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Mundo Obrero

“GENERACIÓN Y”, NUEVA GENERACION DE JOVENES OBREROS

La camiseta que no hay que transpirar

Los que ellos llaman “Generación Y”, son los jóvenes que fueron marcados desde niños por la destrucción de millones de empleos, que vieron cómo los sindicalistas protegían otros intereses que no eran los de sus padres.
Vieron a la Iglesia lucir sus lujos entre los pobres, y por tv a los políticos peronistas o radicales que aparecían juntos vendiendo el país.

PTS

11 de marzo 2010

por Franco Villalba, delegado de la CI de ex-Jabón Federal y dirigente del PTS

La cinica visión sobre los jóvenes del gerente de Kimberly Clark es compartida por otros de su clase.

Los que ellos llaman “Generación Y”, son los jóvenes que fueron marcados desde niños por la destrucción de millones de empleos, que vieron cómo los sindicalistas protegían otros intereses que no eran los de sus padres.
Vieron a la Iglesia lucir sus lujos entre los pobres, y por tv a los políticos peronistas o radicales que aparecían juntos vendiendo el país.

Los primeros adolescentes que volvieron a ver desocupados hacer piquetes para pedir un trabajo. Con este escenario de fondo, en las aulas, ya nadie creía que su titulo de egresado de la vaciada escuela secundaria, le iba permitir “triunfar en la vida”.

Esos jóvenes salieron a buscar su primer trabajo, descreídos de cualquier tipo de proyecto, sea político, cultural o laboral.

Cuando lo consiguieron, lo hicieron mayoritariamente en condiciones precarias, como cuenta la compañera de Kraft.

A pesar de esto y con las ganas de trabajar “despedidas” por el mismo entrevistador antes de empezar el primer día, el joven trabajador “deja todo” dentro de su nuevo laburo: hace horas extras si se lo piden, trata de aprender rápido, no falta ni con 39° de fiebre, no se niega a ninguna tarea… Pero nada de esto lo hace (y en esto tiene razón el gerente de Kimberly Clark) porque “tiene puesta la camiseta de la empresa”, sino más bien, porque quiere al menos durar un poco más que lo que decía el contrato. Y si justo esta vez la suerte se pone de su lado y surge una vacante para quedar efectivo, en una de esas tiene la suerte de ocuparla.
Pero los pocos que tuvieron alguna expectativa, rápidamente perdieron su ilusión cuando los patrones no dudaron en descargar un ataque sobre ellos.

Es en este camino y en esta escuela que es la fábrica, donde la “generación Y” va armando nuevos valores. Y es justamente a esto a lo que en realidad le temen los gerentes como Mr. Firmat de Kimberly Clark.
De a poco “los pibes”, van descubriendo cuál es su verdadera camiseta.
Empiezan a medir de reojo, en quién confiar y en quién no. Entre sus nuevos compañeros de trabajo arma grupos de amistad. De manera inicial se van creando lazos que unen a esta nueva generación de obreros, y a la vez renacen viejas barreras que históricamente separaron a la clase obrera de los patrones y sus amigos.

En los vestuarios, en el fútbol de los viernes, en las salidas de los sábados, en el pool a la salida de la fábrica se comparten momentos, historias, broncas, alegrías, y se escuchan reclamos, que un buchón de la empresa y menos un patrón no debería escuchar. Allí solo se juntan entre los que “está todo bien”, y es en estos lugares comunes donde comenzaron muchos de los nuevos procesos de organización obrera que nacieron en los últimos años. Como las luchas protagonizadas por sectores combativos de esa juventud en Jabón Federal, Mafissa, Casino, Pillkington y la gran gesta de los trabajadores de Kraft (entre tantas otras) que quedó grabada en las retinas de miles de jóvenes trabajadores.
Mientras dan estos primeros pasos en la organización sindical, la juventud comenzó a hacer una valiosísima experiencia que recorre cada lugar de trabajo nuevo.

Una camiseta que valga la pena

Apostamos a que los jóvenes tomen en sus manos las riendas de su propio destino. Apostamos a que se organicen en agrupaciones clasistas para recuperar los grandes sindicatos. Pero también a que se apasionen en construir poderosas organizaciones políticas, abrazando las ideas socialistas.

Con esta camiseta, nuestros jóvenes sí se jugarán por algo que los represente y mirarán con confianza el futuro.

Prensa

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Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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