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Las batallas del PTS en el escenario nacional

Fenómenos políticos y lucha de clases

La intervención en la lucha de clases es un punto esencial de apoyo, pero no el único que tenemos los revolucionarios para avanzar. En esta nota queremos remarcar la importancia de intervenir en los nuevos fenómenos políticos que se desarrollan producto del desgaste del gobierno, sus tendencias centrífugas, el debilitamiento de sus aliados y la crisis de las oposiciones sindicales y políticas.

Laura Lif

6 de septiembre 2012

Fenómenos políticos y lucha de clases

En los últimos números de La Verdad Obrera venimos dando cuenta del endurecimiento de las luchas obreras, desde los “Dragones” en el sur, hasta “El Tabacal” en Salta. También existen conflictos larvados en los que las patronales inician una suerte de “guerra de desgaste” contra las posiciones de los clasistas, la última expresión de esto es la presentación judicial de la patronal de Kraft para iniciar un nuevo juicio de desafuero contra Javier “Poke” Hermosilla y otros compañeros, lo mismo hizo Alicorp (ex – Jabón Federal) contra un delegado y activistas en jaboneros (ver pág. 4).

La intervención en la lucha de clases es un punto esencial de apoyo, pero no el único que tenemos los revolucionarios para avanzar. En esta nota queremos remarcar la importancia de intervenir en los nuevos fenómenos políticos que se desarrollan producto del desgaste del gobierno, sus tendencias centrífugas, el debilitamiento de sus aliados y la crisis de las oposiciones sindicales y políticas: procesos antiburocráticos, mayor actividad del movimiento estudiantil y ampliación de su ala izquierda, mayor bronca y posibilidades de organización en la juventud precarizada y los sectores más explotados de la clase trabajadora (ver pág 6).
La discusión abierta a partir del voto de los jóvenes de 16 años, medida lanzada desde arriba por el gobierno para conseguir base electoral, las asambleas de apoyo a los docentes en la UBA o el entusiasmo de muchos jóvenes por sumarse a la campaña por Mariano Ferreyra, son muestras de esto entre los estudiantes.

La referencia política conquistada por el Frente de Izquierda y el apoyo que recibió el año pasado, especialmente en la juventud, ya es un gran punto de apoyo desde el cual estamos organizando nuevas camadas de militantes.

En el movimiento obrero continúa el impulso de las oposiciones antiburocráticas, como la reciente muy buena elección de los clasistas en Stani (ver pág. 7) o el proceso de “nuevas direcciones” en los ingenios azucareros.

En este marco, hay dos batallas políticas que tienen jerarquía nacional: las elecciones en el Sindicato Ceramista de Neuquén y la pelea en las elecciones ferroviarias. En el caso del SOECN se trata de una batalla de vital importancia contra la derecha histórica de la fábrica, lamentablemente hoy encabezada por Izquierda Socialista y el PCR. La Marrón avanza en su campaña entre los ceramistas y logra la adhesión de destacados intelectuales de la Asamblea de Apoyo al FIT (ver pág. 7). En ferroviarios ya estamos en acción para enfrentar los infames estatutos leoninos que quiere imponer la mafia de Pedraza para que no se presente la oposición, tanto en las seccionales, como a nivel nacional y esto es parte de la ofensiva que lanzamos por terminar con la Verde y el pedracismo en el ferrocarril (ver contratapa)

Campañas Nacionales

Las consignas que votó la Conferencia Nacional de Trabajadores del 8 de julio y lanzamos con afiches y stikers, “por sindicatos sin burócratas, por un partido de trabajadores, sin patrones, para que la crisis la paguen los explotadores”, hoy continúa a través de la edición de boletines nacionales y por gremio para ayudar a que emerja una militancia política que supere al corporativismo y sean un instrumento para quienes integran las agrupaciones y toman en sus manos estas banderas para pelear en la base de los gremios.

