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La burocracia: reparando techos, desgastando su propio poder

Los empresarios dijeron haber entrado en estado de “psicosis” luego del aumento que logramos los trabajadores de la alimentación y el “efecto 35” que hizo que varios gremios suban sus exigencias salariales. Monopolios que como Kraft facturan 500 millones de dólares por año se “vuelven locos” por tener que pagar salarios de 3.000 pesos.

PTS

10 de junio 2010

La burocracia: reparando techos, desgastando su propio poder

por Javier ‘Poke’ Hermosilla (CI Kraft) y Leonardo Norniella (CI de PepsiCo), integrantes de la Agrupación Desde Abajo.

Los empresarios dijeron haber entrado en estado de “psicosis” luego del aumento que logramos los trabajadores de la alimentación y el “efecto 35” que hizo que varios gremios suban sus exigencias salariales. Monopolios que como Kraft facturan 500 millones de dólares por año se “vuelven locos” por tener que pagar salarios de 3.000 pesos. Si ese es su estado mental producto de “terrible situación” por la que están pasando, imaginemos como estarían si tuvieran que ganar ellos ese salario, ni hablar si tuvieran que vivir con los 1.500 que gana la mitad de los trabajadores. ¿Cuál sería el estado mental de Mendez, de Lascurain o Ratazzi si tuvieran que tomar un tren todos los días a las 5 de la mañana para estar luego 8, 10 o 12 hs. en una línea?

Detrás de la “locura empresaria” está la intención de frenar el reclamo de los trabajadores luego de la lucha de la alimentación. Para ello cuentan con la inestimable ayuda de dirigentes sindicales que han salido a poner paños fríos y tranquilizar a la UIA.

Lo cierto es que la lucha de la alimentación, donde un gremio con una conducción que es un verdadero símbolo del menemismo tuvo que firmar un acuerdo que subió el techo salarial de todo el movimiento obrero, no puede explicarse más que por la acción que impulsamos desde las internas opositoras de Kraft y de PepsiCo junto con los trabajadores combativos de Stani y por la dura lucha de los obreros cordobeses.

El moyanismo -la principal corriente en el movimiento obrero durante el kirchnerismo- está siendo obligado a jugar un papel penoso que terminará desgastando parte de su propio poder, siendo el encargado de bajar el techo marcado por los obreros de la alimentación. Nosotros peleamos contra este intento de imponer un límite a las demandas de los trabajadores y exigimos que ningún gremio firme por menos del 35%. Lo hacemos con la perspectiva de recuperar los sindicatos como herramientas que nos permitan revertir lo que se come la inflación y todas las conquistas arrebatadas desde la dictadura hasta hoy, pasando por los ‘90 cuando se impuso la flexibilización laboral, los contratos y las tercerizaciones y la desocupación. El rol de bombero por parte de la burocracia tiene que tener como respuesta el crecimiento de los sectores antiburocráticos y su unidad para presentarnos como una alternativa en los sindicatos de la CGT y la CTA.

Kraft, 9 meses de lucha tenaz

En Kraft se sufrió un golpe durísimo hace 9 meses cuando la patronal quiso imponer 170 despidos, dando lugar a una de las luchas más importantes de las últimas décadas en la clase obrera industrial. Aunque la fábrica quedó golpeada internamente por la firma de la “maldita acta” que dejó afuera a gran parte de los mejores activistas, esta lucha histórica impuso un límite a la pretensión de las empresas de despedir de forma masiva. El “clima asambleario” señalado por el abogado de Kraft, De Diego, no pudo ser derrotado. Y el conflicto no podría haber sido lo que fue sin el peso que conquistamos los sectores más consecuentes y combativos dentro de la fábrica, y sin la unidad con los estudiantes y los desocupados. Esto se expresó en la elección de la nueva Comisión Interna que puso en la dirección al sector más duro del conflicto, aunque tuvimos que enfrentar una nueva situación: la base de la fábrica golpeada, gran parte del activismo e importante dirigentes echados, y una oposición encarnizada de la Lista Verde y la antigua interna que buscaron el fracaso de la nueva organización.

Sin embargo fue esta misma Interna, atacada por distintos flancos, quienes nos pusimos al frente de la lucha por el salario desde el 12 de marzo, cuando salimos nuevamente a la calle los trabajadores de Kraft, de PepsiCo y Stani. Obligamos así a un sindicato con dirección menemista a no firmar un acuerdo miserable, y levantamos la demanda del 35% que hoy es parte de las reivindicaciones de millones de trabajadores. Al actuar como ala izquierda clasista de un sindicato de masas, impusimos medidas que lograron involucrar a miles de obreros de todo el gremio y por esa brecha se coló la bronca de los obreros cordobeses, irrumpiendo el paro por tiempo indeterminado de las plantas de Arcor desde el 23 de abril. Si hacía décadas que no se veía un conflicto como el del 2009 a nivel de fábrica, hacía también muchísimos años que no se veía cómo una fracción clasista dentro de un sindicato de masas logra intervenir en una discusión salarial que involucra a 80.000 obreros industriales y empalma con una huelga dura en una de las principales empresas, de forma tal que ese sindicato logra una conquista que modifica el tablero salarial de todo el movimiento obrero del país.

Las tareas por delante

Los trabajadores de Kraft y de PepsiCo en este tiempo fuimos solidarios con muchos conflictos, llevando nuestro apoyo a cortes y movilizaciones. El 17 de abril convocamos a un Encuentro de Trabajadores de la Zona Norte con 400 trabajadores y decenas de delegados e internas. Ahora junto con los trabajadores de FATE , la Seccional San Fernando del SUTNA y decenas de Internas y dirigentes combativos convocaremos para el próximo 31 de Julio a un Nuevo Encuentro donde van a reagruparse todos los sectores antiburocráticos e independientes de la Zona Norte, poniendo en pie una alternativa más fuerte a la burocracia sindical en la zona de mayor concentración obrera del país.

Hace muchos años o décadas que no se junta tal cantidad de organizaciones antiburocráticas con peso real en las principales fábricas de la zona.

Los trabajadores de Kraft junto con los de PepsiCo seguimos peleando, como es natural, contra todos los que ven en la emergencia de un nuevo sector de trabajadores un peligro para sus intereses de clase o de aparato. Nosotros ponemos en cambio nuestra fuerza para ayudar a que se abra paso una nueva vanguardia obrera que se vaya forjando para los futuros combates que la propia crisis capitalista va a imponer a los trabajadores.

Prensa

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