por Trabajadores y delegados municipales en la Agrupación Marrón Clasista.

Como ya hemos informado, en la Ciudad de Buenos Aires Macri arrancó el año atacando duramente a los trabajadores. Cientos de despidos ya efectivizados, y una lista de miles por venir, se suman a los ataques a los sectores más pobres de la ciudad con los desalojos de la “patota” de la UCEP, la persecución a los docentes y estudiantes, el prometido pase a planta no cumplido, el desguace sistemático de la salud pública (lo empezamos a ver con los hospitales Moyano, Borda y Tobar García) y, por si le faltaba una perlita, la flamante Metropolitana estrenó sus picanas Taser X26, eficaz instrumento de tortura, que no deja marcas, para amedrentar cualquier movilización “que provoque caos vehicular”.

¿Cómo parar los despidos?

Para SUTECBA no hay a quien defender. Su solicitada publicada en Clarín del domingo, donde afirma el incorrecto uso de la Ley 471 (ley flexibilizadora aprobada en tiempos de Ibarra) y aconseja el mecanismo de rever las inasistencias del personal (la misma excusa que utiliza Macri para lanzar los despidos) es una canallada.

SUTECBA es el gremio municipal con mayor cantidad de afiliados, enrolado en la CGT a nivel nacional. Ha firmado una paz social, que ya rompió el mismo gobierno al no cumplir con el acta del pase a planta de los contratados, y aun así no saca los pies del plato. En cada oficina pública, en cada hospital, se han encargado de desarticular cualquier intento de organización, con el discurso de que “no se puede defender a los trabajadores que faltan”, y para colmo dándole letra al gobierno para que haga cumplir a rajatabla la 471.

Esto no es nuevo. Cuando fueron los despidos de los 2.500 contratados a días de la asunción del gobierno PRO, Alejandro Amor (secretario de las 62 Organizaciones de Capital y dirigente de SUTECBA) ya le había dado letra a Macri. Cuando éste dijo que evaluarían a los contratados, Amor le sugirió que también se evaluara a los de planta permanente, y anunciaba levantar toda medida de fuerza por la prebendas de la obra social.

La CTA se tiene que poner a la altura de las circunstancias

Ante esta situación, la CTA convocó el lunes 8 a un plenario de delegados, con nula difusión y un lugar de convocatoria confuso. El plenario no llegaba a las cien personas, y lamentablemente se les negó la palabra a los compañeros que no son delegados, incluso a despedidos, siendo que muchos de ellos son los que están enfrentando los despidos en sus lugares de trabajo, y se habían acercado al plenario con la expectativa de definir con el conjunto de la CTA un plan de lucha serio para enfrentar este ataque macrista.
Desde la mesa - en que estaba presente la directiva de la CTA - lejos de estas expectativas se arrancó con un saludo “a los legisladores que nos acompañan”, marcando el carácter del plenario, más cercano a presentaciones legales y actos de campaña, que a las medidas de lucha que esperaban los compañeros. Hasta Rodolfo Arrechea (dirigente de ATE) planteó las pocas acciones que impulsaron desde la dirección del sindicato, y su nula repercusión y convocatoria.

A partir de ahí la mesa realizó una sucesión de “auspiciosos” anuncios: conformación de una Comisión Revisora del listado de despedidos analizando caso por caso junto al gobierno (fundamentando esta participación con el falso discurso de que “hay que tirar abajo el argumento macrista de que defendemos ñoquis”), presentación de amparos para los despedidos, y cuarto intermedio con fechas inciertas de acciones.

¿Alguien puede creer que es posible enfrentar este ataque con tibias acciones donde se saluda a los legisladores como Ibarra, y ni siquiera dejan hablar a los despedidos ni a los luchadores, como fue en el acto del Durand? O el saludo de Arrechea en medio del plenario a la presencia de Lubertino, quien entre su muy amplio curriculum, como bien denunció ahí mismo una compañera, es responsable de discriminación, maltrato y despido de dos compañeros de ATE cuando fue funcionaria del INADI.

Cuando Arrechea le impidió la palabra a la compañera Lidia Fernández, del Hospital Durand y de la Agrupación Marrón Clasista, aduciendo que no era delegada, muchos compañeros manifestaron su indignación y nuestra compañera de la agrupación Bárbara Acevedo, delegada de la Junta Interna del Hospital Garrahan tomó la palabra para denunciar este método burocrático. Justamente, Lidia iba a contar cómo se están organizando en el hospital. En ese momento, otros delegados de la oposición expresaron su repudio a esta censura, como Gustavo Lerer que tomó la palabra exigiendo que dejen hablar a la compañera del Durand.

Exigimos al sindicato que se ponga a la cabeza de organizar en cada hospital y dependencia a los despedidos, afiliados o no, como única forma de comenzar un plan de lucha contundente para frenar los despidos y que nos fortalezca para enfrentar el desguace de la salud, la educación y el conjunto de las ramas que tiene por plan el gobierno macrista. Al mismo tiempo, que el sindicato aporte la cuota gremial de los compañeros para formar un amplio fondo de lucha con el fin de sostener la pelea de los despedidos que no cobran desde diciembre.

Organizar a los despedidos en cada lugar y conformar un fondo de lucha

Un grupo de trabajadores del RUB (Registro Único de Beneficiarios) acompañaron a una de las despedidas y trajeron mandato de su asamblea realizada un rato antes del plenario, una asamblea que es abierta a afiliados y no afiliados de todos los gremios. Aunque no los dejaron leer el mandato, pudo intervenir Pablo, integrante de la Agrupación Marrón Clasista, para plantear el contenido del mandato: la exigencia al sindicato de que se ponga a la cabeza de organizar a los despedidos en asambleas comunes sin discriminación de afiliación ni de contratación, para poder coordinar entre los sectores y así poder organizar una lucha seria que frene el goteo de despidos que se viene acelerando.

Es en este sentido que como agrupación venimos planteando un congreso abierto de trabajadores, que nos parece lo más concreto para discutir democrática y efectivamente la organización de un gran plan de lucha, que incluya marcha con un paro general de ATE-CTA Capital, para unificar en la lucha a todos los trabajadores.

Desde la Agrupación Marrón Clasista participamos con una delegación de docentes, estatales, municipales, trabajadoras de la salud, quienes intercambiamos opiniones con compañeros que se acercaron al finalizar el plenario mientras repartíamos nuestros volantes.

Reiteramos nuestra exigencia de un congreso de delegados abierto para que puedan hablar los despedidos y los luchadores y así preparar un verdadero y certero plan de lucha para frenar los despidos, lograr definitivamente el pase a planta de todos los compañeros contratados, el aumento salarial según la canasta familiar, la derogación de la ley 471, y contra la Metropolitana, que se prepara para reprimir cualquier acción que hagamos los trabajadores en la Ciudad.