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DEBATE

FOETRA ante al caso Telecom

Telefónica de España se viene expandiendo desde hace unos años, principalmente en base a los buenos negocios que obtiene en Latinoamérica. En la Argentina (íntimos con el rey Juan Carlos y Zapatero; los Kirchner cenaron varias veces en los palacios reales de Madrid) concentra en sus manos servicios de telefonía, Internet y la mejor red de celulares. El imperialismo español controla la empresa más fuerte de las tres grandes de las telecomunicaciones; las otras son Telecom, con Personal y Arnet; y Telmex que posee Claro y ofrece también banda ancha para internet.

Carlos Artacho

28 de enero 2010

Telefónica de España se viene expandiendo desde hace unos años, principalmente en base a los buenos negocios que obtiene en Latinoamérica. En la Argentina (íntimos con el rey Juan Carlos y Zapatero; los Kirchner cenaron varias veces en los palacios reales de Madrid) concentra en sus manos servicios de telefonía, Internet y la mejor red de celulares. El imperialismo español controla la empresa más fuerte de las tres grandes de las telecomunicaciones; las otras son Telecom, con Personal y Arnet; y Telmex que posee Claro y ofrece también banda ancha para internet.

El avance monopólico de Telefónica viene desde hace rato. En 2007, Telefónica de España compró el 100% de las acciones de la compañía Olimpia cuyo principal activo es Telecom Italia, que tiene el 50% de Sofora, la sociedad que controla Telecom de Argentina. Y posee el 68% de las acciones de Nortel, dueña del 55% del capital accionario de Telecom Argentina. Nortel y Telecom Argentina son titulares del 100% del capital y votos de Telecom Personal. El grupo argentino Werthein, capitalista cercano al gobierno, es dueño del restante 50% de Telecom Argentina. Es decir, la mitad está bajo control de Telefónica de España y la otra del Grupo Werthein.

La posición del gobierno

Sobre ese 50% de Telecom (que de hecho posee actualmente Telefónica), el gobierno agitó el quite de la licencia y amagó, sin decirlo claramente, con la posibilidad de la “estatización”. Sin embargo, todo parece apuntar a generar las condiciones para la aparición de un nuevo socio, otro grupo capitalista. Por eso el gobierno dice que Telecom Italia “debe vender sus acciones”.

En medio de la disputa, “la asociación de telefónicas europeas está haciendo lobby ante parlamentarios de la Comunidad Europea, para que defienda la posición de Telecom Italia en la Argentina” (Clarín, 28/01).

Solicitada de FOETRA Bs.As, ¿en apoyo de quién?

Ante esto, el sindicato de los telefónicos, FOETRA Bs. As. publicó una solicitada apoyando los dichos del gobierno. A los dos días, 20/01, se comprometió “a seguir de cerca el desarrollo de las acciones del Gobierno Nacional en defensa del servicio público telefónico y el fortalecimiento del sector de las telecomunicaciones”.

En esta misma solicitada muy lejos de plantear la estatización de Telecom afirma:

“… no estamos de acuerdo con la conformación de monopolio alguno en el manejo de las telecomunicaciones (…) Sostenemos que las empresas multinacionales deben respetar las normativas de los países donde operan”… En este mensaje dejan claro que su propósito es sólo que las multinacionales cumplan con las normativas que las regulan, permitiendo así que las mismas sigan manejando los servicios públicos, en este caso las telecomunicaciones, pero no plantean nada respecto a la nacionalización de las telecomunicaciones, ni mucho menos.

Esta solicitada salió firmada por Claudio Marín (junto a otros dirigentes gremiales de FOETRA y la FATEL ), secretario adjunto de FOETRA Bs. As. y dirigente de la Mesa Nacional de la CTA. Una firma que no debería sorprender, ya que Marín lleva tiempo planteando que no está en contra que las empresas sigan ganando plata, y no ha organizado a los telefónicos ante el avance por parte de las empresas en las condiciones laborales. Tanto Telecom como Telefónica vienen ajustando las condiciones de trabajo, traslados, tercerismo (que implican despidos y precarización en las contratas y Call Center) y techos salariales a favor de Telecom y Telefónica.

