Con el salón colmado por más de 100 personas, se realizó en la sede central del Instituto del Pensamiento Socialista (IPS) la charla-debate “El triunfo de Evo Morales y las perspectivas en América Latina. La charla estuvo a cargo de Daniel, militante de la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional (LOR-CI), agrupamiento boliviano que forma parte de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional junto al PTS y otros grupos, y Gustavo Dunga, del staff de la Revista Estrategia Internacional.

Entre los presentes, además de estudiantes y profesionales, había varios trabajadores, del subterráneo y telefónicos entre otros, así como miembros de la comunidad boliviana. El informe inicial, demostró que desde el año 2000 viene desarrollándose una serie de importantes levantamientos y movilización de campesinos, trabajadores e indígenas, entre los cuáles los más importantes fueron el de Octubre de 2004 y el gran levantamiento que terminó con el gobierno de Carlos Mesa. Que, en este sentido, seguir los acontecimientos en Bolivia es de fundamental importancia, ya que se trata del “eslabón más débil” de toda la cadena de países en que la movilización de masas acabó con gobiernos antipopulares.

Luego, como definición política, se planteó que el gobierno de Evo, aun contando con fuertes expectativas entre los trabajadores y el pueblo pobre de Bolivia, no viene a desarrollar la movilización de las masas para obtener las reivindicaciones más sentidas por las masas, como son la nacionalización del gas, el reparto de la tierra, y la expulsión del imperialismo, sino que se presenta como un desvío que intenta conciliar dichas demandas, con los intereses de la clase capitalista boliviana e internacional, ubicándose como parte de los “nuevos” gobiernos antineoliberales, como Lula, Kirchner, y, particularmente, Chávez.

En este sentido, que las tareas de los revolucionarios es acompañar la experiencia y las luchas de las masas con un gobierno en el que confían, pero sin asumir ningún tipo de compromiso, es decir, manteniendo una clara independencia política en la lucha por poner en pie una instrumento político de los trabajadores, un partido revolucionario para preparar los futuros levantamientos. Desde aquí, se criticó dos posiciones que se consideraron erróneas: por un lado, la de aquellos que planteando que no tienen confianza ni expectativas en el gobierno de Evo, como la dirección de la COB y el Partido Obrero Revolucionario (POR), no se plantearon ni se plantean desarrollar una alternativa proletaria independiente. Pero también, se respondió en debate con compañeros que plantearon que había que dar tiempo y acompañar a un gobierno porque las masas lo apoyan, que apoyar a un gobierno (como hace el PO de Argentina, por ejemplo) que en sus propias declaraciones plantea que llegó para desarrollar el “capitalismo andino” y que afirma que “no tomará medidas contra las multinacionales”, solamente creará más confusión en la vanguardia, y la desarmará políticamente ante nuevos ascensos.

La discusión sobre el desarrollo de la situación en Bolivia es fundamental para preparar a los trabajadores y campesinos que en dicho país y en toda Latinoamérica y el mundo, con las lecciones correctas para que en cada levantamiento se templen las organizaciones necesarias para encarar la revolución obrera y la construcción de una sociedad socialista.