y los sectores populares.

FA: Para el peronismo, un plan de esta naturaleza, implicaba atacar directamente a su propia base social, la clase obrera. Recordemos que el peronismo había llegado al poder para garantizar el desvío de todo el proceso revolucionario abierto con el Cordobazo. Si entendemos que la fuerza obrera había sido desviada por ilusiones en el peronismo pero no derrotada, se puede comprender la magnitud de la respuesta obrera a este plan.

¿Qué era el plan Rodrigo?

FA: Celestino Rodrigo asume como Ministro de Economía el 2 de junio y dos días después anuncia su plan. Se daba un tibio aumento de salarios, que ya había sido comido por la inflación, mientras se producía una fuerte devaluación del peso y grandes aumentos de las tarifas del transporte, luz, gas, de todos los impuestos. La devaluación del peso llevó a un aumento sideral de los comestibles, los combustibles y los artículos de primera necesidad, lo que arrasó con la capacidad de compra de todos los sectores populares. Además se congelaban las paritarias.

¿Cuál es la respuesta obrera?

FA: Los trabajadores protagonizarán desde el 2 de junio al 7 y 8 de julio, los días de la huelga general, verdaderas jornadas revolucionarias. Desde el anuncio del plan empieza una rebelión en las fábricas, en Córdoba, Rosario, Mendoza, Buenos Aires, contra las directivas de la CGT que llamaba a no movilizar y a expresarse de acuerdo a los “cuerpos orgánicos”. Este proceso iniciado en el interior se extenderá al Gran Buenos Aires y a la Capital. Esto es fundamental. Es la cuna del proletariado peronista, donde se concentran los sectores más dinámicos de la economía y siempre la provincia de Buenos Aires y la Capital fueron claves en las decisiones que torcieron el rumbo político desde que se constituyó el país.

¿Qué características adquiere este proceso?

RW: La respuesta obrera generará una crisis dentro del gobierno de Isabel. La burocracia esperaba presionar para poder lograr una homologación de los convenios. Por lo que había sido el shock, las patronales habían concedido aumentos en acuerdo con los sindicatos más importantes. La UOM firma por el 130%, por ejemplo, pero Isabel se niega a homologar el acuerdo. La insubordinación obrera se generaliza. El 27 de junio Lorenzo Miguel de la UOM llama a un paro y movilización en el Gran Buenos Aires con concentración en Plaza de Mayo para agradecer a Isabel por una rápida homologación de los convenios. Los trabajadores transformarán este llamado en un paro general y realizarán una gran movilización en Plaza de Mayo donde se cantan consignas contra Isabel y López Rega. Isabel responderá negándose a homologar los convenios y la burocracia se ve obligada a romper con el gobierno. Otero, ministro de Trabajo y hombre de la UOM, renuncia. Los dirigentes temían que la clase obrera los pasara por encima.

¿Qué fueron las coordinadoras interfabriles?

RW: Desde el 27 de junio existirá en el país una huelga general de hecho. Es en este momento que aparecen las coordinadoras, que serán organizadoras de todo este proceso. Se llamaban Coordinadoras de Gremios, Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados en lucha. Estas organizaciones expresan un fenómeno antiburocrático del corazón del movimiento obrero. Las fábricas que las constituyen venían de un proceso de lucha contra el pacto social bajo el gobierno de Perón en donde se va descabezando a las direcciones burocráticas poniendo al frente a delegados combativos. En el libro Insurgencia Obrera en la Argentina realizamos una minuciosa investigación sobre las Coordinadoras Interfabriles, basada en un profundo rastreo de diarios, periódicos de las corrientes políticas de izquierda y testimonios de delegados, activistas y militantes de ese entonces que permiten reconstruir qué fueron estas organizaciones de la clase obrera. En las coordinadoras de las zonas norte, sur, oeste, Matanza del Gran Buenos Aires y de la zona de La Plata, Berisso y Ensenada, participaban 129 fábricas y 11 seccionales sindicales que agrupaban a más de 100.000 trabajadores. La clave serán las comisiones internas recuperadas, que se unen de distintas fábricas, traspasando la frontera de los gremios. Representan además una tendencia a la ruptura con el peronismo y por ello las corrientes de izquierda tienen gran peso en su interior. En primer lugar la JTP (Montoneros), el PRT, el Peronismo de Base, el PST y Política Obrera. Las coordinadoras constituyeron un verdadero poder fabril a nivel de las empresas y cuestionaban el poder de la burocracia sindical.

FA: El 3 de julio se intenta una acción unificada de las coordinadoras que busca llegar a la Capital. En la zona norte desde la Ford, la segunda fábrica más grande del país, se va formando una columna de cerca de 10.000 obreros que recorre la Panamericana hasta la General Paz donde chocan con la policía. En la Ford, en la autopartista Del Carlo, había estado el centro organizador que se dirigió hacia otras empresas, La Hidrófila, Astilleros Astarsa, Editorial Abril, General Motors, Alba. A la entrada a la General Paz una enorme asamblea decidirá finalmente retroceder para evitar un baño de sangre. En la zona sur los trabajadores, dirigidos por la Coordinadora logran cruzar a la Capital y se movilizan hacia Plaza de Mayo. En La Plata, Berisso y Ensenada la jornada se inicia en el Astillero y se van sumando Propulsora, Siap, Peugeot, Frigorífico Swift, madereras, hasta confluir frente al edificio de la UOCRA donde funcionaba la CGT regional para exigir el llamado a la huelga general. Fue una jornada histórica.

¿Cuál es el desenlace?

RW: La burocracia se ve obligada a llamar al paro para el 7 y 8 de julio sin movilización. Esos días no se sintió nada, sólo había huelga. El gobierno tiene que ceder: Isabel homologa los convenios y pocos días después se va a ir Rodrigo y López Rega deberá huir del país.

FA: Una huelga de estas características donde toda la clase obrera se moviliza, es una huelga política. Inevitablemente esta acción plantea la pregunta de quién va a ser el dueño de casa, objetivamente se plantea la cuestión del poder, de forma revolucionaria. Estuvo planteada la posibilidad de la caída revolucionaria del gobierno y esa fue precisamente la gran traición de Lorenzo Miguel, Casildo Herrera y compañía que sostuvieron a Isabel. Esta acción de masas había dejado al gobierno de Isabel tambaleando en el aire. La clase obrera no avanzó y la burguesía preparó la salida de fuerza ante la crisis del gobierno. El movimiento iniciado en junio se descompuso. En febrero ante el plan Mondelli reaparecen las movilizaciones y las coordinadoras pero a esa altura ya la suerte está echada. El 24 de marzo se cerraba de manera trágica la etapa revolucionaria que había abierto la clase obrera en 1969.

¿Cuál fue la política de las distintas organizaciones de izquierda?

RW: La izquierda tuvo un destacado papel en organizar las coordinadoras. Su política fue acompañar la experiencia de los trabajadores e impulsar la lucha por las reivindicaciones. Pero su límite fue que no tuvo una orientación para profundizar la huelga política y darle el objetivo de derrocar a Isabel. Se adaptaron al horizonte impuesto por la burocracia. Me refiero fundamentalmente a la JTP-Montoneros, que era hegemónica en las coordinadoras y que tenía un programa de colaboración de clases y de reconstrucción del peronismo y el FREJULI. Para profundizar esta discusión, recomendamos leer nuestro libro, donde avanzamos también en realizar una crítica a las corrientes de la izquierda marxista que por distintas razones carecieron de una política revolucionaria para derrocar a Isabel e impulsar el movimiento hacia objetivos claros de unidad obrero-popular y lucha por el poder.

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