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NOTA DE TAPA

La izquierda en la Plaza dijo presente

Pese al aparato kirchnerista que pretendía ocupar la plaza. Pese a que la noche anterior habían desarmado el palco desde donde iban a hablar los oradores de nuestro acto. Pese al costoso y enorme escenario montado para recibir a los artistas que se sumaron al festival oficialista, no pudieron consumar la maniobra. La multitudinaria columna de los organismos de derechos humanos no oficialistas, federaciones, centros de estudiantes y partidos de izquierda nos abrimos paso, hicimos nuestro acto y leímos el documento unitario.

Ruth Werner

27 de marzo 2010

El gobierno de los Kirchner no pudo impedir que la columna de las organizaciones de izquierda y de los derechos humanos agrupadas en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia entráramos a la Plaza de Mayo este 24 de Marzo.

Pese al aparato kirchnerista que pretendía ocupar la plaza. Pese a que la noche anterior habían desarmado el palco desde donde iban a hablar los oradores de nuestro acto. Pese al costoso y enorme escenario montado para recibir a los artistas que se sumaron al festival oficialista, no pudieron consumar la maniobra. La multitudinaria columna de los organismos de derechos humanos no oficialistas, federaciones, centros de estudiantes y partidos de izquierda nos abrimos paso, hicimos nuestro acto y leímos el documento unitario.

¿Por qué el gobierno intentó impedir la presencia de la izquierda en la Plaza?

En las últimas semanas, los Kirchner han reforzado una operación política que consiste en polarizar con una derecha impresentable para hacerse pasar por progresistas. La conmemoración de un nuevo aniversario del golpe militar fue un componente clave, aunque no el único, de este operativo.

Desde la mañana, en el acto realizado en la ex ESMA, Cristina Kirchner en clara alusión al caso de la apropiación de bebés por parte de la empresaria dueña del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, declaró “la identidad es el primer derecho que tiene el ser humano al nacer”.

Si al día de hoy no se conoce el paradero de cientos de niños que nacieron en cautiverio ni quiénes fueron sus apropiadores es, en primer lugar, responsabilidad del gobierno que todavía mantiene cientos de archivos secretos. Son los Kirchner quienes nos lo deben decir con la apertura inmediata de todos los archivos de la dictadura militar, de todas las fuerzas represivas y de la SIDE como reclamó el Encuentro Memoria Verdad y Justicia en su declaración en el acto en la Plaza.

El otro “enemigo fácil” que eligió Cristina Kirchner para posar de progresista fue la institución judicial. “Fuerte presión a los jueces” tituló el diario La Nación. La Presidenta amenazó con acompañar a las Abuelas de Plaza de Mayo “a otros tribunales internacionales demandando justicia”, si no la encuentran en Argentina, cuando este gobierno mantiene a los que juraron bajo las actas del Proceso de Reorganización Nacional que la misma Hebe de Bonafini otrora denunciaba que sumaban más de 400 y que continúan en funciones.

Para cubrir el flanco izquierdo del “operativo Plaza de Mayo” el gobierno contaba con la ayuda de Estela Carlotto en el acto de las 14 hs. junto a las Madres Línea Fundadora y la CTA. La presidenta de Abuelas, kirchnerista indiscutible, se despachó contra los grupos económicos que promovieron el golpe atacando ya no sólo a los dueños de Clarín sino a “los Macri, los Bunge y Born, los Pérez Companc, los Rocca, Fortabat, Blaquier y su ingenio Ledesma, la Sociedad Rural Argentina, Mercedes Benz, Ford, Techint, Acindar y tantos otros”. Como si estos grupos no fueran los que hoy siguen haciendo enormes ganancias y aplauden la decisión de la presidenta de “honrar la deuda” declarada en default para iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento que les permita financiarse para continuar con la explotación de la clase obrera. El escenario intentaba ser atractivo para sectores no abiertamente kirchneristas y tenía el objetivo de ocupar la Plaza desde temprano para cerrarle el paso a la izquierda y hacerle el aguante al megafestival ultraoficialista que más tarde encabezaría Hebe de Bonafini y el Secretario General de la Presidencia Oscar Parrilli, el recordado miembro informante de la privatización de YPF bajo los designios de Menem y Cavallo. Un sector de manifestantes independientes de los que allí concurrieron se vieron desilusionados con la entrada de la Juventud Sindical Peronista dirigida por el hijo de Hugo Moyano al grito de “bo rom bom bom…, los sindicatos son de Perón”. Muchos de ellos se replegaron para marchar con las columnas de la izquierda.

