Nuevamente los docentes de Santa Cruz vuelven a ser víctimas de represión y persecuciones.

El lunes 7 por la noche, efectivos de la Gendarmería enviada por Kirchner, golpeó y mandó al hospital a trabajadores que se movilizaban en Río Gallegos. El “siniestro” Aníbal Fernández tiene el descaro de declarar que se “auto-hirieron”.

Después de 30 días de huelga y masivas movilizaciones en la provincia del presidente, el gobierno nacional pretende que los docentes santacruceños levanten el paro (dictando una conciliación obligatoria que las asambleas rechazan masivamente) sin conceder más que $50 a un básico de $161 que cobran los maestros en una provincia en que la que Repsol hace ganancias multimillonarias y el Estado provincial embolsa millones en regalías petroleras.

Vergonzosamente la CTERA acaba de emitir un comunicado que “repudia la represión” pero no dice una palabra de una sola medida efectiva de apoyo a los docentes en lucha, tal como ocurrió con la lucha de ATEN en Neuquén en el que no llamaron a un paro hasta que se desencadenara el asesinato de Carlos Fuentealba.

Las seccionales del gremio docente opositoras a Yasky deben ponerse de pie y coordinar la solidaridad con los docentes en huelga, convocando a un plenario nacional para imponer el paro de CTERA hasta que triunfe Santa Cruz y se vaya la Gendarmería de la provincia. Los docentes santacruceños tienen que ganar esta pulseada de la mano de los trabajadores de todo el país.

Partido de Trabajadores Socialistas- PTS