LA ASAMBLEA UNIVERSITARIA SER˜á UNA NUEVA ESTAFA

Este lunes 6 de agosto se realizará la Asamblea Universitaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Se reunirán los mismos consejeros que el 18 de diciembre pasado eligieron rector de la UBA en el Congreso Nacional apoyándose en la represión de la Policía Federal enviada por el gobierno de Kirchner contra el movimiento estudiantil. Al igual que en esa ocasión, su objetivo será mantener intacta la universidad para que sigan avanzando las medidas privatistas en la UBA como los posgrados pagos, los bajos salarios docentes y no docentes o las pasantías que usan a los estudiantes como mano de obra barata para las empresas.

¿O es que acaso se discutirá cómo resolver estos problemas? O cómo garantizar miles de becas para que los hijos de los trabajadores puedan ingresar a la universidad, cómo rentar a los miles de docentes ad honorem o cómo poner la universidad al servicio de resolver los grandes problemas nacionales. Nada de eso podemos esperar de aquéllos que gobiernan la UBA desde hace más de 20 años.

LAS CAMARILLAS QUIEREN AVANZAR EN LA PRIVATIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD

Los funcionarios peronistas y radicales que eligieron al rector Hallú desconocen todos los cuestionamientos que se realizan a la universidad, no sólo en la UBA sino también en La Plata, Rosario o Córdoba, razón por la cual proponen mantener todo intacto. En boca de Martín Marcos, consejero radical, el actual es un “gran estatuto”, ya que “la proporción del cogobierno en las facultades es buena y representativa, por lo tanto no proponemos modificaciones”. Por esta razón, sólo proponen aumentar un consejero por claustro y un no docente en el Consejo Superior. No es de extrañar, ya que son los que mantienen sus posiciones de privilegio en la universidad gracias a un estatuto profundamente antidemocrático que permite que un puñado de profesores titulares y adjuntos concursados se arrogue la representación de más de 350 mil estudiantes, docentes y no docentes de la UBA. En este bloque no sólo hay personajes de la dictadura como Alterini, sino que también encontramos a muchos de los funcionarios de quien fuera el rector más corrupto de la historia de la UBA, Oscar Shuberoff. La defensa del statu quo responde al interés de avanzar en una universidad cada vez más subordinada a la injerencia de las empresas por medio de convenios y pasantías, restricción del ingreso y formación de profesionales acorde a las necesidades del mercado. Todos estos negociados necesitan a estos burócratas en la dirección de la universidad.

Por otro lado, el bloque de los decanos “progresistas” (Schuster, Sorín, Aliaga y Trinchero), que pactó con los radicales y peronistas para poner al vicerrector, ofrece un discurso algo más reformista que oculta su objetivo real que es cambiar algo para que nada cambie. Bajo la perorata de decir que la asamblea será un “acontecimiento histórico” se pronuncian contra el arancel a los estudios de grado y por el vínculo de la universidad con la sociedad, a la vez que ocultan vergonzosamente los posgrados pagos que ellos mismos aplican en sus respectivas facultades y la formación de profesionales al servicio de las empresas con injerencia en la universidad. Por otro lado, su ”democratización” consistiría en la elección directa ponderada del rector y los decanos (es decir que el voto de los profesores valdría más que el de los ayudantes docentes, estudiantes o no docentes) y en una tibia reforma de la composición de los consejos directivos de las facultades. Mientras tanto pretenden imponer un mayor filtro para los estudiantes, proponen un CBC de 2 años. Descifrando su engañoso discurso: hablan de la “democratización de las listas de profesores” pero se oponen de forma tajante a la conformación del claustro único docente, dividiendo entre docentes de “primera” y docentes “de segunda”; y son acérrimos enemigos de la mayoría estudiantil, ya que quieren mantener subordinados a quienes constituyen la abrumadora mayoría de la universidad.

POR MAYORÍ ESTUDIANTIL Y CLAUSTRO ÚNICO DOCENTE

Frente a los defensores del statu quo, es necesaria la mayor unidad de quienes venimos luchando contra las camarillas del régimen universitario. Desde En Clave ROJA creemos que una verdadera democratización de la universidad debe comenzar por darle la mayoría en los órganos de gobierno a quienes constituyen la gran mayoría de la universidad y son protagonistas de las luchas por transformar la universidad y ligarse a los trabajadores en lucha, los estudiantes. Por otro lado, debemos luchar por eliminar la división en castas de los trabajadores docentes y conformar el claustro único docente. A su vez, es necesario eliminar el clientelar claustro de graduados y darle voz y voto a los que nunca la tuvieron, los no docentes.

Llamamos a los compañeros de la presidencia de la FUBA a luchar juntos por este programa, para lo cual es necesario retomar las tradiciones de lucha del movimiento estudiantil impulsando la autoorganización en cuerpos de delegados y asambleas por facultad e interfacultades para enfrentar al régimen universitario. Para dar esta lucha, la primera condición es ser independiente del régimen. Por eso los llamamos a tomar la lucha por la mayoría estudiantil y romper con las gestiones de los “decanos K” a los cuales le aportan funcionarios, como el MST en Filosofía y Letras o el PO y el PCR en la Facultad de Arquitectura.
Sólo conquistando esta independencia tendremos las manos libres para enfrentar al régimen universitario y encarar la lucha por una verdadera democratización que inaugure la transformación de la universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.

 No al CBC de 2 años

 Basta de docentes sin salario

 Triplicación inmediata del presupuesto

 Por mayoría estudiantil y claustro único docente en todos los órganos de gobierno

 Por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo

En Clave ROJA - PTS