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Mundo Obrero

AUTOMOTRICES DE CÓRDOBA

La pelea por unificar a los trabajadores

Los trabajadores contratados de las automotrices siguen adelante con la heroica pelea que empezaron hace más de 3 meses. Ya se ganaron la simpatía de la sociedad en su lucha justa por recuperar su trabajo, contra una patronal durísima, la conducción del gremio que viene jugando en contra y el gobierno provincial que aprovecha para pedir más subsidios para las empresas.

PTS

26 de febrero 2009

Los trabajadores contratados de las automotrices siguen adelante con la heroica pelea que empezaron hace más de 3 meses. Ya se ganaron la simpatía de la sociedad en su lucha justa por recuperar su trabajo, contra una patronal durísima, la conducción del gremio que viene jugando en contra y el gobierno provincial que aprovecha para pedir más subsidios para las empresas. La clave, hoy por hoy, pasa por lograr el apoyo de los efectivos y soldar la unidad para que la lucha tenga más posibilidades de triunfar. Se hace necesario redoblar la lucha por unir al conjunto de las plantas.

Como señalamos en la edición anterior de LVO, los contratados en lucha realizaron una importante conferencia de prensa. Dos días después volvieron a ganar los titulares de los noticieros, cuando cumplieron otro de los puntos votados en asamblea: la movilización a la puerta del SMATA, el pasado viernes, para exigir públicamente una Asamblea General de todo el gremio, asamblea general de Iveco y la movilización de todos los metalmecánicos para frenar los despidos.

Esto permitió que decenas de miles de cordobeses vieran por televisión a la conducción del SMATA permanecer impávida ante el reclamo de los contratados. Parados como verdaderos patovicas en la puerta del sindicato, separados de los trabajadores1 se negaron a convocar una Asamblea General y una movilización común, como pedían los trabajadores. Se negaron, incluso, a ponerle fecha a una asamblea general de Iveco.

Sólo después de la persistencia de los trabajadores, que pidieron hablar con los delegados que habían firmado el acta de los despidos y los comprometieron a trabajar una asamblea general de Iveco para cuando se retome la producción en marzo.

Queda claro que tanto la conducción del SMATA como la de la UOM son los principales obstáculos para que los trabajadores den una respuesta que logre derrotar las suspensiones y los despidos y más bien actúan como defensores de los intereses patronales.

Un pacto contra la unidad de efectivos y contratados
Hay un acuerdo abierto entre las empresas automotrices y las conducciones sindicales para dividir a los compañeros efectivos de los contratados en lucha.

Las patronales envían telegramas ratificando el cese de los contratos “eventuales” y la conducción del SMATA sale a decir que los contratados ya sabían que se les terminaba el trabajo. Más favores no se les pueden hacer a estas multinacionales.

Patronal y burocracia buscan sembrar el terror entre los efectivos diciendo que estos empiezan a sobrar en las fábricas. Es en este marco que los delegados combativos que no firmaron el acta que permite los despidos en Iveco, siguen sin poder entrar desde hace meses a la empresa.

Esto demuestra dos cosas: en primer lugar que es necesario unificar la lucha. El efectivo puede ver su futuro en el del compañero contratado. No se puede permitir que la división que vienen imponiendo se mantenga. Junto a ello queda claro que si hoy los contratados no estuvieran resistiendo, las empresas ya habrían empezado a despedir a los efectivos. Es falso que se puedan firmar “garantías” para los efectivos como dice el SMATA. La única garantía para impedir más despidos es una lucha unificada.

Es la ausencia de perspectivas de una fuerte lucha conjunta que lleva a que muchos contratados estén arreglando su desvinculación con la empresa. El rol traidor que cumple la conducción del SMATA está llevando a que muchos trabajadores sólo vean posible una salida individual.
Contra esta situación deben pelear hoy los compañeros contratados que siguen en la lucha. Hay que ganar a los efectivos para esta pelea. Ante el plan patronal (que avala el sindicato) de suspensiones masivas y reducción de la jornada, resignando un 25% o 50% del salario, los trabajadores han votado en asamblea, mostrando una posición de avanzada, que hay que pelear porque se reparta el trabajo entre todos manteniendo el salario. Son un ejemplo a imitar. Hay que lograr que esta demanda sea tomada por todos los metalmecánicos. Al mismo tiempo es necesario insistir en la exigencia pública de una Asamblea general de todo el gremio que unifique a los compañeros de todas las empresas.

Desde el PTS venimos impulsando y apoyando esta lucha desde el inicio, hace más de tres meses, en la lucha de los jóvenes de Gestamp. Como partido insistimos que es más que necesaria una pelea conjunta de efectivos y contratados para doblar la voluntad de las multinacionales e imponer una salida a favor de los trabajadores.

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