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La batallas del PTS en el Sindicato Ceramista, ayer y hoy

A fines de los ‘90, como parte de un proceso de resistencia a la patronal de Zanon, al calor de los “Cutralcazos” y los paros generales que convocaba la burocracia de Moyano, emergió, luchó y se consolidó la Marrón.

Raúl Godoy

4 de octubre 2012

La batallas del PTS en el Sindicato Ceramista, ayer y hoy

Los orígenes y las bases de la Marrón

A fines de los ‘90, como parte de un proceso de resistencia a la patronal de Zanon, al calor de los “Cutralcazos” y los paros generales que convocaba la burocracia de Moyano, emergió, luchó y se consolidó la Marrón. Éramos un grupo de compañeros de las líneas, los hornos, matricería, selección: 8 delegados, compañeros independientes y yo del PTS.

Desde el inicio, desde el PTS fuimos compartiendo con los compañeros de la Marrón un programa básico, pero de bases muy sólidas:
1) La independencia de clase, que comenzó con la independencia de todas las patronales, los gobiernos y las burocracias sindicales, la defensa de un programa obrero y los métodos de la lucha de clases, la solidaridad y coordinación con otros sectores de la clase (empezando por los desocupados) y del pueblo pobre y oprimido. Pusimos en pie la Coordinadora Regional del Alto Valle y avanzamos hasta el planteo programático de la necesidad de un Partido de Trabajadores sin patrones. Y no fue sólo en el papel: la Marrón defendió este planteo desde el periódico Nuestra Lucha, que impulsamos a nivel nacional, en 2011 convocamos a dos plenarios ceramistas de más de cien compañeros de las 4 fábricas para debatir y resolver participar del FIT, aportando de manera fundamental a ganar una banca obrera y socialista en Neuquén, que hoy ocupa Alejandro López y a fin de año me toca asumir.
2) El método de la asamblea: la democracia directa fue otra de las bases fundacionales de nuestra lucha, y este método fue propuesto, peleado y defendido en cada fábrica. Es el método de Zanon, de Stefani, de Del Sur y la Neuquén, y junto a esto la libertad de tendencias. Fue la Marrón y el PTS quienes propusimos, batallamos y defendimos el ingreso de las tendencias políticas a nuestra gestión obrera. Ofrecimos más de 10 lugares a cada organización de desocupados, que en ese momento eran independientes de los gobiernos: a los militantes de PO, del MST (hoy IS), al MTD Neuquén y Barrios de Pie (la CCC apoyaba, junto a D´Elia, al gobierno). También allí peleamos contra el “sentido común” de muchas tendencias o compañeros que nos decían “eso va a ser una carnicería”. Para el PTS fue totalmente acertado haber impulsado el ingreso de distintas tendencias de izquierda dentro de una fábrica y un sindicato donde éramos la única corriente política de izquierda, ya que permitió politizar aún más al conjunto de la base y el activismo. Y lo reivindicamos hoy, cuando algunas de esas corrientes, como Izquierda Socialista y el PCR (que ingresó después a Zanon) organizaron la oposición de derecha al clasismo en las elecciones.

Estos principios son los que permitieron que un verdadero trabajo en equipo entre los trotskistas del PTS y los compañeros independientes de la Marrón madure (no sin discusiones entre nosotros) no sólo como dirección del sindicato a lo largo de estos años, sino generando una “fábrica de militantes obreros clasistas”, constituyendo una experiencia inédita en la izquierda argentina. Por esto fracasó la campaña macartista de querer hacer de la Marrón “la lista del PTS”, y el oportunismo de corrientes de izquierda que apelaron a recoger el apoyo de los sectores más conservadores. La votación masiva, que liquidó de paso la campaña de “sindicato vaciado”, confirmó a la nueva generación de dirigentes ceramistas clasistas: hoy nuestros compañeros Natalio “Chicho” Navarrete, Luis Calfueque y Víctor Ortiz, todos ellos obreros que ingresaron al PTS al calor de esta lucha, comparten la nueva Comisión Directiva con los compañeros independientes, encabezados por Marcelo Morales.

Hitos de la lucha obrera

Luego de la recuperación de la Comisión Interna de Zanon, del Sindicato y las huelgas contra el vaciamiento que implementaba la patronal de Zanon (“la huelga de los 9 días” en 2000 y la “batalla de los 34 días” en 2001), la ocupación y puesta en marcha de la fábrica hace 11 años, al igual que en Cerámica Del Sur y Stefani, fueron hitos gigantes.

