LVO: ¿Cómo fue la participación en la asamblea?

-Eduardo Ayala: Desde la agrupación decidimos participar de la asamblea general del gremio con un objetivo claro de mostrar la fuerza de movilización de la oposición, y en particular desde la Bordo la fuerza construida a partir del proceso que acompañamos y dirigimos en la zona norte. Además hicimos un frente único con la Lista Naranja. El objetivo era dar una pelea por una junta electoral elegida democráticamente, además de denunciar el vaciamiento de la Obra Social y otras cuestiones ocultas dentro de la “Memoria y Balance”.

Esto se debatió los días previos en asambleas de fábrica, y llamamos a participar a todos los compañeros. El día viernes nos movilizamos más de 70 compañeros de Donnelley, más de 50 de Worldcolor y una decena de Printpack. Marchamos por Paseo Colón con una columna de 130 trabajadores identificados por las banderas de las comisiones internas y banderines de la Lista Bordó – Agrupación Gráfica Clasista, agrupación que es parte del periódico Nuestra Lucha junto a los obreros de Zanon y Kraft. Nos encontramos con 100 compañeros de la Lista Naranja, donde se destacaba la presencia de trabajadores de Morvillo e Interpack 1, más delegaciones de AGR-Clarín, Ipesa y otros talleres. Juntos marchamos hasta las puertas de la CGT. Fue un impacto esa llegada.

-Juan González: Ya en la entrada durante las acreditaciones, entre las restricciones que nos ponía la burocracia para ingresar a la Asamblea y los cantitos de los compañeros (“¡Que se vayan todos!”, “¡Se va acabar la burocracia sindical!”) se podía sentir la tensión en el aire. La burocracia adentro tenía unos 250 entre jubilados, empleados de la obra social y funcionarios del aparato del gremio, y unos 100 delegados y obreros de la Verde.

Cuando entramos tenían copado el lugar. Empezamos a avanzar por el pasillo central y fuimos recibidos directamente a golpes de puños y empujones por un grupo de choque, que también se desplegó por los costados y en el balcón sobre nosotros.

-E.A.: Comenzó hablando el secretario adjunto Amichetti, haciendo una reivindicación de la tradición del gremio gráfico. Luego habló la verde presentando su lista para la junta electoral. Más tarde nuestro compañero Juan González, delegado de Printpack, presentó la moción unitaria con la Naranja, proponiendo una junta electoral compartida por todas las agrupaciones y corrientes que actúan en el gremio, con el objetivo de garantizar la transparencia en el proceso electoral. También presentó la lista común que conformamos con compañeros de más de diez talleres gráficos.

-J.G.: Esto ya se dio en un ambiente de constantes provocaciones, abucheos, empujones, bajada del sonido, insultos. También intervino Sebastián Rodríguez, delegado de Morvillo, apoyando nuestra moción unitaria. Entonces fueron creciendo las provocaciones y agresiones, mientras los nuestros seguían ingresando al salón por la fuerza del número. La burocracia terminó votando sus mociones por “unanimidad”, mientras los delegados verdes y algunos matones agredían a los trabajadores de la Naranja y la Bordó. Esto acrecentó el odio y la indignación de los compañeros que ejercieron una fuerte y legítima defensa ante la agresión, y luego salieron cantando e insultando a la Verde con una moral alta. Antes de emprender el regreso en los micros realizamos un acto donde hablaron Eduardo de Donnelley y Pablo Viñas de AGR.

¿Qué balance hacen de la Asamblea?

EA: Fue una movilización histórica de los trabajadores gráficos antiburocráticos. Los trabajadores de las fábricas más grandes del gremio como Donnelley, WorldColor, AGR, Morvillo, Interpack 1, junto con Printpack e Ipesa eran la mayoría de la Asamblea. Desde este punto de vista el balance fue más que positivo. Pero frente a la perspectiva de perder la Asamblea, la dirección del sindicato impidió la votación con métodos de patota.

Pese a todo el “aparato” verde, fue notoria la presencia de estas fábricas que coparon la sede de la CGT donde se hizo la “Asamblea”. Por ello la “votación” será impugnada y se mantendrá la movilización para garantizar elecciones limpias y bajo esas condiciones recuperar el sindicato para los trabajadores, lo cual podrá permitir que se recuperen todas las conquistas entregadas por la dirección de la federación.

-JG: Sabíamos que esta burocracia no iba a permitir un escenario verdaderamente democrático. Ellos son conscientes de que están cada vez más desprestigiados ante las bases, como lo muestra el hecho que las fábricas más grandes las dirige la oposición. Los trabajadores que se movilizaron hicieron una experiencia enorme con la burocracia y la mayoría salió de la asamblea con la firme decisión de recuperar el sindicato, lo que muestra que empieza a surgir la fuerza que se necesita para llevar adelante ese objetivo. Tenemos que luchar por elecciones limpias pero también debemos ser conscientes de que a la Verde se le gana si somos capaces de organizar y movilizar más compañeros y talleres, porque ellos ya mostraron que no van a dejar sus sillones aunque pierdan asambleas o elecciones. Se necesita en lo inmediato avanzar en la coordinación de todas las internas y el activismo opositor para poner de pie una organización democrática e independiente en las principales fábricas del gremio. Esta tarea se pone cada vez más en el orden del día frente a la situación de crisis internacional y el nuevo gobierno de Cristina, ya que nos enfrentaremos a ataques a las conquistas y la organización de los trabajadores, como vemos con los procesamientos y juicios de desafuero a delegados y activistas antiburocráticos.