Desde hace meses los trabajadores de la empresa Cidec, curtiembre ubicada en Villa Tesei –Hurlingham–, venían sufriendo suspensiones y rebajas salariales. Esta situación se agravó a principios de este mes cuando la empresa decidió presentar la quiebra y dejar de pagar los salarios, quedando sus 400 trabajadores sin empleo.
El llamado a la quiebra les permite “socializar las pérdidas” empezando por los trabajadores, mientras que pasados sus apuros se llevan las ganancias a millones.
El moyanista Sindicato del Cuero de Morón, frente a la decisión de la empresa de descargar la crisis sobre los trabajadores, no tuvo idea más original que reclamar un subsidio para las empresas. Ante esto, la empresa dejó a todos los obreros en la calle. “Sabíamos que la empresa estaba pasando por una situación difícil, que se conjugaba en la mala administración empresarial pero también con la política gubernamental de restringir las exportaciones de carne vacuna. Los trabajadores estuvimos siempre tratando de salvar la empresa, por eso sentimos que los empresarios nos defraudaron”, explicaba Martinez, secretario general del sindicato. En esta situación, el sindicato propone una toma pacífica, según plantea Martínez, "para salvaguardar los bienes y las herramientas de trabajo. Como prioridad, vamos a pedirle al síndico dar la posibilidad que otro grupo se haga cargo de la curtiembre"1.
Este camino es una trampa para lo trabajadores. Garantizar los negocios de los capitalistas lleva a los trabajadores a penurias cada vez mayores. Con esta perspectiva el sindicato va a ser el portavoz de los empresarios que exijan nuevos sacrificios a los obreros, empezando por despidos o convenios a la baja. Cualquier salida tiene que partir del íntegro reconocimiento de los derechos de los trabajadores, desde los salarios caídos hasta el conjunto de sus conquistas.
El negocio del cuero es pujante. Por eso, si los empresarios siguen especulando con las necesidades de los trabajadores, estos tienen que seguir el camino que siguieron los obreros de Zanon: ante los despidos y el abandono patronal, ocupar la fábrica para ponerla a producir bajo su gestión, exigiendo al Estado su expropiación y financiamiento.
Los trabajadores tienen que organizarse y romper con la política propatronal del sindicato, difundiendo el conflicto entre la comunidad con acciones frente a la fábrica y movilizaciones.
Corresponsal

1 Citas de la nota “Quebró curtiembre y dejó a 500 trabajadores en la calle” en abierta.tv

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Ganancias millonarias

A pesar de los reclamos al gobierno, la industria del cuero sigue siendo una actividad enormemente redituable. Las curtiembres han exportado en concepto de cueros vacunos curtidos (en millones de dólares) U$S727 en 2004 y U$S755 en 2005. Que “sólo” hayan exportado U$S376 millones en los primeros seis meses de este año no se puede decir que sea un verdadero motivo de quebranto1.

1 Fuente CICA (Cámara de la Industria Curtidora Argentina), extraído de cueroamerica.com.