H. es un joven que trabaja en otro de los sectores de la destilería para otra empresa contratista y cuenta cómo fue esa noche.
“Es la primera vez que veo un accidente así. Fue algo terrible: a mi me agarró parado a 30 metros. Yo pensé que había sido una manguera que reventó y cuando miro para arriba veo vapor y gas saliendo. Ahí dije: reventó una válvula. Salieron todos corriendo, se escucha la sirena y después evacuaron a todos. Nadie sabía que pasaba. Yo, lo primero que hice fue agarrar mi bolso y me fui al punto de evacuación. Después nos llamaron y nos informaron que había fallecido una persona. Pero cuando entre a mi casa y cerré con llave, ahí recién respire. Me pegué un susto bárbaro, porque no sabés si no vuela todo.
El error fue de la gente de YPF, porque eso no estaba desgasificado. Sino, no pasaba. Esos reflectores que usan tampoco están aprobados para trabajar ahí adentro porque son a 220, es un riesgo absoluto. Fue lo que pasó: una pérdida de gas, se rompió el vidrio, quedó la vela y explotó todo.”