Desde el PTS junto a nuestros compañeros de la Marrón, no nos detuvimos ante la “legalidad patronal”, que mata de hambre a millones. Cruzamos todas las barreras: la de sus legalidades, sus prejuicios, su sentido común. Así fue que frente a los despidos masivos, ocupamos la fábrica y la pusimos a producir sin patrones. Como siempre digo, esto no fue un invento ni de los ceramistas ni del PTS. Fue seguir la tradición revolucionaria de la clase obrera y “El Programa de Transición” de León Trotsky.

Tampoco aceptamos “la miseria de lo posible” que ofrecían los gobiernos a las fábricas ocupadas: subordinarse políticamente en cooperativas “normales” a cambio de dádivas del Estado. Mantuvimos nuestra independencia política y nuestros principios basados en la lucha de clases. Así conseguimos que se vote una ley de expropiación y hace días cumplimos 11 años de producción bajo control obrero.

Ahí radica la importancia de nuestros aportes: granos de arena a la reconstrucción de una subjetividad obrera superior. La unidad de las filas obreras, comienza adentro de la fabrica, pero se extiende a todos nuestros hermanos de clase en la región, a nivel nacional, y también internacional, acuñado en la frase: “Los trabajadores no tenemos fronteras”. Aportamos y pusimos en práctica el internacionalismo obrero militante. En esto nuestra corriente internacional (FT-CI) cumplió un rol muy importante.

Todos estos hitos, no los dejamos en el aire: los plasmamos en el estatuto clasista, anticapitalista y democrático del SOECN.
Esto no cayó del cielo. Ni sucedió de manera “espontánea” ni tampoco vino “de afuera”. Desde el PTS supimos confluir en un momento de agudización de la lucha de clases como el 2001 con un sector de la clase obrera que se iniciaba en el combate, enseñar pero también aprender juntos, llevar la experiencia histórica y la tradición revolucionaria y fusionarla con una experiencia nueva de reorganización de un sector del proletariado industrial. Esta fue la combinación “explosiva” que dio origen a Zanon y al SOECN, y que muchas corrientes de izquierda nunca comprendieron y por eso quedaron ajenos a este proceso (como PO) o decidieron enfrentarlo abiertamente (como Izquierda Socialista)

Un nuevo hito: la profundización de la libertad de tendencias

Acabamos de poner en práctica otro aspecto revolucionario de nuestro programa, la libertad de tendencias con representación de las minorías en forma proporcional. Esto lamentablemente no lo tiene ningún sindicato del país. Algunas corrientes de Izquierda (partidaria o independientes) pasaron por la conducción de seccionales, sindicatos e incluso Centros de Estudiantes y Federaciones Universitarias, pero nunca tocaron “lo fundamental”.

La libertad de tendencias y de partidos que defienden la gestión obrera y la pelea por un programa de demandas obreras, está pensada desde las ideas de Trotsky sobre la necesidad, del “pluripartidismo soviético” que defendiera en La Revolución Traicionada y El Programa de Transición. No alcanza con rechazar el sistema de “partido único”, hay que ponerlo en práctica en cada organización que recuperemos para liberar toda la energía y desplegar programas y el debate político.

Este nuevo paso en Zanon y en el SOECN, fortaleció de manera contundente la militancia Marrón. Otras corrientes y organizaciones apostaron al cansancio, al escepticismo, a la duda: tuvieron su expresión. Es natural luego de 14 años de lucha intensa. Pero una vez más en el Sindicato Ceramista brilló la chispa Marrón, la que está cargada de futuro, la que aporta humildemente un grano de arena y de confianza a los trabajadores y estudiantes y al pueblo que luchan por su liberación.

El clasismo a la ofensiva

En nuestro Sindicato y en la Marrón, también tuvimos abandonos, deserciones, compañeros que buscaron otros rumbos, y hasta traiciones abiertas, como caso emblemático la de Néstor San Martín, fundador de la Marrón, que se vendió a la patronal y a la burocracia hace muchos años. Pero lo que no pudieron quebrar fue el núcleo sólido de la Marrón: militantes del PTS e independientes que fuimos batallando y haciendo una experiencia en común, que parados en el método de la democracia directa, el debate frontal, y un programa clasista, no sólo resistimos sino que aportamos a la construcción de una corriente obrera político-sindical a nivel nacional con Nuestra Lucha.

Hoy les presentamos a nuestros amigos y amigas, a nuestros compañeros, pero también a nuestros adversarios y enemigos una nueva conquista: el apoyo de más del 71% de la base obrera a esta política, habiendo votado el 90% de los afiliados, nos potencia en nuestra lucha.
Desde el PTS, libramos una batalla más, en un lugar donde tenemos responsabilidad de dirección. El trotskismo en Zanon volvió a dar otra vuelta de tuerca, a diferencia de las corrientes de izquierda que con tal de ocupar un espacio hacen alianzas con sectores de derecha o pro patronales.

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