En el plato fuerte del operativo copamiento de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini embistió contra Duhalde, quien encabeza el sector de la oposición derechista que más abiertamente pide reconciliación con los genocidas y que el mismo 24 de marzo lanzó la propuesta de un plebiscito para que se decida “democráticamente” si deben continuar los juicios a los genocidas. “Duhalde, Menem y toda esa camada de atorrantes van a pagar lo que hicieron”, concluyó, sin aclarar si en la “camada de atorrantes”, hay que incluir a los intendentes del conurbano bonaerense que ayer estaban con Duhalde, hoy con Kirchner, y algunos miran con buenos ojos a De Narváez. ¿Y a Scioli, que acaba de acusar de “infiltrados” a los jóvenes que se levantaron contra la impunidad en Baradero? Ni qué decir que uno de los probables sucesores que el gobierno baraja para un futuro kirchnerismo sin Kirchner en 2011 es nada menos que el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, uno de los políticos sobrevivientes, implicado en el escándalo de la Banelco y verdadero gerente en su provincia de las multinacionales depredadoras mineras que gozan de todo tipo de exenciones impositivas. El giro político de Hebe de Bonafini no puede ser más completo: mientras en diciembre de 2002 realizaba la 22° Marcha de la Resistencia bajo la consigna “No al pago de la deuda externa”, hoy es una acérrima defensora de la “gesta nacional” de los Kirchner junto al Barclays y el Citibank en el canje del Ministro Boudou para pagarle a los fondos buitres.

El objetivo de acallar la marcha de la izquierda era ocultar que hay quiénes desafiamos la disyuntiva que quiere plantear el gobierno entre la oposición derechista y sus medidas “nacionales y populares”. Como decía el documento unitario refiriéndose a la crisis política de los de arriba desatada en torno al pago de la deuda externa con reservas: “El gobierno y la oposición de derecha disputan, pero todos acuerdan en pagarla”.

Desde el PTS junto a otras organizaciones clasistas dimos una fuerte pelea para que el documento de convocatoria del Encuentro Memoria,Verdad y Justicia tenga un claro contenido independiente de ambos bandos patronales. Como pudo ser finalmente leído en la Plaza “El Gobierno que se autoproclama ‘defensor de los DD.HH’ utiliza una bandera tan cara a nuestro pueblo para enmascarar la impunidad mientras reprime y usa patotas contra los luchadores populares.

Denunciamos también la política represiva de Macri y su última adquisición, la picana portátil para la policía metropolitana. Exigimos la disolución de esta nefasta institución. Scioli mientras hace campañas para bajar la edad de imputabilidad permite el funcionamiento impune de la policía bonaerense que cada día suma más casos de gatillo fácil. Por su parte los opositores Duhalde, Carrió y Cobos no sólo no se pronuncian contra la impunidad de los genocidas sino que llaman a la reconciliación.”

Este programa que defendimos en la Plaza tiene, para el PTS, una gran importancia en los combates que hoy da la clase trabajadora y los que vendrán. Como ya lo muestra la represión a los docentes de Jujuy o la provocación del gobierno del MPN en Neuquén. Como se vio en el 2009 con desalojo de la policía de Scioli y Kirchner a los obreros de Kraft en nombre de la embajada norteamericana, y muestra el levantamiento popular en Baradero, tales serán los desafíos planteados en la lucha de clases.

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