La nueva intervención habla claro: vaciar, posible expropiación para reprivatizar, todo esto con reducción de personal vía retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y traslados compulsivos, bajo la venia de la burocracia de ATSA.
Ante esta perspectiva, la única salida de fondo, como dicen los trabajadores, es la estatización del Francés administrado por una comisión de trabajadores no médicos, médicos y afiliados, para ponerlo al servicio de la comunidad, como se voto en asamblea, para garantizar el pago de la deuda salarial sin ningún recorte, la puesta en funcionamiento de todos los servicios cerrados, la defensa de todos los puestos de trabajo y el inmediato desprocesamiento de los trabajadores.
Nada se puede esperar de ninguna intervención, los Salvatierra u Ocaña tienen el mismo objetivo, entregarlo para lucrar con la salud, mientras clínicas y hospitales entran en crisis y cada vez más se deteriora la salud para los trabajadores y el pueblo.
La estatización con administración de los trabajadores no puede quedar en palabras vacías, para esto hay que rechazar la nueva intervención y transformar la lucha del Francés en una causa nacional que cuenta con la simpatía de los trabajadores y los sectores populares.
Como primer paso esta causa debe ser tomada por la Junta Interna del Garrahan, la seccionales opositoras de ferroviarios, las agrupaciones opositoras a la dirección burocrática de la CTA, el cuerpo de delegados del Subte, los organismos de DD.HH., la FUBA y los secundarios combativos, coordinando acciones para lograr doblegar la política del gobierno y la intervención.