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MOVIMIENTO OBRERO

TEXTIL ELEMENTO

La pelea de los trabajadores y el “modelo” industrial

El pasado lunes, los trabajadores despedidos participaron de una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo que prorrogó la conciliación obligatoria, sin embargo, la empresa, que no sólo discrimina y maltrata a sus obreros, desconoce la conciliación y se niega a reincorporar a María Ugarte y Eduardo Toro.

Alejandrina Barry

24 de octubre 2013

La pelea de los trabajadores y el “modelo” industrial

Continúa la dura lucha de los trabajadores de Elemento encabezada por María Ugarte y Eduardo Toro, despedidos hace un mes por encabezar un proceso de reclamos y organización en distintos sectores del taller, después de los graves hechos de fines de julio que dejaron con heridas a Marina Bobarín, trabajadora de la fábrica, tras discutir fuertemente con directivos de la empresa.

Nada que escape a las terribles condiciones laborales a las que son sometidos los obreros textiles, un gremio con mayoría de inmigrantes y mujeres, y al menos un 70% de empleados no registrados, según distintas investigaciones como las del Conicet o la de Defensoría del Pueblo . Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, ya en 2009, existían más de 3.000 talleres clandestinos, como el de la calle Luis Viale, que en 2006 se incendió con seis trabajadores esclavizados que murieron allí, y otros doce mil talleres ilegales en la Provincia de Buenos Aires. Son parte de un negocio que mueve 4.200 millones de dólares anuales según la propia fundación “ProTejer”, integrada por los explotadores del rubro textil y dirigentes sindicales del sector, que sin dudas son garantes de estos niveles abrumadores de explotación y trabajo en negro, siendo más alta aún la cantidad de establecimientos sin delegados gremiales.

Desde el CeProDH y la agrupación obrera Cosiendo Conciencia colaboramos con el activismo que dijo basta a las condiciones de superexplotación vividas en Elemento, con jornadas de hasta 12 horas diarias y 72 semanales. Tras una primer exigencia del conjunto del taller para contar con sus propios representantes ante la patronal, y que se respeten los derechos laborales, la directiva de la Asociación Obrera Textil (AOTRA) se vio forzada a intervenir. Designó a dedo dos dirigentes de su riñón como delegados externos al taller que firmaron con la patronal la reducción de la jornada semanal a 48 horas y el pago de las extras. Tras esa primera etapa de organización y solidaridad con la trabajadora herida, la empresa urdió los despidos persecutorios de María y Eduardo, lo cual dio origen a una intensa campaña de solidaridad que contó, por ejemplo, con el apoyo de Adolfo Pérez Esquivel del SERPAJ, Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen de Madres de Plaza de Mayo, además del CELS, la Asociación Ex Detenidos, el Sindicato del Subte, Claudio Marin, Secretario Gremial de la CTA y decenas de delegados telefónicos, centros de estudiantes de la UBA y numerosos miembros y delegados de la comunidad boliviana. La magnitud del apoyo ha logrado que el Ministerio de Trabajo de la Nación dicte la conciliación obligatoria ordenando la reincorporación de los dos compañeros, lo cual es desoído por la empresa en una muestra más de su aversión a los activistas gremiales. La presión de la campaña logró también que la AOTRA deba pedir por su reincorporación en la última audiencia ministerial del lunes 21/10, tras su inicial oposición al reclamo. Son sólo algunos pasos en el camino del triunfo de la organización de uno de los sectores más explotados de nuestra clase obrera. Desde el CeProDH somos parte de esta lucha aportando nuestros conocimientos y herramientas para rodearlos de la mayor solidaridad.

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