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La encrucijada del Ingenio La Esperanza y una salida obrera

Desde hace unos meses se viene discutiendo en la Justicia y el Gobierno el destino del Ingenio La Esperanza y su proceso quiebra. Agravado por una complicada situación económica que viene de a poco ahogándolo -que dificulta poder pagar los sueldos de los trabajadores- se han acelerado las especulaciones.

8 de enero 2008

La situación desde la gran lucha de fines del ´99

La falta de inversiones, de reparaciones y mantenimientos adecuados, viene limitando su capacidad productiva, lo que lleva a una situación crítica de colapso. Ya en el ´99 los trabajadores echaron a patadas a los Jorge, los antiguos dueños, que vaciaron el ingenio; sólo la lucha y la movilización de los obreros en ese momento impidieron que cierre, manteniendo los puestos de trabajo. Pero con la intervención de la Justicia, mediante sus Síndicos, fue un desvío en la lucha obrera: había que resolver esta crisis “por partida doble”, tanto el problema político (quién se queda con el ingenio) y estructural (invertir en maquinaria y tecnología). Luego de que se fuera “diluyendo” el control obrero por la acción de los síndicos (administradores del Estado, que reemplazaron a la vieja patronal), esto significó ahora volver –casi- al mismo punto de partida. En un sentido, más favorable a la Justicia y el gobierno, ya que ante la crisis y la situación de incertidumbre para los trabajadores (que aún no están movilizados), el gobierno queda con las manos libres para poder rifar el ingenio al mejor postor.

El desvío no solo desmovilizó a los trabajadores, también le dio tiempo a que la burocracia sindical traidora del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar (SOEA) de Farfán (ligada a la CTA) se recuperara, tras ser también echada a patadas del ingenio. Nuevamente es un actor que juega hoy a favor de la reprivatización (licitación y/o venta) del ingenio.

En el ´99 los obreros con su heroica lucha no solo tomaron el ingenio, sino que se hicieron cargo y lo defendieron contra los vaciadores (los Jorge), que fueron apañados durante años por los gobiernos del PJ (Ferraro-Fellner) y la Justicia patronal (que nunca actuó contra estos ladrones de guantes blancos). Los trabajadores contra todos ellos, echaron a la patronal y lograron mantenerlo en funcionamiento, garantizando la zafra de ese año, realizando una experiencia de control obrero, pero que luego terminó a los pocos meses cuando la Jueza Lakado, dictaminó la intervención de los Síndicos.

Lamentablemente en esos momentos algunos dirigentes de la Comisión de Lucha, llamaron a aceptar la intervención de los Síndicos y crearon expectativas en que la Justicia resolviera el proceso de quiebra y de lucha obrera rápidamente. Desde el PTS y a través de La Verdad Obrera ya polemizábamos con el PCR-CCC, quienes asesoraban a la Comisión de Lucha (con el Sec. Gral del PCR, CPN Carlos Aramayo y el Dr. Carpano) y que sostenían esas posiciones. Nosotros alertábamos que peligraba la breve experiencia de control obrero, y llamábamos a los trabajadores de la Esperanza a seguir profundizando la lucha obrera, la democracia en las asambleas y sus decisiones, confiando sólo en la movilización y no en el Estado; que con el apoyo de toda la población debíamos seguir hasta lograr la estatización del ingenio bajo control obrero como única salida. Después de siete años es necesario recordar lo ocurrido y aprender críticamente de esta experiencia.

La política de venta de la patronal

Hoy el gobierno del “nuevo” gobernador Barrionuevo y la burocracia del SOEA, con el visto bueno del Gobierno nacional y la UCR, ya dan como posibilidad segura un arriendo por 6 años del ingenio La Esperanza, hasta que la Justicia resuelva la quiebra y pueda ser finalmente vendido.

Como ha sido de público conocimiento las ofertas de compra “han llovido”, desde los Blaquier -colaboradores de la dictadura- del ingenio Ledesma, El Ingenio el Tabacal -que exprime y se apropia de las tierras de las comunidades aborígenes de Salta-, y otros, como el grupo financiero EMEPA -extrañamente grupo muy ligado y amigo de los emprendimiento del saqueador Taselli, asesino de los mineros de Rio Turbio y actual “administrador” de Aceros Zapla, en Palpalá- que está dispuesto a arrendarlo, y quien tiene más posibilidades.

La idea es deshacerse de la empresa vendiéndola a quien se la logre arrendar primero y quien tendrá más posibilidades en un supuesto llamado a licitación por su compra.

Como acostumbran hacer los diferentes gobiernos y la Justicia -como en cada privatización-, la posible venta o arrendamiento lo harán a precios irrisorios comparados a los valores reales del ingenio y las tierras con que cuenta, siendo un gran negocio para cualquier empresario.

A pesar que todos se comprometen a mantener la planta de trabajadores, se dice que es “abultada”; los diferentes empresarios interesados buscarán planes para achicar gastos o por el contrario aumentar la rentabilidad de la fuerza de trabajo, lo que significará más explotación, bajos salarios, flexibilización o mayor precariedad en el trabajo.

Una salida obrera para el ingenio La Esperanza

Los trabajadores no pueden esperar pasivos cuando se vende su futuro y la fuente laboral; deben ya empezar a realizar asambleas por sector, poner en pie el cuerpo de delegados o una nueva Comisión de Lucha: un organismo que exprese democráticamente la voz de la asamblea, donde estén representados el conjunto de los trabajadores de la fábrica y el campo, donde el dirigente que no cumpla con el mandato de la asamblea sea revocable. Es necesario definir una salida alternativa, independiente de la Justicia y la patronal para el ingenio, que no puede ser otra que luchar por la estatización bajo control y administración obrera directa. Junto a esto, los obreros del ingenio deben lograr la más amplia solidaridad del pueblo trabajador, organizando un gran comité de apoyo a su lucha, porque el ingenio debe ser de sus verdaderos dueños: los trabajadores y el pueblo.

¿Por qué la estatización bajo control obrero?

No solo se debe estatizar por que el estado provincial es el principal acreedor, sino porque el estado provincial y nacional de los Kirchner en especial, además apañan y subsidian a empresarios de toda calaña, verdaderos defraudadores y delincuentes (del transporte, colectivos, ferroviarios, telefónicas, automotrices, etc.) con los miles de dólares que recuda con las retenciones a exportadores.

El Estado nacional tiene que garantizar además los fondos necesarios para tecnificar y modernizar el ingenio, mediante subsidios no reintegrables, para que la gestión obrera obtenga un producto de calidad, accesible a toda la población pobre del país, así como avanzar en diversificar la producción: como para producir biocombustibles, etc., creando más puestos de trabajo, y con mejores salarios.

El control y la administración obrera directa, se deberá asentar sobre una organización democrática, donde las bases obreras decidan desde las asambleas todo. Esto garantizaría que no se metan las corruptas manos de los síndicos y políticos del Estado, permitiría una planificación obrera independiente acorde a las necesidades productivas, sociales y ecológicas de la población, controlaría la comercialización. Los gastos y las ganancias serían devueltas en obras al pueblo trabajador, y se podría apoyar toda lucha obrera para coordinar las luchas de todo el país, etc.

En el ´99 seguramente era impensable para los obreros del ingenio una salida de esta envergadura, pero los obreros ceramistas de Zanon dos años después la llevaron a cabo, y hasta hoy siguen demostrando que es posible… ¡Por la estatización del Ingenio La Esperanza bajo control y administración obrera!

A. del Alto

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