Custodiados por expertos

Hace unos 20 días la Gendarmería ocupó las entradas de EMFER (Emprendimientos Ferroviarios), una histórica metalúrgica (ex Fabricaciones Militares; privatizada hace 13 años por el menemismo). En esta planta, ubicada en zona norte, San Martín, trabajan unos 450 obreros. EMFER, es la principal empresa argentina dedicada a la industria ferroviaria y, desde 2005, en la misma planta funciona Tecnología Avanzada en Transporte S.A. (TATSA), donde se fabrican unidades para el transporte automotor de pasajeros.

“Es un intimidación sindical”

Rafael Artigues, delegado de la comisión interna de EMFER, comenta: “la argumentación patronal sobre la presencia de la gendarmería es que están para custodiar los ferrocarriles, que son propiedad del Estado”. Sin embargo, continúa, “acá nunca se atentó contra los trenes; para nosotros es una intimidación sindical contra la comisión interna, días después de haber conseguido un aumento superior por fuera de la UOM”.

Negocios sobre ruedas

La patronal que controla tanto EMFER como TATSA, es COMETRANS, un grupo económico que lidera Claudio Cirigliano, ayer amigo de Menem y hoy íntimo del matrimonio Kirchner. Actualmente el grupo controla también TBA, que gestiona las ex líneas Sarmiento y Mitre. A la vez, es dueña de empresas de colectivos como el Grupo Plaza, y otras decenas de corta y larga distancia. También administra dos líneas del subte de Río de Janeiro y hace pocos meses ha cerrado jugosos acuerdos para la exportación de colectivos a Venezuela y Cuba.

Las fronteras están en las fábricas

Por eso, y en buen marco de negocios privados y oficiales, para el delegado Rafael Artigues está claro que la intención de la empresa es “limitar la acción sindical y mantener una producción ordenada”. Y es que EMFER es una fábrica con mucha tradición de lucha; “acá hemos realizado medidas con bloqueos de puerta o toma de fábrica. Y la Gendarmería no está cuidando los trenes sino las entradas a la planta. Creemos que de llegar a producirse una lucha, se van a meter. Es sorprendente lo que hace esta gente -cierra Rafa-, en vez de estar custodiando las fronteras contra el narcotráfico y contrabando, se ocupan de amedrentar y reprimir al pueblo trabajador; lo mismo que hacen en Santa Cruz o en otros lugares de trabajo.”

H.E.