Se cumplen 23 días de paro total de actividades de los Obreros y Empleados Aceiteros. El reclamo es un aumento salarial, para que el básico sea superior a $14.000. Con el paro, los piquetes, marchas y diversas medidas de lucha, los trabajadores consiguieron que las Cámaras Empresarias firmen un 36% de aumento.
Pero el gobierno nacional, se niega a homologar el acuerdo porque quiere ponerle un techo a las paritarias.

 La huelga que está llevando adelante la Federación de Aceiteros y Desmontadores de Algodón ya ha cobrado características históricas. Más de 50 empresas están paradas desde que comenzó la medida: gigantes multinacionales como Dreyfuss, Cargill o Bunge. Más de 100 buques varados en diferentes puntos del río Paraná que representan millonarias pérdidas para el complejo agroexportador más grande de Latinoamérica. Pero las posibilidades de otorgar el aumento salarial que exigen los trabajadores son más que reales dadas las ganancias multimillonarias de estas empresas.
 

Con piquetes y asamblea sí se puede

En los piquetes en la entrada del polo aceitero del cordón industrial de San Lorenzo, y en la masiva asamblea nacional el 25 de Mayo en las puertas de la Aceitera Santa Clara de Rosario, el ánimo de los trabajadores es de continuar la pelea. Aceiteros de Rosario y del interior de la provincia de Santa Fe, de San Luis, Córdoba, Capital, PBA vienen coordinando importantes acciones semanalmente que muestran una gran fuerza para torcerle el brazo al gobierno. Marcharon a San Lorenzo porque el sindicato aceitero local no está parando, porque su dirección es kirchnerista.

 Si ganan los aceiteros, ganamos todos

 La enorme huelga aceitera, es la expresión de la lucha contra el techo que quiere poner el Gobierno Nacional en estas paritarias. Es un desafío directo a esta política antiobrera de Cristina-Kicillof.

La posición del gobierno de no homologar el aumento del 36% que han conseguido los aceiteros, persigue el objetivo de que no se conviertan en el ejemplo para todos los trabajadores del país. Si los aceiteros ganan, los trabajadores de los gremios que aún no cerraron acuerdos salariales tendrán mayores fuerzas para no aceptar el techo salarial. En los gremios que ya han cerrado, quedará al descubierto el servilismo de sus direcciones aceptando paritarias a la baja y quedará planteada su reapertura. Por eso es un conflicto político. Las empresas han perdido 400 millones de pesos y el gobierno deja de recibir cientos de millones dolares por la exportación. Todo vale para quebrar a los aceiteros en lucha
 

 Viva la lucha de los aceiteros

 Es por esto que desde el PTS en el Frente de Izquierda y los Trabajadores apostamos con todo a que los aceiteros ganen. Porque esta lucha está demostrando también que las patronales se quedaron con el estratégico recurso nacional de los puertos, privatizaciones mediante, a la vez que el gobierno muestra una vez más que el ajuste con el que amenaza la derecha ya es aplicado por el oficialismo. 
Continuaremos acompañando las medidas que los trabajadores lleven adelante y realizando una gran campaña para rodear de solidaridad esta huelga, como hacen nuestros candidatos a gobernador Octavio Crivaro y a concejal de Rosario Virginia Grisolía. 

Corresponsal

Testimonios de Trabajadores

La semana pasada llegamos a un acuerdo con la patronal del 36% y Tomada tomó la decisión de no homologar dicho aumento.

Los trabajadores estamos todos muy unidos como grupo, este es un grupo joven que hace 3 años que conduce el sindicato y nuestros familiares nos apoyan en esta lucha porque esta pelea nos dignifica a todos. De nuestra parte ya tenemos el total de las aceiteras del país paralizadas.

Diego Domínguez, miembro de la Comisión Directiva de empleados aceiteros de Tancacha, Córdoba.

Se fueron profundizando nuestras acciones porque no conseguimos lo que esperábamos, ahora estamos haciendo el piquete en San Lorenzo y todas las plantas del complejo industrial de San Lorenzo en paro.

Esto está pasando por una decisión de la Presidenta de fijar ese techo a los salarios que tanto se habla, nosotros estamos peleando por un salario que calculamos en base a una encuesta de hogares para saber cuánto necesita un trabajador y su familia para vivir.

Obrero de Bunge, Tancacha, provincia de Córdoba.

 Considero que esta lucha ya dejo de ser una pelea salarial, estamos peleando por una conciencia social en la que se deje de desangrar la clase trabajadora por el enriquecimiento de las empresas.

Además quedo de manifiesto la mentira del gobierno al decir que las paritarias son libres, cuando las mismas empresas cerrarían por un 36%. También argumentan que se trasladarían los costos de los de los salarios a los precios de los productos generando inflación, como si la plata en los bolsillos de los trabajadores generara inflación, pero la plata en los bolsillos de los empresarios no.

Trabajador de Dreyfus