Desde hace varias semanas se habla de una venta o alquiler del ingenio La Esperanza (San Pedro de Jujuy), establecimiento que pasó hace unos años por una breve experiencia de toma de fábrica y control obrero. Actualmente la justicia, con los administradores y el sindicato cómplice, aprovechan las vacaciones –y la llegada de las fiestas del carnaval- para definir qué hacer; y argumentando una “crisis” económica en el establecimiento, en medio del receso obrero.

Ante esto, desde el PTS decimos que los trabajadores no deben confiar en ninguno de los actores y, ante el reinicio del funcionamiento judicial la primera semana de febrero y la vuelta al trabajo, deben desconfiar de todas las propuestas en danza y organizarse urgentemente desde asambleas y movilizarse, contra todas las variantes patronales.
El PTS y La Verdad Obrera nos hicimos presentes en los barrios obreros del ingenio, repartiendo una declaración y cientos de copias de nuestro volante provincial (http://www.pts.org.ar/spip.php?article8606, y http://www.pts.org.ar/spip.php?article8654, respectivamente), y conversamos con trabajadores –que participaron de las pasadas luchas-. Esto nos dijeron.

D.P.

Hablan obreros del grupo “Autoconvocados” del ingenio

J.: “Después del ‘99/2000 a los compañeros los adormeció el pago del salario al día; como una anestesia, ya que si el sindicato no llama a movilizaciones no pasa nada. Tendríamos que movilizarnos nosotros mismos, pero estamos pasivos. Jamás el sindicato llamó a una asamblea; este es un muñeco de los síndicos.

Lo que solicitamos desde Autoconvocados es que se termine la inestabilidad laboral, pero la gente aún está muy tranquila. Queremos que se termine con esa historia de que no sabemos si el día siguiente vamos a entrar o no a la fábrica.

Cuando las cosas salgan mal van a salir los trabajadores. Lo que nos faltó en la lucha del ‘99/2000 fue plantear la cuestión de un directorio obrero elegido por la gente. Por eso aquí tenemos que llamar a la familia azucarera. Farfán (del sindicato de la empresa, que responde a la CTA ) llamó a reprimir en la huelga del 2003 y a que no se paguen los días caídos.

La contabilidad tiene que decir qué ha pasado. Los síndicos tienen que caer en cana, porque han metido la mano en el bolsillo de los trabajadores y los cañeros independientes.”

R.: “Fuimos a hablar con el gobernador. El operativo que han montado fue increíble. Calculamos nosotros que fue por las luchas que tuvimos antes (‘99/2000 y 2003). Con el gobernador y con Morales (UCR) les pedimos que conserven la fuente de trabajo de los 2.200.

¿Sobre el grupo EMEPA? el gobierno lo presentó como un ‘grupo solvente’; piden arrendar por 5 años, con opción a tres más, el ingenio. Y supuestamente dar lugar luego a la compra.

EMEPA hizo un depósito de 10 millones de pesos. Los Tilianes -empresa productora de cal- piden entrar a la negociación. Ledesma y El Tabacal se están reuniendo con los productores de La Esperanza. Ledesma es una empresa poderosa y gigante; sabemos que van a hacer lo que quieran. El futuro es incierto: 2.200 trabajadores y 1.600 cosecheros, donde unos 400 cosechan a mano. Nuestro rechazo al Tabacal y Ledesma es porque más allá de que al principio nos tomen, después van a ser ‘una zaranda’ y quedaremos pocos, además de bajarnos el sueldo.

A partir del año 2000 la sindicatura se agarró muy fuerte de Farfán, que estaba muerto en aquel entonces. Ahí los síndicos arrancaron de cero, ya que sólo tenían que pagar salarios. La deuda de los Jorge con el Estado provincial y nacional, principales acreedores, quedaba atrás.
Los jóvenes están muy oprimidos por el sindicato, ya que entraron a trabajar por él, y no quieren perder su trabajo. Antes de entrar tienen que pasar por la oficina del sindicato, para que este decida si entra o no, teniendo en cuenta si fue opositor al sindicato”.

P.: “Se ha negado un salario digno. Cuando sale una paritaria nacional, en Ledesma y Tabacal hacen un acuerdo por fábrica o acuerdo regional. En Jujuy cobramos 956 pesos, la categoría más baja. En Tucumán cobran 1.190.

El ingenio La Esperanza quiere demostrar que pese a las ventas estamos en quiebra: ¿para qué? Para no pagar bien a los obreros.
EMEPA, Ledesma y Tabacal, quieren hacerse del ingenio. Pero los trabajadores queremos ser los dueños.

Los síndicos eran meros contadores, y demostraron que no tienen capacidad de conducir. Los que sostienen todo somos los obreros, en el campo, la fabrica y el transporte. Gracias a esta estructura de trabajo hoy vive La Esperanza.

Nuestro ingenio cuenta con un patrimonio de tierras que es admirable. Conozco el campo y la fábrica mucho más que los síndicos; tengo mucho más derecho a decidir sobre esto que es mío. No tengo por qué respetar a la sindicatura. Porque le están haciendo daño a la fábrica. Destruyendo la unidad de los obreros y sometiendo y subyugando a todos los trabajadores.

Hay un contubernio entre síndicos, el sindicato y el gobierno, de sometimiento contra el obrero. Los síndicos dicen ‘no hay plata’, ‘hay necesidad de que se liquide la empresa’, ‘no hay para hacer reparación’ (interzafra).

Nosotros no queremos que venga Ledesma, por una cuestión central: la cuestión salarial; que en vez de la paritaria nacional se rige por la paritaria regional. Queremos que los trabajadores junto a los cañeros independientes nos hagamos del control”.