Doscientos compañeros y compañeras estatales de La Marrón, aeronáuticos de El Despegue, trabajadores del subterráneo de La Chispa, telefónicos de La Violeta, docentes de La 9 de abril, mujeres de Pan y Rosas, trabajadores de fábricas de Pompeya y Chacarita, jóvenes de la Red de Bandas Obreras y de la comunidad boliviana de la Ciudad de Buenos Aires, nos juntamos este sábado 13 para debatir sobre la situación que se abre a partir de la crisis internacional, sus consecuencias, las repercusiones en Argentina, la resistencia que empezamos a ver de sectores de la clase obrera aquí y en el mundo, y cómo prepararnos y organizarnos para enfrentar la crisis y los intentos de la patronal de querer descargar sus efectos sobre nuestra clase.

El compañero Roberto, trabajador municipal de La Marrón abrió el plenario presentando las agrupaciones convocantes, los objetivos propuestos para el plenario y proponiendo una presidencia honoraria para los combativos jóvenes y trabajadores de Grecia.
Presentó a José, un trabajador del ajo de Mendoza, que vino junto a una delegación de trabajadores a Buenos Aires a difundir su lucha, y ampliar lazos solidarios con distintos sectores de trabajadores, de DD.HH, organizaciones sociales, etc. Saludó emocionado el plenario planteando que le transmitía fuerza ver a tantos trabajadores reunidos y afirmando que van a seguir su lucha a pesar de la ofensiva patronal, de las puertas cerradas en ministerios y la justicia, apelando a la solidaridad y unidad de los trabajadores.

Luego la compañera Ana Laura, delegada de ATE del INDEC hizo una apertura de las discusiones, planteando el marco de crisis económica y las repercusiones que ya empezamos a ver en nuestro país. Una crisis que no para de profundizarse, y las consecuencias económicas,políticas, sociales, ideológicas que esto conlleva. Estamos ante una situación donde lo que se discute es la viabilidad del capitalismo. Ante las enormes penurias que se anticipan, debemos estar preparados para cuando las masas intervengan activamente, para la resistencia (que ya estamos vislumbrando), destacando el ejemplo de Grecia, donde la juventud despertó haciendo oír su odio. La crisis es tan profunda que en EE.UU, ni más ni menos, vimos la toma de una fábrica en Chicago, que pasó a ser un emblema, generando solidaridad de diversos sectores.

En Argentina vimos el caso de las automotrices de Córdoba y Rosario, donde los trabajadores salieron a resistir los despidos de contratados, un muy buen síntomas después de años de naturalizar la precariedad de esos trabajadores. Iveco y Gestamp son una enorme experiencia de unidad de las filas obreras. De estos procesos concluimos cuáles son las tareas que tenemos por delante, y es que debemos prepararnos, llegando a más compañeros y más lugares de trabajo, para organizar a los trabajadores, preparándonos para enfrentar a la patronal, al gobierno y sus ataques y a las burocracias sindicales.

En este sentido Claudio D, delegado de la línea B del subterráneo desarrolló la enorme experiencia de lucha, de la que habíamos vivido un importantísimo paro el día anterior, en defensa de su organización, el cuerpo de delegados, y contra las fraudulentas elecciones que quiso imponer y legalizar la UTA. Un verdadero ejemplo de cómo los trabajadores debemos pelear por nuestras propias organizaciones democráticas y de base, en contra de la burocracia sindical socia de las patronales.

Además destacó la importancia que las agrupaciones superen una política corporativa, y lo importante que fue la solidaridad y presencia de distintos sectores en los andenes de la línea B, ante la presencia de las patotas durante el paro.
Se abrió la lista de oradores y primereó un compañero de la comunidad boliviana, destacando las terribles condiciones de precariedad, clandestinidad, de los trabajadores de su comunidad, y la necesidad de ligarse a otros sectores, discutir política, conocer otras experiencias.

Charly P, delegado de LAN, puntualizó sobre la situación nueva que se abre a partir del fallo de la corte por libertad sindical. La realidad de una gran cantidad de establecimientos sin representación sindical, sin organización gremial, plantea la necesidad de aportar a la organización, sin que esta sea una tarea sencilla, como lo demostró la lucha de los trabajadores del subte, por la defensa de su cuerpo de delegados.
La importancia de los cuerpos de delegados supera la cuestión sindical, ya que ante la catástrofe de las consecuencias de la crisis capitalista los trabajadores deberán utilizar sus organizaciones para dar un paso más allá de sus reivindicaciones sindicales. La desocupación, los desalojos, las quiebras, la pérdida de tierras de los campesinos y chacareros, plantean la necesidad de que los trabajadores, a través de sus organizaciones, levanten estas demandas y levanten los reclamos de otros sectores populares. Llamó a las agrupaciones a pensar en este sentido más estratégico, y partiendo de balances de otras épocas, como en el `75 donde el movimiento obrero logró poner en pie coordinadoras de trabajadores, pero no alcanzó a desarrollar esta perspectiva, de ser portavoz de los reclamos del conjunto del pueblo.

