La huelga petrolera le viene a dar la razón a la lucha de los trabajadores y el pueblo de Las Heras a la que, en marzo pasado, Kirchner respondió enviando la Gendarmería Nacional y encarcelando luchadores, mientras pactó con Moyano apenas una suba del “mínimo no imponible”, no su eliminación.
El mal llamado ‘impuesto a las ganancias’ fue creado por Domingo Cavallo y aplicado por Kirchner a los trabajadores que ganan por encima de 2.400 pesos, es en realidad un impuesto al salario que debe ser anulado para todos los trabajadores que se vean afectados. Entre ellos puede haber, por ejemplo, un jubilado que trabajó en un banco 30 años y cobra 2.510 pesos, al que el Estado le expropia, según este impuesto, 450 pesos.
A principios de este año, en momentos en que a los delegados y petroleros de Santa Cruz se los perseguía bajo un verdadero Estado de Sitio en las localidades del norte de la provincia, la dirección del sindicato del Petróleo y Gas privado boicoteaba la lucha y Moyano aparecía con la ministra Micelli reivindicando el “método del diálogo con el gobierno” contra el método de las asambleas de base, la huelga y los piquetes de Las Heras. Como se ve, el método de Moyano no resolvió el problema. Como dicen ahora los delegados de base de los petroleros de Las Heras: “ahora la dirigencia gremial se dio “cuenta” que el reclamo de enero era justo y que los “disidentes” teníamos razón. “¡Qué las bases decidan todo! ¡Ninguna confianza en los dirigentes!”. Y afirman que ahora “Estamos continuando la lucha que empezamos en enero de este año reclamando la eliminación de ese nefasto impuesto al trabajo”
 
La dirección del sindicato petrolero reclama que, en el caso de su gremio, el impuesto sea pagado por las empresas que si tienen ganancias, como la Repsol que obtuvo 2650 millones de euros desde enero de este año cuando se reprimió la lucha de Las Heras. Si faltaran más datos para demostrar que Kirchner envió a la gendarmería y pacto con Moyano en defensa de la clase empresaria, puede decirse que desde entonces Repsol obtuvo un 3% más de ganancias que ya era de 42.000 pesos por minuto, y que inclusive en estos meses el gobierno aumentó los millonarios subsidios a las petroleras con plata de la recaudación fiscal cuyo 50% del total aportamos los asalariados con todo tipo de impuestos. Lo mismo vale para las automotrices como Ford o Volkswagen o las siderúrgicas como Techint y tantas grandes empresas que ganan cada vez más en la Argentina de Kirchner y cuyos trabajadores pagan el ‘impuesto al salario’, al igual que trabajadores del Estado que ha aumentado exponencialmente su recaudación de la que se jacta el propio gobierno.
 
LA FUERZA DE LA CLASE TRABAJADORA Y EL CHALECO DE LA BUROCRACIA SINDICAL
 
La huelga petrolera pone en claro, también, que los trabajadores podemos conseguir más, es una muestra de la enorme fuerza social de los trabajadores. El gobierno fue obligado a sentarse a negociar cuando 20.000 trabajadores de la industria del petróleo de todo el país mostraron que pueden dejar sin gas a la Argentina e incluso el suministro a Chile. Pero las multinacionales del petróleo muestran la misma dureza que semanas atrás tuvieron Telefónica y Telecom ante la huelga de 10 mil telefónicos que pedía terminar con el fraude laboral y pasar a convenio de Foetra a los más de 2000 contratados bajo la UOCRA. En este caso Repsol ofrecen hacerse cargo sólo hasta un máximo de 1000 pesos por año por cada trabajador, cuando a un petrolero de sueldo promedio (3500 pesos más vales de comida, viáticos y horas extras) se le descuentan 500 pesos por mes por el impuesto. Por eso en Santa Cruz y Chubut sigue la huelga. El gobierno, a diferencia de marzo en el que se vio obligado a subir el mínimo no imponible para todos los trabajadores, aprovecha que esta vez tiene un “interlocutor confiable” en la burocracia del gremio y negocia con ellos limitar el acuerdo al gremio petrolero mientras que para el resto de los trabajadores del país promete modificaciones (no su anulación) recién para el 2007.
Se necesita una lucha de conjunto no sólo para abolir este impuesto infame sino por un aumento general de salarios al nivel de la canasta familiar (hoy alrededor de los 2400 pesos que pagan el impuesto) así como el pase a convenio de todos los contratados y trabajadores en negro que suman más de la mitad de la clase obrera. Mientras Kirchner, Tomada y la cúpula de la CGT de San Vicente se preparan para nuevamente montar paritarias truchas con otro tope salarial entre el 13 y el 15% (esta vez menor que el 19% del 2005) y mantener la precarización laboral, las organizaciones combativas del movimiento obrero debemos reclamar paritarias con delegados elegidos en la base para luchar por las reales demandas de los trabajadores.
 
17/11/06
PTS - Partido de los Trabajadores Socialistas