Anoche, con 25 votos a favor sobre un total de 32 representantes, el Consejo del Salario decidió llevar, a partir del 1° de setiembre, el salario mínimo a $ 450. Para los jornalizados el mínimo es de $ 2,25 la hora.
Votaron a favor 13 de los 16 delegados empresarios. Se abstuvieron Carlos Heller ( CEEN) y Eduardo Buzzi (de la Federación Agraria). Por otros compromisos, no concurrió el representante de ADEBA (banca privada nacional), Jorge Brito.
Los 12 delegados de la CGT votaron a favor. Los 3 representantes de la CTA votaron en disidencia. Y por problemas de agenda, no asistió el representante de la UOM, Naldo Brunelli.
Tanto Buzzi como Heller se abstuvieron porque consideraron que "la mejora era insuficiente". "Los países avanzados no se desarrollaron con salarios bajos, de 150 dólares", dijo Buzzi.
La CTA votó en contra "porque los 450 pesos están lejos de la canasta familiar de pobreza de 730 pesos, que es el límite mínimo actual para alcanzar rápidamente la canasta histórica que supera los 1.400 pesos", le dijo a Clarín Víctor De Gennaro. 
De esta manera, culminó una jornada que, como anticipó ayer Clarín, descontaba el acuerdo al que se llegó. 
Como en los días anteriores, cada parte mantuvo su postura inicial: 400 pesos los empresarios y 500 pesos la CGT. Y por detrás el Ministerio de Trabajo buscaba que partieran la diferencia y acordaran en 450 pesos.
A las 20, los integrantes de la comisión de salario (sin la presencia del delegado de la CTA que el miércoles se retiró porque no se aceptó que concurriera con sus asesores) aceptaron llevar al Consejo del Salario el borrador del acta que había preparado el jefe de Gabinete de Trabajo, Norberto Ciaravino.
La cartera laboral elaboró un texto, clásico para los momentos de impasse: que empresarios y sindicalistas dieran su conformidad, sin que implicara para cada parte una renuncia a sus pretensiones.
Así, el texto reseña que la parte sindical considera que el salario mínimo debería ser de 500 pesos, con la meta de superar el límite de los 730 pesos de la canasta básica de pobreza y que además debe aumentarse el salario familiar (ver IVA...). Y que la parte empresaria considera que la mejora del poder adquisitivo del salario podría alcanzarse limitando las cargas sociales y el estímulo a las actividades productivas.
Entonces, a renglón seguido, el titular de la comisión "propicia" los 450 pesos, dejando que cada parte vote su asentimiento, reservándose sus diferencias.
El acta señala, además, para que los 450 pesos rijan con retroactividad, desde el 1° de setiembre, que sea aprobado por un decreto del Poder Ejecutivo.
El nuevo mínimo de 450 pesos para los mensuales o 2,25 pesos la hora para los jornalizados significa que ningún trabajador privado o del Estado Nacional puede ganar menos de esa cifra como ingreso bruto ( antes de los descuentos para jubilación y salud). 
Así, si un trabajador gana 400 pesos por mes o 2 pesos la hora recibiría un incremento de 50 pesos o de 0,25 peso por cada hora trabajada. Pero si gana 400 pesos con un adicional por presentismo de 100 pesos, estaría por encima del nuevo mínimo y no le corresponde ningún aumento.
El nuevo mínimo podría impactar sobre algunos convenios de trabajo que tienen básicos inferiores a los 450 pesos. En esos casos, los empresarios y sindicalistas deberían rediscutir sus convenios para adecuarlos al nuevo mínimo. Y si bien no se rigen por el salario mínimo nacional, también presionaría sobre los sueldos de los empleados provinciales y municipales.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo insiste en que el piso de los 450 pesos debería inducir a que los trabajadores no registrados (en "negro") reclamen una cifra similar como ingreso mínimo. Según los datos oficiales, más de la mitad de los trabajadores en negro gana menos de 450 pesos.