Un compañero de La Marrón reivindicó el plenario, porque permiten conocer a trabajadores de distintos sectores y sus experiencias, y plantearse la necesidad de la coordinación como horizonte y propuso algunas medidas concretas para profundizar los lazos de unidad que luego fueron votadas.

Un joven de la Red de Bandas Obreras contó que se propusieron lanzar una campaña contra los despidos y suspensiones, y poner su organización a disposición de las luchas de todos los sectores. Además contó la experiencia de una gráfica de Parque Patricios que acaba de ser tomada por sus trabajadores.

Juan Orellana (trabajador de Zanon) partió de ejemplificar cómo lucha de Zanon hoy cobra mucha más potencialidad ante la crisis, tomando la experiencia de la fábrica tomada en Chicago, donde los obreros conocían Zanón por la película “La Toma”, de Naomi Klein.

Tanto una compañera agrupada en La Marrón, como una delegada de ATE y trabajadora del hospital Duránd que viene impulsando junto a otras trabajadoras del hospital la Comisión de la mujer, resaltaron la importancia de desarrollar iniciativas hacia la organización de las mujeres trabajadoras desde las agrupaciones, como en cada lugar de trabajo.

Varios compañeros insistieron en que una de las principales tareas que llevan adelantes las agrupaciones y que debemos seguir ampliando, es la pelea por la unidad de los efectivos, contratados, terciarizados, los de planta y los en negro. Se contaron distintas experiencias de fábrica en Pompeya o dentro del gremio telefónico, donde los compañeros y compañeras de la lista Violeta vienen destacándose en la organización y la lucha de los trabajadores de las contratistas telefónicas.

También un compañero del Ceprodh explicó más la potencialidad que desde lo legal puede dar el fallo de la Corte, y el impulso a que surjan comisiones internas, cuerpos de delegados, etc, tiene. Por eso la propuesta es contar con un material que llegue a cientos de empresas y establecimientos para dar a conocer esta posibilidad, para aportar en las experiencias, para colaborar en la organización de más trabajadores.

Fueron muchas las intervenciones de compañeros y compañeras que aportaron a pensar qué tareas en común tenemos por delante las agrupaciones clasistas. En varias oportunidades se destacó el papel del PTS como impulsor de las agrupaciones, y cómo se ampliaron a compañeros y compañera independientes, que juntos venimos desarrollando estas experiencias.

Hubo tiempo para preguntas a Claudio D a raíz del conflicto del subte, las distintas corrientes que actúan en el Cuerpo de Delegados y las posiciones políticas que expresan, quien planteó la necesidad de desarrollar un plan de lucha para conquistar la organización que quieren los trabajadores, peleando por estatutos democráticos, y advirtiendo que, como ya vimos, no podemos esperar que lo resuelvan ni el gobierno, ni la burocracia, si no los propios trabajadores desde su organización y lucha.

También se preguntó por la posición política ante la marcha de la CTA del viernes, a lo que un compañero de La Marrón planteó los ejes de la declaración que se publicó junto a la 9 de abril, de la cual se repartieron miles en la marcha. Allí se denunció la política de la CTA, que no está dispuesta a encabezar una lucha seria ni contra el hambre, ni contra los despidos. Fue una marcha de posicionamiento político, que fue lanzada desde Jujuy, en la Constituyente Social, donde se planteó la intención de avanzar con un movimiento político, que se basa en la idea de la conciliación de clases, que se define como “ni oficialista ni opositor” con respecto al gobierno, es decir, que desarma a los trabajadores en su camino por luchar por sus intereses, que vale aclarar, son contrapuestos a los intereses de los grandes o pequeños patrones. Los dirigentes de la CTA no proponen ninguna salida seria, ni un plan de lucha para imponer una salida de los trabajadores.

Finalmente se sintetizaron las propuestas:

– Impulsar una gran campaña de defensa del Cuerpo de Delegados y los trabajadores del subte.

– Aprovechar el folleto del CeProDH como herramienta para colaborar en la organización de diferentes sectores del movimiento obrero. Se destacó las fábricas medianas de la zona Sur de la Capital.

– Participar e invitar a la marcha del 20 en una columna común de todas las agrupaciones junto al PTS.

– Impulsar políticas hacia la mujer trabajadora desde las agrupaciones, junto a Pan y Rosas.

Se propuso hacer actividades sociales-políticas para recaudar fondos para disponer de dinero propio para volantes, afiches, fondos de huelga, etc.

Todos y todas nos fuimos con entusiasmo, sabiendo que las resoluciones ahora hay que potenciarlas en cada agrupación, y pensar muchas otras iniciativas. Nos fuimos pensando en los enormes desafíos que esta nueva situación nos propone, y que estamos ante la enorme posibilidad histórica de ser parte de una nueva clase obrera que de la pelea para que esta crisis no las descarguen sobre los trabajadores, y dar una salida propia.