(Tigre; 06/06/07) A lo largo de estos años, la escuela pública se ha deteriorado a niveles insostenibles. En tan sólo tres días de ola de frío, más de 100 escuelas de la Capital y del Gran Buenos Aires salieron a las calles e hicieron escuchar su reclamo ante la falta de gas, las estufas rotas, la carencia de vidrios y puertas, el derrumbe de techos, el desborde de pozos ciegos, las goteras, la falta de comida caliente en los comedores escolares y una innumerable lista de problemas. La bronca popular se hizo sentir en cada corte de calle, en las clases públicas y en las movilizaciones, que fueron organizadas en distintos lugares por los alumnos, padres y trabajadores de la educación, reclamando indignados al gobierno. Como parte de este proceso, el viernes 1/6 en Tigre, fuimos mas de 700 los que nos manifestamos contra el derrumbe de la educación pública.

UN PROYECTO DE DESTRUCCIÓN DE LA ESCUELA PÚBLICA

Esta realidad pone en evidencia la desinversión educativa del gobierno nacional y provincial, herencia de las reformas educativas de la década de los 90, aplicadas por Menem y “emparchadas” y continuadas por Kirchner y Filmus (como la nueva ley de educación que no cambia sustancialmente ninguno de los principales lineamientos de la Ley Federal, así como tampoco la Ley Provincial que ahora se está preparando). Ellos se jactan de haber “mejorado” la calidad educativa, aunque lo cierto es que sus promesas de aumentar el presupuesto educativo al 6% para el 2010, acompañados por los dirigentes de la CTERA y SUTEBA, nos resultan puro palabrerío cuando vemos cotidianamente como la escuela pública se cae a pedazos. Mientras presumen un superávit fiscal record y hacen campaña electoral con ello, mantienen a la escuela pública en un estado de crisis recurrente, el presupuesto sigue siendo miserable y el gobierno no duda en seguir destinando millones a cumplir con los pagos a los organismos internacionales y con el subsidio a las grandes empresas (como por ejemplo las privatizadas de gas y luz que dejaron sin suministro a miles de trabajadores en los últimos días). Evidentemente, al gobierno nacional y provincial no le importa la debacle de la educación pública. Así lo demostraron también cuando militarizaron con gendarmes cada escuela de Santa Cruz y reprimieron a los trabajadores en lucha a tan solo semanas del asesinato del maestro Carlos Fuentealba en Neuquén, quien luchaba junto a miles de docentes por un salario acorde a la canasta familiar.

UNA PELEA DE CONJUNTO

Lo que sí tenemos claro es que a quienes nos interesa verdaderamente la educación pública es a los estudiantes, maestro/as, no docentes, padres, todos los que hemos salido a pelear contra las penurias que atravesamos día a día.

El FGDB (Suteba y Udet) que convocaron a participar de la marcha del viernes 1/6 en Tigre , ante las “promesas por venir” y los arreglos realizados en algunos establecimientos el fin de semana -que fueron conseguidos por la movilización-, solo han llamado para el miércoles 5/6 a delegados o representantes “uno por cada una de las escuelas” que continúan con problemas de infraestructura. Desde la Lista Marrón, creemos que debemos seguir participando masivamente, multiplicando la movilización permanente y la participación activa de todos los trabajadores de la educación junto a los estudiantes y los padres, para conquistar verdaderas condiciones de calidad para enseñar y aprender. En cada escuela, en cada marcha, en cada acción, la demanda y el grito de reclamo no debe limitarse únicamente a conseguir la solución de los problemas inmediatos, sino a buscar una verdadera solución de fondo para la crisis educativa.

Por todo esto, es fundamental profundizar el camino que hemos comenzado a transitar, multiplicando las asambleas, difundiendo nuestros reclamos, coordinándonos entre escuelas y distritos y con otros trabajadores que también se encuentran en lucha. tenemos que debatir democráticamente un plan de lucha que resuelva las próximas medidas de acción.

Los problemas materiales de la educación solo se solucionarán con más presupuesto, que permita arreglar, construir y reconstruir escuelas, pagar salarios acordes a la canasta familiar a todos los trabajadores de la educación, destinar los elementos necesarios para los procesos de enseñanza y aprendizaje, etc. y para ello, debemos pelear por un financiamiento integral a cargo del Estado y por el aumento del presupuesto educativo. Plata hay. Que se utilicen las reservas en forma inmediata, y se deje de pagar la deuda externa, se impongan impuestos progresivos a las grandes fortunas y se deje de subsidiar la educación privada, laica o religiosa.

A su vez, es fundamental un plan de emergencia educativo elaborado en común por los docentes, los estudiantes, los padres y los trabajadores, es decir, por quienes estamos verdaderamente interesados en la educación pública.

LISTA MARRON- SUTEBA Tigre