Néstor Kirchner aprovechó ayer una tribuna de empresarios, en la que se mezclaban ejecutivos argentinos con otros recién llegados de Alemania. para abundar en la nueva estrategia que el Gobierno adoptó en las negociaciones con el FMI. Con una dureza que hasta parecía sobreactuada, sostuvo que seguirá negociando "con firmeza" y que no aceptará los "caprichos de los organismos internacionales, que no han estado muy bien con la Argentina".
"Vamos a tener discusiones firmes y racionales. Nos cuesta mucho juntar una moneda tras otra como para seguir aceptando las idas y vueltas o los caprichos de los organismos internacionales, quienes no han estado muy bien con la Argentina", afirmó el Presidente.
Ayer al mediodía en la planta Siemens de San Martín los empresarios habían sido ubicados en las primeras filas para seguir de cerca el acto.
Pero el ministro de Planificación, Julio de Vido, había movilizado a una nutrida barra de jóvenes enfundados en remeras con la leyenda "Guardianes de la Democracia" que lograron mezclarse entre los empresarios para arengar, desde allí, a otros dos grupos de militantes movilizados desde el Correo y la bancaria, que quedaron ubicados tras el vallado.
Así, mientras el ritmo de la batucada y los bombos se ganaba lugar a la fuerza ante el disgusto manifiesto de los organizadores, el Presidente continuó con el tono crítico su discurso.
Ayer Kirchner, al igual que su esposa, Cristina, el último martes, criticó el papel del FMI. Y para esta etapa decidió encolumnar a todos sus ministros. El canciller, Rafael Bielsa, afirmó que "el FMI no representa la necesidad del mundo".
Como el discurso del Presidente fue en el marco de la inauguración de un centro de comunicaciones de Siemens, sus palabras no arrancaron —como suele pasar cuando estas declaraciones se dan en actos partidarios del PJ— estruendosos aplausos.
Allí el Presidente recibió la buena noticia de que ese centro va a generar 400 nuevos puestos de trabajo de acá a fin de año. Por eso Kirchner los felicitó, tras una recorrida veloz por las instalaciones. 
"El país va a seguir creciendo porque hoy administra sus recursos con responsabilidad y austeridad y no estamos dispuestos a regalarlo", enfatizó Kirchner antes de exhortar a los empresarios a "invertir en el país".
"No queremos empresarios quebrados, queremos empresarios que tengan rentabilidad", sostuvo Kirchner; pero también es necesario que "inviertan y generen trabajo", agregó.
"Es muy importante que crezca la rentabilidad, pero también que crezca el poder adquisitivo de la gente para que la economía se mueva para todos y para que no nos pase como en la década del 90, cuando, pese al crecimiento de la economía, cayó el consumo de la gente", sentenció Kirchner al terminar el acto.