Doce mil trabajadores de Lufthansa salieron a una “Huelga de Advertencia” (Warnstreik) el pasado lunes 22 de abril, como parte de la ronda de negociaciones anuales por mejoras salariales.

Paralizando casi la totalidad de las operaciones, solo 32 de 1800 vuelos fueron posibles. Un aumento del 5,2% y seguridad de las plazas laborales es lo que Ver.di , el sindicato de servicios que los agrupa, exige para los 33 mil trabajadores de esta aerolínea, pero la patronal les ofreció el 0,6% lo que generó la indignación del sindicato obligándolos a salir a la huelga.

En 2012 Lufthansa reportó ganancias por 524 millones de euros, sin embargo para mantener sus niveles de competitividad a lanzado un agresivo programa de ahorro que se extenderá hasta 2015 buscando obtener una ganancia de 750 millones de euros, la compra de 108 aviones nuevos y la eliminación de 3500 puestos de trabajo.

El blanco de este programa son los trabajadores, sus salarios y puestos de trabajo. Desde hace más de 2 años los trabajadores no han recibido ni un centavo más de aumento salarial (a nivel nacional los salarios se han estancado desde hace 10 años), la patronal les cancela vacaciones y aguinaldos. Mientras que el costo de vida aumenta y el crecimiento de la precarización se hacen ver cada día más en el Coloso Europeo.

Por el triunfo de los trabajadores

El crecimiento del descontento entre los trabajadores ha obligado a la burocracia sindical del DGB (Federación Alemana de Sindicatos, a la que pertenece Ver.di) a llamar a huelgas a pesar de que en los últimos años han evitado por todos los medios llegar a esta situación amarrando rápidamente acuerdos con la patronal con aumentos salariales miserables, pues no quieren perder el control de su base y menos en un año electoral como este.

Para arrancarle a la patronal no ya un 5,2% de aumento salarial, sino un aumento real de acuerdo a la inflación y evitar los despidos, es que desde la Organización Internacionalista Revolucionaria (RIO por sus siglas en alemán) luchamos por la democratización de los sindicatos, porque en toda huelga sean los trabajadores organizados en asamblea, con representantes rotativos y revocables, quienes decidan cómo luchar por sus demandas, echando a la burocracia sindical que recibe jugosos salarios a costa de nuestras cuotas sindicales.