Osvaldo Iadarola (secretario general de FOETRA vinculado al moyanismo y parte de la CGT ), horas después de la conferencia de prensa del ministro De Vido declaró en los medios que "los trabajadores de Telecom estamos en condiciones de operar el servicio en 24 horas, si las autoridades deciden quitar la concesión a la compañía". Sin embargo su accionar político muestra lo contrario.

Un sindicalismo al servicio de las empresas

La actual conducción de FOETRA poco y nada hizo, más que discursivamente, por la “defensa del servicio público telefónico”. Lo que sí viene haciendo desde hace un tiempo para acá es fortalecer el negocio empresario en las telecomunicaciones. Esta política quedó demostrada en el Congreso Nacional de Telecomunicaciones, realizado en octubre del 2008, donde su principal acuerdo salía publicado de esta manera: “Telefónicas, gremios y cooperativas reclaman el Triple Play”. Del mismo participaron Iadarola y Marín, a espaldas de los telefónicos. Los medios señalaban: “participaron del mismo los principales prestadores de dicho país como Telefónica, Telecom, junto a ArSat, las cooperativas telefónicas nucleadas en Fecotel y Fecosur, el gremio Foetra y funcionarios de Gobierno”. En ese mismo congreso el dirigente del FOETRA planteó que “a los que no estuvieron acá les digo que en este negocio hay lugar para todos, agregó Iadarola”. (La Nación, 30/10/2008)

La CTA de Yasky y su posición

En estos días, el 21 de enero, Hugo Yasky defendió la idea de que el Estado vuelva a hacerse cargo de las telecomunicaciones. Si esta fuese su verdadera posición, en principio debería diferenciarse del gobierno, cuya principal política es pasar de una mano capitalista a otra la concesión de Telecom. Por otro lado habla de: “recuperar la autodeterminación económica del Estado en áreas estratégicas como las telecomunicaciones”, mientras unos de sus principales dirigentes nacionales en FOETRA Bs. As. (Claudio Marín) firma una solicitada que no habla una palabra de esto y participó de un Congreso de las Telecomunicaciones sin decir una palabra sobre la estatización.

Por otro lado nada dice sobre qué tipo de estatización se debe llevar a cabo, ni por quién debe ser gestionada.

Por último, si su planteo es la estatización, tampoco plantea ninguna medida de organización y lucha por parte de los trabajadores para emprender ese camino.

¿Cuál es entonces la verdadera política de la CTA, la que declama o la que lleva a cabo?

Gestión obrera de las telecomunicaciones

Los telefónicos de la lista Violeta estamos convencidos que la salida debe ser la estatización, sin pago y bajo control de los trabajadores y usuarios, no sólo de Telecom sino también de Telefónica y del conjunto de las telecomunicaciones. Así podremos establecer tarifas fijas y accesibles para el pueblo trabajador; tarifas gratis de telefonía e Internet para escuelas y hospitales estatales; para jubilados y desocupados. Los servicios de telefonía e internet no pueden ser un negocio sino que son un servicio básico como la luz, el gas o el agua, etc.

Esta política sólo podrá imponerse con la fuerza de los trabajadores telefónicos y del conjunto de los trabajadores de las privatizadas junto a los usuarios en una gran pelea en común.

La CTA, además de sacar comunicados o posiciones públicas, debería convocar a los trabajadores a levantar esta política de organización y lucha.

La CGT por su lado en vez de estar recibiendo a la embajadora de EE.UU., debería romper con esa política y convocar a dar una gran pelea no sólo por la reestatización de las telefónicas sino del conjunto de las empresas de servicios privatizadas, bajo gestión de los trabajadores y no de los burócratas estatales al servicio de los capitalistas nacionales.

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