Luego de haber estado en la provincia de Tucumán, José Montes, candidato a presidente del Frente de Izquierda y los Trabajadores por el Socialismo (FITS) y dirigente obrero nacional del PTS, brindó una charla en la Casa Cultural “Obreros del Mundo” de San Salvador de Jujuy. El compañero también estuvo en los medios de prensa: radios, TV y diarios.

Medio centenar de asistentes, entre trabajadores de Ledesma, estatales, municipales y estudiantes reflexionaron alrededor de la intervención del compañero, que comenzó destacando el nuevo fenómeno de “rebeliones” obreras en distintos sectores: como los del pescado de Mar del Plata, los jóvenes de FATE, que ganaron la mayoría de su comisión interna contra la CTA, y todo un amplio sector del “mundo obrero” que comienza a rebelarse contra las condiciones de trabajo precario, los salarios bajos y las traiciones de la burocracia sindical.

Planteó que el PTS pone especial énfasis en dirigirse en esta campaña a estos sectores, ya que las perspectivas bajo un gobierno de Cristina Kirchner, pueden ser de pasividad y aislamiento –y golpes y represiones- a sectores de vanguardia que sigan luchando, con un gobierno “envalentonado” al ganar el 28 de octubre. Pero, más allá de eso, las condiciones y el proceso que se da en el “mundo obrero” seguirá, y por eso, los marxistas revolucionarios queremos intervenir allí, más allá de las luchas sindicales –que reciben todo nuestro apoyo- para que se pueda pasar a la lucha política contra el gobierno y sus agentes (la burocracia sindical que está por el “pacto social” con el gobierno y los empresarios). En ese sentido, nuestro planteo de construir un gran Partido de la Clase Trabajadora es entendido y aceptado en numerosos encuentros, discusiones y charlas con trabajadores y estudiantes, dijo Montes.

Luego de su intervención invitó a los presentes a abrir el debate. Entre las que hubo una destacó el problema de las comunidades aborígenes y campesinas del norte; y el problema de que haya teóricos como Negri y Holloway que planteen la lucha “sin tomar el poder”, y que en ese sentido el marxismo estaba en desventaja, teniendo en cuenta la fragmentación de la clase obrera y la izquierda misma, tras las últimas décadas de neoliberalismo. Una intervención de una docente giró en torno a la necesidad de mejorar el diálogo con los obreros y estudiantes y las tareas que tenemos en el movimiento obrero y estudiantil. Otra trabajadora planteó la diferencia que había entre los fenómenos de lucha en el sur del país (petroleros, docentes, etc.) y la situación del norte, que es de más pasividad. La compañera señaló entre los problemas de la clase: en muchos hombres la despolitización, y en las mujeres en muchos casos la necesidad, por ser madres solteras, de trabajar y atender las tareas de la casa. Y que por ello muchos sectores no participan en política.

Montes tomó estos planteos para intentar dar una respuesta de conjunto.

Un punto tuvo que ver con la necesidad de dar respuesta a las ideologías que defenestran al marxismo revolucionario; tanto las que propagan los (pseudos)intelectuales de la burguesía –como la reciente revista de Clarín “Ñ”, con artículos y reportajes hablando del marxismo como una teoría perimida-, como también los intelectuales dentro de la izquierda como Holloway y Negri, que exaltan a la “multitud” en desmedro del potencial del proletariado.

Montes explicó que hace una década estos mismos intelectuales daban “por muerta” a la clase obrera; pero que los últimos años demostraron que no, con acciones y procesos de lucha y organización, no sólo en Argentina y Latinoamérica, sino en Europa y otros países del mundo. Pero que entonces lo que ahora se ataca no es la “existencia” de la clase obrera, sino el marxismo como teoría crítica y guía para la acción.

En este sentido, dijo que entonces como marxistas revolucionarios tenemos que dar respuesta a estas teorías e ideologías rivales. Y que, junto a esto, tenemos el desafío de ver cómo mejor organizar políticamente esta perspectiva de independencia de clase en cada lugar de trabajo.

Además de esto, planteó que había que entender las “desigualdades” del proceso en la clase, ya que si bien puede haber sectores con “retraso” en salir a luchar, había que entender todo como un proceso de conjunto: hay sectores que están haciendo la experiencia primero que otros y que, siendo inevitables las derrotas, también habrá triunfos que alentarán a esos sectores hoy “retrasados”.

Hubo otras intervenciones que siguieron el debate, como una del PTS-Jujuy que reconoció la necesidad de dar respuestas creativas a problemas actuales como el de la ideología “campesinista-indigenista”, que tiene más “proyección ideológica” que social, y cómo es un fenómeno que se cruza con la identidad de clase, el circuito económico capitalista y la política burguesa.

Montes cerró planteando que era una primer reflexión y discusión que se abría, y que había que continuar en otras instancias. Junto a esto, llamó que todos los compañeros apoyen y difundan la necesidad de votar por el Frente de Izquierda y los Trabajadores por el Socialismo. Todo finalizó con un fuerte aplauso.