Al mismo tiempo, hemos lanzado el movimiento contra la precarización laboral organizando a cientos de jóvenes trabajadores a través de redes y estamos interviniendo en las elecciones universitarias tomando la campaña por Mariano Ferreyra como uno de los ejes centrales (ver pág 14). También, nacionalmente comenzaron los preparativos para ir al Encuentro Nacional de Mujeres en Misiones con una gran delegación de obreras, además de jóvenes estudiantes de Pan y Rosas. Las cátedras y seminarios que comenzaron esta semana en todo el país sobre la cuestión de la mujer y el destacado ejemplo a seguir de la conquista de las categorías en PepsiCo, son puntos de apoyo hacia el Encuentro (ver pág. 10).

Iniciativas locales, movimientos y partido

Estas campañas nacionales, se complementan con iniciativas por región que responden a las distintas realidades políticas objetivas, y las expresiones concretas que tengan en cada ciudad o provincia los fenómenos políticos que señalamos arriba, así como las desigualdades partidarias. El norte vive un fenómeno de luchas duras y “nuevas direcciones” en los ingenios, allí hemos intervenido activamente desde las regionales de Jujuy y Tucumán (ver pág. 4). La relación allí entre la audaz intervención en estos procesos de lucha de clases y su utilización para golpear y construir en la juventud estudiantil, es central para dar nuevos pasos en la emergencia del trotskismo en la región. En Córdoba, donde el kirchnerismo ha ganado algunos referentes, pero no tiene ninguna construcción política propia y donde De la Sota retomó sus clásicas políticas derechistas contra los estatales y la juventud, surgen contradicciones y posibilidades para la izquierda (que además tiene un importante peso electoral). Nuestra juventud fue parte de los combates de los estatales, así como las agrupaciones de esos sindicatos, además de organizar a la juventud precarizada. La bronca contra la burocracia (que ahora nuevamente avala suspensiones en Renault) plantea el desafío de avanzar en las concentraciones estratégicas del movimiento obrero, partiendo de las posiciones que ya tenemos en la oposición del SMATA.

En Capital y provincia de Buenos Aires, donde es mas fuerte la campaña de “La Cámpora” (en la CABA especialmente contra Macri), tomando la discusión del voto a los 16 años y la política en los jóvenes, se abre la posibilidad de una amplia batalla que comenzó a dar nuestra Juventud con una campaña de discusión y organización, tanto contra la derecha “antipolítica”, como contra la línea de regimentación que pretende imponer el kirchnerismo (ver pág. centrales).

Estos son sólo algunos ejemplos de que las desigualdades nacionales y, especialmente, en este momento político, abren posibilidades para nuestro partido que, con flexibilidad táctica para impulsar movimientos amplios e intervenir en el debate político, e intransigencia estratégica, nos permite saltos en la construcción. Si en el número anterior de LVO destacamos el importante plenario de cientos de trabajadores y jóvenes en la estratégica Zona Norte que discutió el combate a las presiones “sindicalistas” y como parte de eso impulsamos una militancia “cruzada” (entre jóvenes trabajadores y estudiantes, junto a los equipos obreros de las grandes fábricas); acá queremos destacar las diversas posibilidades que abre la situación política, con fenómenos que no emerjan directamente como “luchas”.

Homenajes a Trotsky y debates estratégicos

Es en el marco de fortalecer y actualizar el legado de Trotsky y como parte del combate estratégico que realizamos dos significativos actos en Capital y zona Sur del GBA, bajo el lema “Trotsky vive en nuestras luchas” (ver pág. 11). Esto es parte de una tarea más amplia: sostener la formación de los jóvenes y trabajadores que incorporamos a nuestras filas, de los cuadros y dirigentes. El programa, la estrategia, las tácticas, tienen un fundamento profundo que se renueva permanentemente en la elaboración teórica. En lo inmediato, la salida de la revista Estrategia Internacional Nro. 28, es un instrumento privilegiado de estudio de toda la militancia (ver págs 12 y 13)

En síntesis, intervenimos con audacia en los fenómenos políticos y no sólo en las luchas (donde nuestro partido demostró ampliamente su capacidad de acción), generando movimientos amplios, con iniciativas por región. Y a la vez fortaleciendo las convicciones ideológicas del conjunto de los militantes y dirigentes en el pensamiento estratégico. Eso es lo que nos prepara para los saltos en la dinámica de la lucha de clases y la situación política.

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